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Cuestionable
En redes sociales, especialmente en Facebook, circulan varias capturas de pantalla de un artículo, publicado por la versión digital del periódico argentino Clarín, que se titula: “Albert Bourla, CEO de Pfizer, no quiso aplicarse su vacuna”.
En la mayoría de las imágenes solo se puede leer el título de la publicación, lo que ha llevado a que los usuarios saquen conclusiones erradas sobre el texto y alimenten teorías conspirativas sobre la seguridad de las vacunas.
Las imágenes han sido compartidas en Argentina, Perú, México, España y Colombia con comentarios como “hay que ser muy estúpido para caer en la trampa” y “¿te pondrías una vacuna que el mismo diseñador y fabricante no se pondría?”.
Uno de los comentarios más recurrentes es: “El CEO de Pifz€r no quiere ser víctima del invento de su propia compañía porque sabe el riesgo que puede correr al aplicarse ese veneno, mientras los dormidos esperando su turno para v4cunarse. Lamentable”.
El problema de este tipo de publicaciones es que resultan engañosas al no permitir leer completo el artículo de Clarín, publicado el 17 de diciembre de 2020, en el cual se explica que el ejecutivo dijo que no se había vacunado porque no estaba “en el rango de edad de quienes deben recibirla primero”.
La noticia de este medio de comunicación se basó en una entrevista concedida por el presidente y director de la farmacéutica estadounidense al canal de televisión CNCB el 14 de diciembre de 2020, día en que se inició la vacunación masiva contra el COVID-19 en Estados Unidos y tres días después de que la Administración de Medicamentos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) le diera la aprobación de emergencia a la vacuna de Pfizer-BioNTech.
En la conversación, una periodista le preguntó cuándo planeaba vacunarse, a lo que Bourla respondió: “Pronto. Tan pronto pueda lo haré. La única sensibilidad acá es que no quiero ser un ejemplo de saltarse la línea. Tengo 59 años, tengo buena salud, no estoy trabajando en la primera línea. Así que para mi perfil no recomienda ponerse la vacuna ahora mismo”.
Es que de acuerdo con las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, en las primeras fases de vacunación estaban el personal de atención médica, los residentes de geriátricos, el personal de la primera línea de atención de la pandemia (por ejemplo, bomberos, profesores, trabajadores agrícolas y policías) y personas de 75 años o más.
El CEO de Pfizer también comentó en la entrevista que su empresa había realizado muchas encuestas para identificar qué le daría confianza a la gente para ponerse la vacuna, las cuales arrojaron que una de las razones, incluso mejor que si el presidente Joe Biden se la pusiera, sería que él mismo se vacunara. Entonces, aclaró: “Con esto en mente, estoy tratando de encontrar una manera de vacunarme a pesar de que no es mi momento solo para demostrar la confianza en la empresa”.
De hecho, a principios de marzo Bourla anunció en una serie documental de HBO que había recibido su primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, según anotaron nuestros colegas verificadores de FactCheck.org.
Con esta información, calificamos como cuestionables las capturas de pantalla del artículo “Albert Bourla, CEO de Pfizer, no quiso aplicarse su vacuna”, del periódico Clarín, que solo permiten leer el titular de la noticia o sacan de contexto la información de la publicación para sostener falsas narrativas sobre la seguridad de las vacunas.
En resumen, el artículo sí fue publicado por el medio de comunicación, pero en el contenido se aclara que Bourla dijo no haberse vacunado (en diciembre de 2020) porque aún no le correspondía el turno por no hacer parte de los grupos de riesgo.
Además, el director ejecutivo de Pfizer anunció en marzo que había recibido la primera dosis.