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Cuestionable
Una imagen circula en redes sociales con un gráfico que muestra el desplome del sistema de salud de Colombia de entre los mejores según un ranking del diario británico The Economist. De acuerdo con la imagen, el país cayó del sexto lugar en 2023 al puesto 81 en 2024. “Destruyeron la salud petristas sinvergüenzas”, concluye.
La publicación también indica que las EPS intervenidas tienen 463.000 reclamos, que su cartera vencida aumentó de $605.000 millones a 1 billón, que la Nueva EPS pasó de 34.183 tutelas a 45.752, y que el plan piloto de salud de los maestros “fracasó”.
Al verificar este contenido, concluimos que es cuestionable por varios motivos:
El uso tergiversado de rankings para defender o atacar el sistema de salud no es nuevo. En otras ocasiones chequeamos este tipo de manipulaciones por políticos como el presidente Gustavo Petro, y la senadora Paloma Valencia del Centro Democrático.
La publicación chequeada fue compartida en X (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7), Instagram (1, 2, 3) y Facebook desde el 26 de febrero, cuando hallamos uno de los registros más antiguos en el tuit del usuario Juan Carlos Florian (@JCFloriant), quien incluyó las etiquetas #NosEstanMatando #MuerenPacientes.
La desinformación estuvo difundida principalmente por cuentas antipetristas a las cuales hemos chequeado antes. En X, sus principales divulgadores fueron AbueloEmberracado (@Criticolombia2), Sebastian Toro (@ToroDeArena), Mónica Saade (@monicasaadex), DESTRUCTOR II De Mamertos. (@waldoalarconho1) y Julián (@JUDAN_1020). Además, el exministro de Ambiente y profesor emérito de la Universidad de los Andes, Manuel Rodríguez Becerra (@manuel_rodb).
Detrás de su difusión en Instagram figuran los perfiles desinformadores Libre Oposición (@libre_oposicion), Paola Guzman (@paoguzman.z) y Fernando Calderón (@fernando.calderon.16940). Mientras que en Facebook, la página Orgullosamente Antioqueño compartió el post.
El ranking atribuido a The Economist no es propiamente de este medio, sino de Economist Impact, una empresa de consultoría del mismo Grupo The Economist. Tampoco se trata de un ranking de sistemas de salud del mundo, sino de un “Índice de Inclusión en Salud” (Health Inclusivity Index), que abarca 40 países.
Lo que busca el análisis es determinar el avance para eliminar las barreras que impiden que las personas mantengan una buena salud física y mental. Para su medición considera 37 indicadores distribuidos en tres categorías macro: Salud en la sociedad, Sistema de salud inclusivos y Empoderamiento de las personas y de la comunidad.
La evaluación se aplica a 40 países de las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud y con las poblaciones más grandes que representan una amplia gama de niveles de ingresos. Esto incluye a Colombia, Brasil, México y Costa Rica, pero también a países de altos ingresos como Canadá, Francia, Japón, Suiza, entre otros (en total estas naciones representan la tercera parte de los países seleccionados).
En redes se señala que Colombia quedó de sexto lugar en este listado en 2023; sin embargo, esto no es correcto. Primero, el resultado al que se hace referencia corresponde a 2022, cuando el país alcanzó esa posición, pero únicamente en la categoría “Salud en la sociedad”. Esta evalúa en qué medida una nación valora la salud de su población e integra este aspecto en sus políticas gubernamentales.
En la clasificación general, Colombia ocupó el puesto 22 en 2022. Al año siguiente, el país bajó al lugar 25 y, en términos globales, perdió posiciones en la mayoría de las categorías. Es importante señalar, no obstante, que el reporte no se presenta como un ranking, sino como una herramienta para que los gobiernos evalúen su progreso en diferentes áreas.
Índice de Inclusión en Salud de Economist Impact en 2022
Índice de Inclusión en Salud de Economist Impact en 2023
Expertos consultados sobre el escalafón coinciden en que Colombia ocupa un puesto parecido al de otros países similares de la región, tales como Brasil y México. “Colombia aparece [en este índice] donde aparece normalmente. Ligeramente encima de México, abajo de Brasil y de Costa Rica. En otros índices también aparece en una posición similar”, señaló Andrés Vecino, investigador de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.
Destacó que, según el reporte, el país tiene una alta medición en cobertura de salud y bajo gasto de bolsillo, algo que se ve reflejado en el aseguramiento de la población (del 98%) y el pago de las familias colombianas por atención médica directa.
Por otro lado, el país tiene una baja puntuación en implementación en políticas de salud, infraestructura y personal, principalmente por las zonas urbanas y rurales donde prevalece una carencia de servicios sanitarios.
El investigador Jonathan García, abogado y Magíster en Salud Pública en Salud Global, aclaró que un índice de inclusión en salud no es suficiente para medir todo el desempeño de un sistema de salud. “Realmente no hay cómo medir todo un sistema de salud como tal. Los sistemas de salud son tan diversos y tan complejos que no habría la forma de medirlos”, sostuvo.
En la desinformación se afirma que Colombia bajó al puesto 81; sin embargo, esto no corresponde al escalafón de Economist Impact sino al de la revista de finanzas Ceoworld, llamado Índice de Atención Médica (Health Care Index). Allí el país quedó en efecto en el lugar 81 de 110 países examinados.
La metodología de este estudio, no obstante, es ambigua. Solo especifica que se trata de un “análisis estadístico de la calidad general del sistema de salud”, lo cual incluye tres aspectos: la infraestructura de atención médica y competencias de profesionales de la salud; costo per cápita y disponibilidad de medicamentos de calidad; y preparación del gobierno.
También contempla factores como el medio ambiente, el acceso a agua limpia, el saneamiento y la disposición del gobierno para imponer sanciones a riesgos como el consumo de tabaco y la obesidad.
Este ranking, sin embargo, no ofrece detalles sobre cómo se mide cada una de las variables, cómo se puntúan los países ni mayor información sobre el método de investigación desarrollado, a diferencia del otro escalafón mencionado.
García calificó este ranking como “opaco”. “No hay ninguna persona que hoy se atribuya como la autoridad de esa investigación. Simplemente esa página web saca unos datos y los pone ahí, no dice quién participó, ni cómo se hizo, ni dónde tomaron los datos”, explicó.
La desinformación también apunta un total de 463.000 PQRS en contra de las EPS intervenidas por el Gobierno, que en total son 9 (Nueva EPS, Sanitas, Famisanar, Coosalud, Savia Salud, Emssanar, Asmet Salud, SOS y Capresoca). Sin embargo, no precisa en qué periodo es este número de reclamos.
Datos de la Superintendencia de Salud muestran que los reclamos fueron más del doble de lo que dice la imagen en 2024, con 955.931. En un reciente chequeo también corroboramos que en los últimos años ha habido una tendencia al alza de las quejas contras las EPS en general.
La imagen también señala un aumento en las tutelas contra la Nueva EPS, pasando de 34.183 a 44.752. Las últimas cifras disponibles corresponden a 2023 y, aunque no coinciden con las de la desinformación, sí reflejan un incremento en las acciones de tutela contra esta entidad promotora de salud. Según el Ministerio de Salud, en ese año se interpusieron 55.533 tutelas contra la Nueva EPS, lo que representa un aumento del 75% en comparación con el año anterior.
En cuanto a la cartera vencida (entre deudas y créditos) el post de redes afirma que llegó a 1 billón por parte de las EPS intervenidas; sin embargo, recientemente la Cámara de Instituciones para el Cuidado de la Salud de la Andi alertó que esta llegaba a 2,2 billones de pesos y más de la mitad corresponde se concentra en la Nueva EPS.
En conclusión, la imagen de redes es cuestionable pues confunde dos estudios distintos: el “Índice de Inclusión en Salud” de Economist Impact, de 2022, donde Colombia ocupó el puesto 22 entre 40 países evaluados, y un ranking de CeoWorld, de 2024, que analizó 110 naciones, aunque con una metodología poco transparente. Además, el índice de Economist Impact mide políticas de acceso a la salud y no representa un ranking global, pues solo evaluó 40 países.
Por otro lado, si bien los reclamos y tutelas contra las EPS han aumentado en el último año, los datos citados no son del todo precisos.