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Martes, 22 Noviembre 2022

Miguel Uribe y María Fernanda Cabal sacan cuentas cuestionables sobre pobreza por devaluación

Por Juan Sebastián Lozada

Además, cada uno da una cifra muy distinta para un mismo periodo y ambos culpan a Petro. El cambio en el precio del dólar afecta el poder adquisitivo de bienes importados, pero su efecto en la pobreza no es generalizado.

La senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal publicó el 15 de noviembre un video en Twitter en el que hizo una crítica de los primeros 100 días de la presidencia de Gustavo Petro y afirmó que: “Ante las irresponsables declaraciones de Petro y sus ministros, somos un 25% más pobres”.

El también senador Miguel Uribe Turbay, del mismo partido de oposición, coincidió con su colega. En otro video corto que publicó por los 100 días del gobierno, declaró que: “En solo 100 días los colombianos nos hemos empobrecido 14% por cuenta de la devaluación, sin contar el 9% desde que Petro ganó hasta su posesión”.

Ambos aseguran que la devaluación del peso colombiano frente al dólar ha causado un empobrecimiento general. Cabal no respondió cuando le preguntamos por la fuente de su afirmación. El equipo de Uribe nos respondió que “El peso se devaluó un 23%. Desde el 7 de agosto hasta hace unos días (la devaluación) es 14%, de su elección (la de Petro) hasta el 7 de agosto hay un 9% lo que implica que la suma sea 23%”.

Al preguntarles por la relación entre el empobrecimiento y la devaluación que hacía el senador, contestaron que esto era “porque la capacidad adquisitiva de las personas se reduce. Colombia importa bienes, con unos pesos me va a alcanzar para comprar menos bienes”. Por último, manifestaron que la política interna no es el único factor que influye en la depreciación del peso colombiano frente al dólar, aunque sí el de mayor peso.

Para verificar esta afirmación, primero corroboramos los números: las tasas representativas del mercado (TRM) del 19 de junio, cuando Petro fue electo en segunda vuelta, del 7 de agosto, del día de su posesión y del 15 de noviembre, cuando se conocieron las críticas. La serie histórica de la TRM del Banco de la República muestra que para el 19 de junio el dólar estaba en 3.905,05 pesos, para 7 de agosto en 4.337,28 pesos y para el 15 de noviembre la tasa fue de 4.806,07 pesos.

Hay dos formas de expresar el cambio en el precio del dólar. La primera es calcular el aumento en el tipo de cambio, es decir, se presenta en un porcentaje cuánto ha sido el aumento en pesos en distintas fechas. Sin embargo, no debe confundirse con la devaluación.


Así, se dice que el tipo de cambio entre el peso y el dólar aumentó un 11,07% entre la elección de Petro y su posesión y un 10,81% entre su posesión y la crítica de Uribe y Cabal. En total el tipo de cambio aumentó 23,07%. Cabal se equivoca en el total y Uribe en los porcentajes con los que hace las sumas. Aunque el porcentaje total de Uribe coincide con este, se equivoca al llamarlo devaluación.

La segunda forma es calcular la devaluación. Esto se hace evaluando cuántos dólares o centavos de dólar se pueden comprar por cada peso colombiano. En otras palabras, se calcula el porcentaje en que la moneda pierde valor (depreciación) o lo gana (apreciación).


Lo correcto es afirmar que el peso colombiano se devaluó un 18,75% y no un 23% como sostiene Uribe, o 25% como asegura Cabal. Las declaraciones parten de unas premisas falsas. En un chequeo de julio explicamos, además, que un porcentaje de devaluación no es suficiente para explicar un empobrecimiento general.

En ese entonces, el profesor de economía de la Universidad de los Andes, David Pérez-Reyna, nos dijo que: “el criterio para medir pobreza es ingresos por debajo de un valor en pesos. Si hay devaluación es verdad que hay productos que van a subir de precio, pero no todos”. Y dio el siguiente ejemplo: “Supongamos que mis ingresos son 1 millón de pesos (mensuales) y que el dólar está a 4.000 pesos, entonces mis ingresos son 250 dólares. Ahora, el dólar sube a 5.000: mis ingresos cambian a 200 dólares. Pero eso no quiere decir que me volví automáticamente 25% más pobre, porque con 1 millón de pesos puedo seguir comprando cosas que no han subido de precio”.

También contamos que la fluctuación del dólar no era una razón suficiente para asegurar que se es más o menos pobre. Por eso, las fuentes a tener en cuenta cuando se quiere observar esta medición son la pobreza monetaria, que depende del promedio de ingresos por persona en cada hogar, y la pobreza multidimensional, que se calcula teniendo en cuenta la situación de los hogares en otras dimensiones como la educación y la salud.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) no cuenta con mediciones mensuales de la pobreza monetaria, la más reciente, del 2021, era de 39,3%. El índice de pobreza multidimensional también se conoce anualmente, este era del 16% para el 2021.

Érika Sierra Pérez, magíster en economía de la Universidad del Norte, nos respondió para nuestro chequeo de julio que la subida del dólar obedece no sólo a razones políticas internas, sino al aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, una medida que adoptó la banca central de ese país para combatir la inflación. “Estos fenómenos macro llegan de forma rezagada a cifras como la pobreza, porque el verdadero problema es la inflación, que eso es lo impacta directamente el bolsillo de las personas más pobres”, expresó en ese momento.

Para este chequeo también consultamos a Mayda Calderón-Díaz, experta en economía fiscal, quien profundizó en la explicación: “La devaluación del peso es un asunto que influye en la pobreza, pero no se puede relacionar directamente. Esto no quiere decir que todo el mundo sea más pobre. La pobreza se calcula teniendo en cuenta las cifras del DANE”. Y respondió a las aclaraciones del equipo de Uribe Turbay: “Afecta en realidad a la clase media y a quienes tienen poder adquisitivo para comprar productos importados, pero el país también produce alimentos. Los pobres no compran productos importados. Es diferente hablar de los productos básicos que suben por la inflación, no por la devaluación de la moneda”.

En conclusión calificamos como cuestionable que los colombianos nos hayamos empobrecido un 14% o un 25% por cuenta de la devaluación. El aumento porcentual es de un cambio nominal, no de la devaluación, y además no es suficiente para explicar un empobrecimiento general. Las cifras que miden con mayor claridad la situación de la pobreza en Colombia las publica anualmente el DANE.