Tras mencionar el supuesto número de bloqueos que hubo en todo el país hasta el 7 de junio de 2021, fecha en que fue publicado el video de Paloma Valencia, la senadora añade otras cuentas sobre las afectaciones del Paro Nacional que comenzó el 28 de abril:

“He oído decir a los senadores de izquierda que es que en Colombia hay una dictadura. Claro que sí, la dictadura del paro, el dictador es el paro. Y miren las hazañas de este dictador. 436 establecimientos de comercio vandalizados y destruidos, más de 1.100 vehículos de servicio público destruidos, más de 230 estaciones de servicio público destruidas, más de 400 oficinas bancarias y otros 400 cajeros también destruidos”.

Pudimos constatar que las cifras fueron tomadas de un informe del Ministerio de Defensa y la Policía Nacional, publicado el 9 de junio, que incluye el conteo de bloqueos en vías del país desde el 28 de abril hasta el 2 de junio.

En el documento se da un “Balance general de afectaciones”, en el que se listan varias de las cifras publicadas por la senadora Valencia: 436 establecimientos comerciales, 1.196 buses de transporte público, 236 estaciones de transporte público, 457 oficinas bancarias y 432 cajeros automáticos afectados.

Colombiacheck consultó a la Policía Nacional sobre la fuente de estos datos, y lo que nos dijeron es que “las cifras estadísticas publicadas por la Policía Nacional, en el marco de la protesta social, se basan de acuerdo a las denuncias realizadas por la persona natural o jurídica afectada, las cuales son registradas en la base de datos SIEDCO ‘Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo’”.

Sobre qué gremios o entidades reportan dichas denuncias, contestaron que hace parte de la “reserva legal de la información”.

Sin embargo, encontramos una imprecisión en la declaración de la senadora Valencia alrededor de estas cifras, pues no todas se refieren a bienes “destruidos”, como ella señala. 

Según el mismo Ministerio de Defensa, las cifras son dadas como bienes “afectados”, que incluye daños menores, maltrato o vandalismo 

En el caso, por ejemplo, de los sistemas de transporte, Metrocali, la empresa encargada del MÍO en Cali, ha informado que aunque se han dado afectaciones graves, como la quema de buses, también hay otras “leves” o “intermedias”, cuyas reparaciones implican solo “actividades de pintura” o “reparación de mallas metálicas microperforadas”. 

Asimismo, en las cuentas entregadas por TransMilenio, el sistema de transporte de la capital, no solo se cuentan los buses con afectaciones graves, sino “los que han sido simplemente pintados”, como lo explicó el alcalde (e) de Bogotá, Alejandro Gómez, el pasado 18 de mayo. 

En el caso de los establecimientos comerciales, las cifras incluyen no solo afectaciones por locales “destruidos”, como cita la Senadora, sino por distintos daños materiales, como vidrios rotos. Consultamos a Fenalco, y aseguraron que también se tienen en cuenta los saqueos o robos. 

Por otro lado, sobre las cifras de afectaciones a cajeros y oficinas bancarias, el Ministerio de Defensa informó que usa como fuente de información a Asobancaria, el gremio de este sector en Colombia. 

Entonces consultamos a esta entidad, y desde su Oficina de Comunicaciones descartaron que se esté entregando un informe diario de afectaciones al Ministerio de Defensa, y sugirieron que esa cartera probablemente esté usando otra fuente de información.

Sin embargo, Asobancaria sí ha hecho informes periódicos de daños. La última versión, con corte al 20 de mayo, detalla “447 oficinas y 561 cajeros” con algún grado de afectación. En una publicación de Portafolio, las principales entidades del país reportaron desde “daños por incendio” hasta “afectaciones menores” como “puertas o vidrios astillados”.

En ese sentido, si bien las cifras de la senadora Valencia coinciden con lo publicado por el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional con corte al 2 de junio, no es preciso decir que el número de afectaciones corresponde totalmente a bienes “destruidos”, como asegura la congresista. Pues en las cifras se mezclan desde afectaciones graves a daños más leves. Por eso calificamos la frase como cuestionable.