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Verdadero pero...
-Muchas gracias por contestarme con ese respeto, y ya solo para terminar y porque me muero de curiosidad, solo quiero saber si usted siente que Iván Duque ha sido el presidente que usted esperaba cuando lo puso en la presidencia- le preguntó León al jefe del Centro Democrático.
-(sic) El presidente Duque encontró 200.000 hectáreas de droga (sic). No ha podido empezar a fumigar.
Iván Duque asume la presidencia en agosto de 2018 en medio de las críticas a su antecesor por el aumento de los cultivos ilícitos.
En Colombia, como lo ha explicado Daniel Rico, investigador en temas de economías ilegales, existen tres monitoreos de cultivos ilícitos: “el primero que paga el Gobierno y calcula el Simci (Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos) de las Naciones Unidas, en este se censan las hectáreas de coca una vez al año desde 1999. El segundo es el más viejo y lo construye una agencia del sector defensa de los Estados Unidos (CNC) desde los años ochenta, usa más algoritmos que análisis de imágenes y por eso se publica más temprano. El nuevo sistema es el Siima (Sistema Integrado de Información y Monitoreo Antinarcóticos), que opera la Policía Antinarcóticos desde hace un par de años. De este se sabe poco y no difunde estimaciones de manera oficial”.
De estos monitoreos, el sistema oficial del Gobierno es el de las Naciones Unidas.
Según el informe “Colombia, monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2018”, publicado en agosto de 2019 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, al 31 de diciembre de 2018, año de posición del presidente Iván Duque, se registraron 169.000 hectáreas cultivadas con coca. En 2017, el recuento de la ONU fue de 171.000 hectáreas.
Gráfico tomado de Estadísticas Nacionales del Observatorio de Drogas de Colombia.
Sin embargo, un reporte de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en inglés), daba una cifra de 208.000 hectáreas sembradas de coca en 2018. En 2017, la cifra para el Departamento de Estado de EE.UU., había sido de 209,000 hectáreas.
Finalmente, es cierto que desde el 2015 la Corte Constitucional colombiana prohibió el uso de glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos por medio de aspersión aérea, aplicando el principio de precaución debido al resultado de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que calificó el glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos”.
Sin embargo, el gobierno del presidente Duque está reanudando la fumigación y este febrero de 2020, la Corte Constitucional colombiana concluyó que el Consejo Nacional de Estupefacientes debe definir la reanudación del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con Glifosato -PECIG-, con el cumplimiento de las condiciones de la Sentencia T-236 de 2017.
Y aunque se precisaron y actualizaron las condiciones para la reanudación de la aspersión aérea con glifosato en más de 80 municipios colombianos, durante la pandemia de COVID-19, este 2020, se ha obstaculizado una de las condiciones: el derecho a la participación ciudadana y la consulta previa para comunidades étnicas. Así que la reanudación está suspendida por el momento.
Entonces, si nos basamos en los datos de Estados Unidos sobre las hectáreas de coca en 2017 y 2018, Uribe se acerca a las cifras, mientras que las de la ONU son menores, aunque en ambos casos el número de hectáreas fue el más alto de los últimos años. Por esa razón, su afirmación es verdadera, pero.