En la noche del 6 de febrero, el presidente Gustavo Petro presentó el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo en el Plaza Núñez, acompañado de sus ministros, de la vicepresidenta, Francia Márquez; de Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación, y de congresistas de la bancada de gobierno. Este documento era uno de los más esperados por la opinión pública, pues será la hoja de ruta para los próximos cuatro años, con un detalle adicional muy importante: el cambio político y social que Petro le propuso al país.
El llamado gobierno del cambio les hizo varias promesas a diferentes grupos sociales y entre ellos están las mujeres. Hoy, en la conmemoración del Día Internacional de los Derechos de las Mujeres, Colombicheck revisó si el nuevo Plan Nacional de Desarrollo incluyó el enfoque de género y si realmente se acerca a la promesa de un país más justo y equitativo para ellas.
Para hablar de los compromisos que adquirió Petro hay que remitirse a su plan de gobierno. Allí hay un capítulo llamado ‘El Cambio es con las Mujeres’ en el que esboza cómo las políticas destinadas a ellas serán transversales en su gobierno. “Para que Colombia sea una Potencia Mundial de la Vida, el cambio será con las mujeres; junto a ellas emprenderemos las transformaciones para saldar la deuda en términos de representación política, igualdad y autonomía económica frente al hombre, el derecho a una vida libre de violencias, a decidir sobre sus cuerpos y a realizar un proyecto de vida próspero y autónomo”, se lee en el documento.
En ese capítulo, Petro y Márquez se comprometieron a lograr la paridad en la representación política para que las mujeres ocupen “el 50% de todos los cargos públicos en todos los niveles y las ramas del poder”; afirmaron que todas las instituciones y políticas tendrán perspectiva de género interseccional y prometieron a crear el Sistema Nacional de Cuidados, una petición que el movimiento feminista lleva haciendo hace mucho tiempo (1, 2). Sobre la violencia contra las mujeres,w el programa de gobierno dice que creará un sistema de alertas tempranas contra el feminicidio y todo tipo de violencias, además de capacitar a funcionarios y fuerza pública en enfoque de género.
Con respecto a la violencia en el conflicto armado, el actual gobierno prometió en campaña brindar “paz, justicia, reparación y garantías de no repetición para las mujeres y diversidades de género y sexuales”, así como implementar el enfoque diferencial que en esta materia trae incorporado el Acuerdo de Paz con las FARC. Por otro lado, las propuestas de Petro y Márquez reconocieron a las mujeres como población especialmente vulnerable al cambio climático y como “guardianas del agua y de la tierra fértil”, por lo que plantearon que los programas de protección ambiental y empleo garantizado las reconocerán como agentes fundamentales en la transformación del campo y la ciudad para mitigación y adaptación al cambio climático.
Finalmente, Petro y Márquez propusieron crear el Ministerio de la Igualdad para que esta nueva entidad articule todas las políticas para “el empoderamiento integral de las mujeres, las diversidades de género y orientación sexual, generacionales, étnicas y regionales en Colombia”.
Colombiacheck revisó tanto la bases del Plan Nacional de Desarrollo como el proyecto de ley que el gobierno presentó al Congreso y encontró que algunas de las propuestas de campaña sí están incluidas. Sin embargo, este medio también accedió a un documento que elaboraron en conjunto 19 organizaciones feministas en el que hacen propuestas al proyecto de ley y hablamos con una vocera de este grupo que dijo que todavía falta mucho para que el cambio por el cual votó la ciudadanía incluya realmente a las mujeres.
Hay que destacar que el gobierno de Petro propone la creación del Sistema Nacional de Cuidados tal y como lo adelantó en campaña y como lo había pedido el movimiento feminista. Esta estructura, dice el PND, estará liderada por la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Igualdad. Con ella, se busca reconocer el cuidado como un derecho “a cuidar, a ser cuidados y a ejercer el autocuidado sobre la base de los principios de universalidad, corresponsabilidad social y de género, promoción de la autonomía, participación y solidaridad en el financiamiento”. Esto incluye, por ejemplo, formalizar a las empleadas domésticas –que en su gran mayoría son mujeres– para que tengan un trabajo decente y puedan acceder al sistema de seguridad social, así como proveer de mayores servicios de cuidado en las zonas urbanas y rurales.
Con respecto a este tema, Valentina Enciso, coordinadora de acción política de Artemisas, una organización que promueve la participación política de las mujeres, destaca que allí se menciona a las mujeres rurales. “Creo que por primera vez se contempla que las actividades que realizan las mujeres rurales que se dedican al cuidado se entiendan como actividades productivas. Es un logro”, dice.
También se destaca la creación del Plan Decenal de Lactancia Materna y alimentación complementaria, que buscará generar incentivos al teletrabajo para las mujeres en periodo de lactancia, y se fortalecerá el apoyo a las iniciativas productivas de mujeres rurales y urbanas a través del fondo Mujer Libre y Productiva.
En materia de derechos sexuales y reproductivos, es muy importante señalar que el PND promete:
Sobre este tema, que ha sido una de las luchas fundamentales del movimiento feminista a nivel mundial, Enciso considera un éxito que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres estén incluidos en el PND. “La discusión sobre estos temas se queda en el poder judicial y el legislativo, pero también hemos luchado porque el Ejecutivo muestre qué medidas va a tomar al respecto. Y que haya quedado en el Plan Nacional de Desarrollo permite que podamos pensar en un concepto integral, es decir que los derechos sexuales y reproductivos no se reduzcan únicamente a la interrupción voluntaria del embarazo, sino también pensemos en cómo abordamos la educación sexual”.
Por otro lado, como lo dijeron durante la campaña, el PND señala que el presidente Petro y la vicepresidenta Márquez crearán un sistema de monitoreo de violencias basadas en género y fortalecerán el modelo de casas refugio. También, que incorporarán el enfoque de género “en toda la institucionalidad, especialmente en la planeación y asignación de presupuestos, fortaleciendo el uso del trazador presupuestal para la Equidad de la Mujer”. Esto último incluye la política exterior que el gobierno denomina feminista, pacifista, participativa e interseccional.
Aunque en el papel del PND y el articulado del proyecto de ley se ve la inclusión del enfoque de género y la protección de los derechos de las mujeres, este proyecto tuvo falencias desde su construcción. Así lo considera el movimiento feminista que, en primer lugar, no fue invitado a participar en los diálogos regionales vinculantes, los encuentros que hizo el gobierno con diferentes sectores sociales en los cuales recogería los insumos para el PND.
Valentina Enciso cuenta que las feministas fueron quienes tuvieron que ir a tocar la puerta del gobierno para que este escuchara las demandas de las mujeres:
“No habían considerado –el gobierno– abrir unas mesas especiales para mujeres. La metodología fue recoger propuestas sobre las cinco transformaciones que había priorizado, pero no había claridad sobre cuáles eran los insumos que realmente podrían brindar las mujeres. El movimiento feminista, en concreto la mesa que está destinada a aportar a la construcción de los planes desarrollo, que tiene como 20 años, fue la que impulsó una metodología que le pasaron al Departamento Nacional de Planeación para que se abrieran las mesas de mujeres y para que hubiesen unas preguntas claves de acuerdo a cada transformación que el Gobierno nacional está impulsando”.
La coordinadora de Artemisas aclara que quienes apoyaron esta iniciativa desde el gobierno fueron la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y la Vicepresidencia de la República.
Aunque el movimiento de mujeres pudo presentar sus propuestas para nutrir el PND, Enciso dice que en el documento no aparecen muchas de sus ideas, especialmente en lo que tiene que ver con participación política y enfoque de género:
“El proyecto de ley del Plan Nacional de Desarrollo solo tiene un 7% de enfoque de género y son 300 artículos. Sentimos la ausencia del enfoque de género en temas muy importantes como la Paz Total, en temas de seguridad, de política de drogas, de participación política, que fue una promesa del gobierno, eso está casi que invisible. No se habla de paridad ni de violencia política, que ha sido uno de nuestros grandes retos como Artemisas el de incluir este tema en la agenda”.
Esa diferencia es notoria pues el gobierno presentó dos documentos: el primero son las bases, que tienen un enfoque más teórico y el articulado que es el proyecto de ley que pasó al Congreso. “No hay sintonía entre las bases del plan de desarrollo y el proyecto de ley. En las bases hay una buena intención, pero cuando vas al articulado del proyecto no hay correspondencia entre uno y otro”, dice María Eugenia Sánchez, responsable de incidencia política de Casa de la Mujer, una de las organizaciones feministas con más trayectoria del país.
La activista Enciso también apunta a que, en este año de elecciones regionales y en el que se va a discutir la reforma política, solo se está hablando de si las listas de candidatos deben ser abiertas o cerradas pero no se menciona la paridad entre hombres y mujeres.
Por otro lado, como coordinadora de acción política de la organización Artemisas, Enciso ve con preocupación el protagonismo que tendrá el Ministerio de la Igualdad, una cartera que aún no existe, para ejecutar todos los programas relacionados con las mujeres. “Hasta el momento no sabemos cuál será su presupuesto, qué temas va a atender: ¿temas de mujeres?, ¿temas LGBTI?, ¿étnicos? Ese ministerio, además, va a estar encargado del Sistema Nacional de Cuidado y su ejecución depende del marco fiscal de mediano y largo plazo, pero no sabemos de cuánto será su partida”, reclama.
En ese mismo sentido María Eugenia Sánchez, ve con preocupación otras atribuciones que se le pretende dar al Ministerio de la Igualdad. “Hay algunos programas del Ministerio de Agricultura como los PDET (programas de desarrollo con enfoque territorial) y la ART (Agencia de Renovación del Territorio) que quieren pasarlos a la cartera de igualdad. No encontramos las relación entre esas entidades y el nuevo ministerio y tampoco es claro por qué quieren hacer ese cambio”.
En vista de que el PND que propuso el gobierno aún tiene grandes vacíos en enfoque de género y paridad en la participación política, 19 organizaciones feministas y de diversidades sexuales crearon un listado de 10 modificaciones que consideran necesarias para que los derechos y la participación de la mujer estén garantizados. Esta iniciativa hace parte de Colectiva, la primera plataforma feminista de América Latina para la construcción de iniciativas de ley en la que los congresistas pueden subir sus propuestas y la ciudadanía y organizaciones civiles pueden aportar sus insumos.
Las organizaciones que presentaron las propuesta al Plan Nacional de Desarrollo
Las modificaciones al proyecto de ley del PND, que ya fueron presentadas a los congresistas de las comisiones tercera y cuarta, están enfocadas en cuatro temas: paz y víctimas, participación, diversidad y no discriminación, y seguridad humana. El objetivo es que el enfoque de género sea realmente transversal a todas las medidas que implemente el gobierno.
El proyecto de ley del PND ya está en el Congreso, que debe revisarlo para convertirlo en ley. Aunque el movimiento feminista sabe que está tocando temas sensibles para el Lunes, como la reforma política, la renovación de las fuerzas armadas y el derecho de las mujeres a decidir, Valentina Enciso cree que tienen aliados para que sus propuestas sean incluidas en el texto que finalmente quede aprobado.
“Sentimos que este tema sí es de gran acogida, no solo por el ala progresista, sino también por los sectores un poco más tradicionales. Por supuesto, las congresistas mujeres han mostrado mayor interés en poder impulsar estas propuestas, pero igual no nos cerramos a que también los hombres puedan sumarse pues porque ellos son mayoría en el Congreso y necesitamos su apoyo”, concluye.