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Verdadero pero...
El pasado 13 de julio, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez Mora, denunció en una entrevista que concedió al diario digital La Razón demoras en la toma de pruebas para diagnosticar COVID-19 por parte de las EPS que operan en el departamento.
Después de explicar la difícil situación del sistema de salud en la región, el mandatario pidió “la reciprocidad y el compromiso” de las EPS para combatir al coronavirus. “Las pruebas que hasta el momento han hecho las EPS, que son las competentes, que son las que tienen que hacer las pruebas de COVID en este caso, solo llegan a la fecha del 10 de julio a 9.300 pruebas. (...) A menos del 5% por ciento de la población le han tomado la muestra este tipo de EPS… mucho menos, 0,005 es lo que han hecho todas las EPS en muestras”, señaló.
En Colombiacheck encontramos que la denuncia del gobernador de que las EPS le han tomado muestras a menos del 5% de la población es cierta, aunque después se le enredaron los cálculos. Entonces calificamos su frase como ‘verdadera, pero’.
Primero, contactamos a la jefe de prensa de la Gobernación de Córdoba para preguntarle por la fuente de las cifras que presentó el gobernador. Nos respondió a través de WhatsApp que los datos los reportó la Secretaría de Desarrollo de la Salud de Córdoba el 10 de julio. También nos compartió una tabla con la información del número de afiliados por cada EPS y del número de muestras tomadas por estas entidades.
Ahí se puede ver que efectivamente las muestras que habían tomado las EPS hasta el 10 de julio eran 9.392 [Benítez redondeó la cifra].
Al hacer el cálculo del porcentaje de población a la que se le han practicado muestras, tanto con respecto a la población del departamento [1’784.783, según el Censo de 2018] como en referencia al número de afiliados de las EPS [1’633.149, que aparece en la tabla], efectivamente Benítez tiene razón en que menos del 5% de la población cordobesa ha sido testeada. Los resultados que obtuvimos: 0,52% y 0,57%, respectivamente.
En estos porcentajes nos basamos para sostener que en el último dato de su denuncia a Benítez se le enredaron los cálculos. Él dijo que la cifra era 0,005; no 0,5. Pero aunque este dato no sea cierto, no cambia sustancialmente su denuncia, ni el hecho de que solo menos del 5% de los cordobeses hayan sido testeados.
Para contrastar la información proporcionada por la jefe de prensa, consultamos la base de datos del Instituto Nacional de Salud. En ésta se consolidan [sin diferencia] tanto las pruebas realizadas por las EPS, como las que hacen las entidades territoriales, el INS y la gerencia de la pandemia, pero la cifra sirve para hacer la comparación y revisar que la cantidad proporcionada por la Gobernación de Córdoba tuviera sentido.
Encontramos que hasta el 16 de julio [seis días después del corte que mencionó el gobernador], se habían reportado 8.737 pruebas por millón de habitantes en ese departamento, lo cual equivale a 15.700 pruebas aproximadamente. Aunque ese dato, como ya dijimos, no solo incluye a las EPS, todas las pruebas sumadas equivalen al 0,8% de la población cordobesa, mucho menos del 5%. Esto le da la razón a Benítez.
Al revisar el porcentaje de pruebas (incluso con muestras adicionales a las que realiza la EPS, como lo reporta el INS) con la de otros departamentos, Córdoba, a simple vista, presentaba un rezago hasta el 16 de julio. Meta el mismo día había testeado al 2,2% de la población, Bogotá al 31%, Valle del Cauca al 7,8%, Antioquia al 11% y Atlántico al 3%.
Jorge Galindo, sociólogo y analista de datos de El País de España, nos ayudó a comprender con mayor profundidad esta información. Nos explicó: “el 16 de julio teníamos 1.882 casos positivos [en Córdoba]. Al analizarlo con el número de pruebas que se han realizado [15.700 aproximadamente] nos da un porcentaje de positividad del 12,5%, que es menor que la media nacional. Las pruebas sí son pocas, la positividad es demasiado alta (idealmente la OMS recomienda [para definir casos sospechosos] que se tenga un 5% de positividad [del total de pruebas que se realizan], es decir, 19 de cada 20 negativas, y epidemiólogas como Zulma Cucunubá recomiendan hasta menos: 99 de cada 100 negativas y 1 de cada 100 positiva).
Pero Galindo aclaró que “hay lugares peores como Atlántico, o Bogotá, que tiene una positividad del 16.3%”. Entonces, para él, aunque “sí hay pocas pruebas, en términos generales a Córdoba le ha ido mejor [al analizar el porcentaje de positividad] que a la media del conjunto de Colombia. Entonces, si el gobernador pide pruebas para su departamento, hay otros en la fila”.
Así, calificamos como ‘verdadero, pero’ el llamado de atención del gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, a las EPS por la demora en la toma de muestras en la región. Si bien es cierto que se han hecho pruebas a menos del 5% de los cordobeses, el mandatario se equivocó en el cálculo al decir que era el 0,005 por ciento de la población. Pero esto no repercute sustancialmente en su pedido.
Además, aunque, para el analista de datos que consultamos, es cierto que son pocas las pruebas que se han realizado en la región, hay otros departamentos con tasas de positividad mucho más altas que requerirían pruebas con mayor urgencia. Aunque esto no quiere decir que lo ideal no sea que se aumenten también las muestras en Córdoba.