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Falso
Este artículo fue publicado originalmente por Chequeado el 25 de julio de 2020. Este contenido es reproducido aquí como parte de #CoronaVirusFacts, un esfuerzo global liderado por la International Fact-Checking Network, IFCN (de la cual Colombiacheck es miembro), para combatir la desinformación al respecto del brote de coronavirus en el mundo.
Circulan en Facebook distintas publicaciones que afirman que “la nueva vacuna contiene ‘ARN’ digitalizable”, un supuesto “replicante que se activa mediante el 5G” y que por eso “el virus puede ser reactivado luego que el paciente se recupera”.
Los posteos -que hasta el momento tuvieron casi 2,7 mil compartidos en Facebook (ver acá, acá y acá)- están acompañados por una imagen de una supuesta vacuna y donde se leen mensajes como “no a la vacuna obligatoria COVID-19”, a la vez que se pide “libertad para elegir”, “vacunas con prospeto” (sic), “saber su composición”, sus “efectos secundarios” y “secuelas a largo tiempo”, así como también dicen que generaría “peligros en el ADN humano”.
Sin embargo, todo esto es falso: todavía no hay ninguna vacuna aprobada que prevenga el coronavirus SARS-CoV-2, no existe el concepto de “ARN digitalizable” y tampoco el 5G puede reactivar el virus. Este mismo contenido ya fue chequeado en otros países, como en México.
Si bien hay distintas iniciativas que buscan encontrar una vacuna para el nuevo coronavirus, como se explicó en esta nota, todavía no hay ninguna autorizada a usarse.
“Hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta enfermedad”, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que “hay varios ensayos clínicos en marcha” e informa que está “coordinando la labor de desarrollo de vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19”, aunque todavía recomienda no “automedicarse con ningún fármaco, incluidos los antibióticos, para prevenir o curar la COVID-19”.
Diversos proyectos de vacunas para la COVID-19 incluyen una nueva tecnología, que no fue usada en el desarrollo de vacunas para otras enfermedades, como se explicó en esta nota. Son las vacunas de ARN mensajero, en las que se usa parte del material genético del virus. “En él iría la receta molecular para que nuestras propias células fabriquen la proteína viral -en este caso, la que forma los picos de la corona del virus- que el sistema inmune pueda reconocer”, explica el sitio especializado Salud con Lupa.
Pero, como precisó el sitio de fact checking AFP Factual, la expresión “ARN digitalizable” que aparece en la cadena no arrojó ningún resultado al buscarla en sitios especializados, así como diversos especialistas coincidieron en que este concepto no existe.
Juan Manuel Carballeda, investigador especializado en Virología Molecular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), explicó a AFP que “nunca” escuchó la expresión de “ARN digitalizable” y, sobre su supuesta capacidad de replicarse que destaca la publicación, agregó: “El ARN mensajero de ninguna manera se puede replicar a sí mismo; solamente porta la información genética para una proteína viral”.
La OMS destaca que “las redes 5G de telefonía móvil no propagan la COVID-19”. En los últimos meses distintas teorías o mensajes intentan relacionar a la red 5G (por ejemplo, ver acá, acá, acá o acá) con el virus.
Sin embargo, la OMS afirma que “los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil” y aclara que “la COVID-19 se está propagando en numerosos países en los que no existe una red 5G”.
Este, por ejemplo, es el caso de la Argentina, ya que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) confirmó a Chequeado que “en la República Argentina los operadores actuales aún no han desplegado redes que utilicen dicha tecnología”.
Tampoco es cierto que las vacunas generen problemas en el ADN humano, como marca falsamente la publicación. Mark Lynas, un profesor visitante del grupo de la Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, explicó a la agencia Reuters que ninguna vacuna puede modificar genéticamente el ADN humano.
“Eso no es más que un mito, que a menudo se propaga intencionadamente por los activistas contra la vacunación para generar confusión y desconfianza”, dijo Lynas, quien explicó que “la modificación genética implicaría la inserción deliberada de ADN ajeno en el núcleo de una célula humana, y las vacunas sencillamente no hacen eso” sino que, en el caso puntual de las vacunas de ADN, este “no se integra en el núcleo de la célula”, por lo que no se trata de una modificación genética.
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Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.