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Jueves, 26 Enero 2023

MiracleIn: febrero suele tener cuatro veces cada día de la semana, no tarda 823 años en repetirse

Por José Felipe Sarmiento

Al menos desde 2021 circula un mensaje en el que se afirma que “cualquiera que viva ahora jamás verá” otro mes con esa regularidad exacta de jornadas que, en realidad, no tiene nada de rara.

Con la advertencia de WhatsApp de que ha sido “reenviado muchas veces”, implementada por la aplicación de mensajería justamente para ayudar en la identificación de posibles desinformaciones virales, Colombiacheck recibió un mensaje donde dice lo siguiente:

“El próximo febrero es el último febrero que cualquiera que viva ahora verá jamás. Eso es porque el mes de febrero de este año tiene lo siguiente que sucede solo una vez en 823 años. Este febrero tiene: 4 domingos 4 lunes 4 martes 4 miércoles 4 jueves 4 viernes 4 sábados. Esto se llama MiracleIn. Luego envíalo a por lo menos 5 personas o 5 Grupos, y ocurrirá un milagro en 4 días. Basado en milagros bíblicos inexplicables. Envíelo dentro de los 11 minutos posteriores a la lectura” (sic).

La petición explícita que incluye el texto, para que las personas receptoras lo sigan compartiendo con sus contactos, es un llamado a la acción que constituye una señal típica de las desinformaciones que circulan por esa aplicación de mensajería instantánea y otras similares. Esto se mencionó en dos episodios de nuestro podcast Chequeo Amplificado en 2020, dedicados a las cadenas falsas en esa plataforma (parte 1 y parte 2).

Además, el mensaje ha migrado a Facebook (1, 2) por medio de usuarios entre los que se destaca la coreógrafa e influenciadora Antonina Canal Dávila. La herramienta de monitoreo CrowdTangle registra que, solo en esa red social, se han hecho al menos 238 publicaciones con casi 5.200 interacciones sobre este supuesto fenómeno desde mediados de diciembre de 2022 y la conversación ha ido creciendo a lo largo de enero de 2023, no solo en español sino también en otros idiomas como inglés, francés, portugués, indonesio y maratí.

Dada esta viralidad, Colombiacheck verificó y encontró que se trata de una desinformación que ya había circulado en 2022 y 2021, cuando la desmintieron colegas de AFP Factual y Chequeado. En realidad, casi todos los años se cumple la condición de que febrero tenga exactamente cuatro veces cada día de la semana; no es ninguna rareza y, por el contrario, ha sido igual por siglos.

De entrada, en general, el calendario completo de 2023 es idéntico en distribución de días y fechas a los de 1989, 1995, 2006, 2017, 2034, 2045, 2051 y 2062, entre otros. En total, son nueve años iguales en un periodo de 74, cercano a la esperanza de vida al nacer en Colombia. Es un asunto de matemáticas.

Específicamente sobre el conteo de cualquier febrero que no sea bisiesto, sus 28 días equivalen cuatro veces los siete días de la semana: 4 x 7 = 28. Por tanto, hay exactamente cuatro lunes, cuatro martes y así sucesivamente hasta cuatro domingos. Este es el caso de 2023 y lo fue también en 2022 y 2021.

La excepción, los bisiestos, ocurre solamente en los años que son múltiplos de cuatro. Así, el último febrero con 29 días fue el de 2020, que tuvo cinco sábados en lugar de cuatro, y el próximo será el de 2024, que tendrá cinco jueves.

Esto solo cambia si los años no solo son múltiplos de cuatro sino también de cien, o sea en cada cambio de siglo, a menos que sean divisibles por 400. Por eso cuando terminó el siglo XX, el año 2000 fue bisiesto (con cinco martes en febrero), pero 2100, 2200 y 2300 no lo serán; como no lo fueron 1900, 1800 y 1700, pero sí 1600.

Tomando el periodo del que habla la cadena, hace 823 años, en 1200, no existía la segunda parte de la regla porque no se había inventado el actual calendario gregoriano, que estableció las variaciones de cada 100 y 400 años. Este fue implantado por el papa Gregorio XIII en 1582 y adoptado inicialmente por los territorios católicos de la época.

En el calendario juliano, su antecesor, implementado en Roma desde 45 a.C., los bisiestos ocurrían cada cuatro años sin más excepciones y el día adicional también era el 29 de febrero. Por tanto, los otros tres años de cada ciclo también tenían 28 días ese mes.

Existe un rumor de que originalmente era más largo, configurado por el emperador Julio César con 29 días ordinarios y 30 en el ajuste, y que fue luego Octavio Augusto quien le quitó un día más para ponérselo a agosto, nombrado en su propio honor, e igualarlo a julio; pero no hay evidencia de eso (1, 2). El arqueólogo Néstor Marqués, a través de su iniciativa de divulgación Antigua Roma al Día, ha señalado que es un “bulo histórico” surgido de una conjetura de un monje y científico inglés del siglo XIII que hoy está descartada.

En realidad, enero y febrero nacieron en la reforma hecha al calendario romano original hacia 713 a.C. por el rey Numa Pompilio. Respectivamente, uno se creó con 29 días y el otro, desde entonces, solía tener 28, aunque podía quedar de 23 o 24 cuando se añadía un mes intercalar de duración variable y sin reglas claras para acomodar la duración anual a las estaciones.

Esto se explica porque februarius era el final del año. Según Marqués, en su libro Un año en la Antigua Roma, “estaba dedicado a los dioses del inframundo, a la purificación y a la expiación personal, por lo que su colocación en último lugar tiene sentido como preparación para entrar purificado y renovado en el nuevo año que se acercaba”.

Antes de la incorporación de estos cambios, solamente se contaban con nombre propio los 10 meses de marzo a diciembre, que sumaban 304 días. El arqueólogo aclara:

“¿Qué pasaba entonces con el resto de días que faltaban hasta completar el año solar? Macrobio, escritor romano del siglo IV, opinaba que los 61 días restantes se vivían hasta completar el ciclo de las estaciones, pero no se les daba nombre. Otros autores opinaban que se hacía uso de algún tipo de sistema de corrección temporal para ajustar periódicamente el año con las estaciones naturales”.

Las semanas de siete días, por otra parte, existen desde los calendarios lunares más antiguos, según le confirmó a Colombiacheck la historiadora Viviana Toro Gutiérrez. El sistema romano era inspirado en ellos pero más complejo, de acuerdo con el recuento que hace Marqués. No obstante, la semana de siete días ya era de uso común en el imperio de Augusto por influencia de las civilizaciones de Mesopotamia y Constantino el Grande la oficializó en 321 d.C.

Esto quiere decir que, al menos desde el siglo IV y probablemente mucho antes, es normal que los febreros ordinarios de 28 días tengan exactamente cuatro semanas de siete, pues ya se usaban ambas medidas de tiempo en simultáneo y con esas características. No es ninguna novedad ni se presenta solo una vez en la vida o en 823 años, como dice la cadena, por lo que la calificamos como falsa.