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Falso
El influencer Frank Portilla compartió un video viral en sus redes sociales de TikTok y X en el que aseguraba que el sistema de salud colombiano “funcionó durante 200 años con los gobiernos de ultraderecha” y que “no aguantó ni ocho días con la expropiación del guerrillero”, refiriéndose a las intervenciones que hizo la Superintendencia Nacional de Salud bajo el gobierno de Gustavo Petro a las dos entidades promotoras de salud (EPS) más grandes del país.
La publicación en su cuenta de TikTok (frankportilla0) fue hecha el 16 de abril de 2024 y ha alcanzado más de 3.000 ‘me gusta’, 300 comentarios. Allí, la descripción dice: “EL GUERRILLERO PETRO ADMINISTRA LA SALUD Y HAY CRISIS DE MEDICAMENTOS, AHORA QUIERE ROBARSE LA PENSIÓN” (sic). En el video de más de 5 minutos, Portilla habla sobre el sistema de salud y cómo este, supuestamente, comenzó a fallar después de las recientes intervenciones de la Supersalud a Sanitas y Nueva EPS.
En su video, el influenciador muestra el pantallazo de una nota de Pulzo sobre una afirmación de Alejandro Gaviria titulada: “Podría causar muchos muertos”: exministro de Petro aterrado por intervención a Sanitas”. Mientras tanto, Portilla dice lo siguiente: “El sistema de salud que funcionó durante 200 años con los gobiernos de ultraderecha no aguantó ni ocho días con la expropiación del guerrillero, presunto criminal, Gustavo Petro” (sic).
El mismo video luego fue publicado en su cuenta de X (@PETRIIISTAAAAS) ese mismo 16 de abril de 2024 a las 7:20 p.m. y suma 14.000 reproducciones, 1.000 ‘me gusta’ y 143 comentarios. También llegó a Facebook, a través de una publicación de una cuenta que lo compartió ese mismo día, en donde tiene más de 1.400 visualizaciones.
Colombiacheck verificó el video de Portilla y concluyó que estas afirmaciones, que corresponden a un dato chequeable central para las opiniones que expresa antes y después en el mismo contenido, son falsas. Inicialmente, porque el sistema de salud de Colombia no tiene 200 años, pues éste se reglamenta en la Ley 100 de 1993, que tiene apenas tres décadas. Además, desde entonces, ha presentado crisis y fallas en su funcionamiento, lo que ha requerido de varias reformas, a través de decretos, resoluciones y leyes.
En primer lugar, hay que aclarar que el sistema de salud de Colombia está reglamentado por la Ley 100, expedida el 23 de diciembre de 1993, y que entró en vigencia en 1994. Es decir que en realidad funciona hace 30 años, no 200 como menciona Portilla.
Recordemos que con la Ley 100 se creó el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSS), el Sistema General de Pensiones y el Sistema General de Riesgos Laborales. Por su parte, el SGSS, busca regular el servicio público esencial de salud y crear condiciones de acceso al servicio a toda la población, en todos los niveles de atención.
Este sistema de salud a su vez está integrado por el Estado, a través del Ministerio de Salud y Protección Social (quien lo coordina, dirige y controla); las EPS, creadas con la Ley 100 como responsables de la afiliación y el recaudo de cotizaciones de los usuarios y de garantizar la prestación del Plan Obligatorio de Salud a los afiliados, y las instituciones prestadores de salud (IPS), que son los hospitales, clínicas, laboratorios, entre otros, encargadas de prestar la atención a los usuarios. También hacen parte del SGSS las entidades territoriales y la Superintendencia Nacional de Salud.
Ahora bien, como mencionamos en nuestro artículo ‘¿Cómo ha funcionado el sistema de salud colombiano? ¿Qué existe hoy? y ¿Qué busca la nueva reforma?’, el sistema de salud actual tampoco es perfecto. Desde 1993, ha pasado de diferentes modificaciones y reformas frente a cada una de las materias que regula y que lo integran, entre las que se encuentran:
De acuerdo con el estudio ‘El derecho fundamental a la salud y la política de acceso al sistema: una mirada desde la Ley Estatutaria 1751 del año 2015’, de la Universidad Pontificia Bolivariana, publicado en 2018, las reformas 1122 del año 2007 y 1438 del año 2011 se dieron en puntos de crisis financiera en el sector salud, lo cual hacía necesaria una evaluación al método de financiamiento del sistema. Se implementaron como la solución a la baja calidad en atención de los entes prestadores de bienes y servicios, especialmente en el régimen subsidiado.
Al igual, plantearon las estrategias necesarias para lograr obtener una cobertura general a todos los ciudadanos de todo el país. Sin embargo, no fueron suficientes para atender todo el problema.
Luego de estas reformas, apareció como hito importante la estatutaria 1751 de 2015, con la cual se reguló la salud como derecho fundamental. Esta ley pretendía solucionar los problemas de la atención relacionados con la calidad, oportunidad y el acceso a los servicios de salud, que en su momento presentaba el sistema, de acuerdo con el estudio.
Según la investigación, la ley dio lineamientos al Ministerio de Salud y Protección Social para realizar reformas significativas al sistema de salud actual, entre ellas, la eliminación de la diferencia entre el Plan Obligatorio de Salud (POS), que fue reemplazado por un Plan de Beneficios en Salud (PBS) común tanto contributivo como subsidiado, y la creación de una política nacional farmacológica.
Tatiana Andia, economista y experta en sociología de la salud de la Universidad de los Andes, ha hecho varias reflexiones sobre el sistema de salud actual en columnas y entrevistas a medios de comunicación, en donde ha aclarado que, aunque el sistema actual mantiene cosas de la Ley 100, como las EPS, ha cambiado mucho. Además, de que éste presenta desbalances financieros en inequidad en el servicio.
“En lo jurídico, la ley estatutaria modificó el sistema en 2015 y la ley 1430 buscó fortalecer la atención primaria, pero nunca se implementó. Muchas de las cosas que son el espíritu de la reforma actual ya están en las normas, pero las leyes no modifican la realidad por sí mismas. Hay que implementarlas”, dijo en una entrevista al diario El País América.
Johnattan García, investigador senior del Laboratorio de Innovación en Sistemas de Salud de la Universidad de Harvard, ha dicho a Colombiacheck que, si bien el actual sistema de salud tiene ventajas, como un alto porcentaje de cobertura para los colombianos –cercano al 99% –, no niega que existe una inequidad “bastante grande” en cuanto al acceso a la salud, especialmente al comparar grandes ciudades como Bogotá con otros departamentos como Chocó o Amazonas.
El experto apuntó que esta desigualdad en la prestación del servicio se debe en parte a que se le ha delegado históricamente la inversión en infraestructura sanitaria al sector privado, el cual se ha concentrado en las grandes capitales, mostrando un desinterés por las áreas rurales, y desde el sector público tampoco se ha tenido la suficiente capacidad financiera para construir centros de salud o laboratorios.
Por su parte, Mario Hernández, médico cirujano, doctor en Historia y actual coordinador de la maestría en Salud Pública de la Universidad Nacional, también dijo a Colombiacheck en un chequeo anterior que el sistema de salud colombiano, aunque se considera eficiente frente a otros países en temas de cobertura, presenta falencias e inequidad en indicadores importantes, como la mortalidad materna, la mortalidad infantil, o la mortalidad por desnutrición en menores de cinco años.
Hernández, quien además ha investigado temas relacionados con el derecho a la salud, reformas sanitarias y equidad en el sector salud, resalta problemas evidentes como el cierre de centros y puestos de salud en el territorio nacional y el debilitamiento de la salud pública en todo el país; los indicadores de baja calidad del cuidado prenatal, natal y posnatal; y la falta de prevención de enfermedades y promoción de la salud.
Finalmente, Juan Eduardo Guerrero, presidente de la Asociación Colombiana de Salud Pública, ha señalado en medios que el modelo del sistema de salud actual en el país no funciona adecuadamente y aunque gobiernos anteriores y el actual han hecho avances para modificarlo, hay problemas graves, como los modelos de contratación y los modelos de pago no han sido suficientes.
“Este sistema tiene que buscar cómo aumentar sus recursos financieros o su eficiencia, porque es un sistema que en su estructura tiene unas EPS que intentan controlar el gasto y una red de servicios y de IPS públicas y privadas –pero especialmente las privadas–, que tienden a aumentar el gasto y tienden a facturar cada vez más con los servicios de más alto costo. Esto ha generado en los últimos 30 años una gran dificultad, porque no se han puesto de acuerdo cual es la deuda”.
Según Guerrero, el modelo de pago actualmente genera un exceso de servicio en alta y mediana complejidad, y en la atención final de la enfermedad, lo que ha dejado sin recursos a la salud pública y preventiva, la promoción en salud y el cuidado temprano de enfermedades.
En consecuencia, es falso que el sistema de salud colombiano tenga 200 años y que durante este tiempo haya funcionado perfectamente, como afirmó Frank Portilla, ya que funciona bajo la Ley 100 de 1993, por lo que tiene tres décadas. Además, desde entonces ha pasado por varias reformas y cambios, que respondieron a las crisis y las insuficiencias del mismo sistema a lo largo de este tiempo desde su entrada en funcionamiento.