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Falso
En redes sociales, como Facebook, Twitter y canales de mensajería instantánea como Telegram, circula una desinformación que afirma que la viruela del mono es un efecto secundario de la vacunación contra el COVID-19.
No obstante, esto es falso, pues la viruela del mono no pertenece a la misma familia de infecciones víricas que el COVID-19 y fue descubierta muchas décadas antes que el virus SARS-CoV-2, causante de la reciente pandemia, y sus vacunas desarrolladas en 2020.
Todas las publicaciones en redes sociales incluyen un collage de fotografías donde se ve a distintas personas afectadas con algunas manchas o brotes en diferentes partes del cuerpo, como la boca, brazos y manos.
En Colombiacheck hicimos una búsqueda inversa de las imágenes en Google que componen la desinformación (1, 2, 3, 4), pero no encontramos alguna coincidencia entre las imágenes y la viruela del mono.
En las tres plataformas, las publicaciones van acompañadas de la descripción: “¿La viruela de Mono? No!!! El principal efecto de un veneno llamado ‘(vacuna) Covid’” (sic), en la que se asocia la viruela del simio con las vacunas contra la COVID-19. Entre ellas, suman más de 50.000 vistas a esta desinformación.
Como explicamos en un artículo anterior, la viruela símica es una enfermedad rara, causada por la infección con un virus que pertenece al género Orthopoxvirus en la familia Poxviridae, la misma de la viruela humana que fue erradicada en 1980. Para que una persona se contagie, se requiere un contacto muy estrecho con otra que se lo pueda transmitir a través de mucosas, heridas, fluidos sexuales y gotas respiratorias de gran tamaño.
Durante los primeros cinco días luego de la infección, pueden aparecer síntomas como fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares (mialgias) y falta de energía (astenia intensa). Sin embargo, durante el periodo de erupción cutánea (que ocurre entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre), es cuando aparecen otros síntomas externos, como ampollas llenas de líquido (vesículas), llagas pequeñas llenas de pus (pústulas) y costras, que generalmente afectan primero el rostro y se expanden al resto del cuerpo.
La viruela símica es endémica de la República Democrática del Congo, en África, en donde en 1970 se detectó por primera vez en un niño de nueve años. Este fue el primer reporte en humanos. Esto quiere decir que la viruela del mono se descubrió 50 años antes del COVID-19 y 51 años antes de la vacuna contra el coronavirus.
A pesar de que en la actualidad no existe un tratamiento comprobado y seguro contra la viruela del mono, sí hay fármacos que son útiles durante el desarrollo de la enfermedad, como algunos antivirales.
Realizamos una consulta académica, pero no encontramos ningún estudio que diera evidencia de que la viruela del mono puede estar asociada a las vacunas contra la COVID-19. Sin embargo, sí hay estudios que vinculan la efectividad de las vacunas contra la viruela humana, con la viruela del mono y la protección contra este virus.
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), al haber una relación entre la viruela del mono con el virus que causa la viruela, su vacuna puede proteger a las personas contra la viruela del simio en un 85% cuando se administran antes de la exposición a la viruela.
Recordemos que los entre síntomas o efectos secundarios más comunes registrados tras la aplicación de las vacunas contra el coronavirus están el dolor, enrojecimiento o hinchazón en la zona de la inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, cansancio, escalofríos fiebre y náuseas, mientras que la viruela del mono se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas con pus, que hasta el momento, no hacen parte de los síntomas reportados por las entidades de salud.
Aunque con la vacunación, los informes de farmacovigilancia de la vacuna de Pfizer sí han identificado casos de erupciones cutáneas, se tratan de reacciones alérgicas, muy distintas a las tradicionales de la viruela del mono.
Esta desinformación fue verificada originalmente por AFP Factual y por el medio verificador de España, Newtral. Como parte de nuestra alianza #CoronaVirusFacts, un esfuerzo global liderado por la International Fact-Checking Network, IFCN (de la cual Colombiacheck es miembro), retomamos algunos apartes y voces de expertos.
En su artículo, Newtral citó al Rafael Blasco, virólogo del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), quien explicó al medio que las características cutáneas de la viruela del mono y las registradas como efectos secundarios de la vacuna anti Covid-19 son muy distintas.
“Las erupciones cutáneas que producen los Poxvirus, como el virus de la viruela y la viruela del mono, tienen un desarrollo muy específico”, señala Blasco, y agrega que “estas pústulas poseen una vesícula con líquido que luego se va desarrollando a costras, algo que no ocurre en ningún caso con las vacunas contra la COVID-19”.
David Heymann, profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas de la London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM) aclaró a AFP Factual que "No hay motivos para afirmar que el brote de viruela del mono esté relacionado con las vacunas".
Por su parte, el infectólogo Román Zucchi, del Sanatorio Sagrado Corazón de la Ciudad de Buenos Aires, también dijo a la AFP que no hay “ningún argumento biológico a favor” de la afirmación de que la viruela del mono es consecuencia de las vacunas contra el covid-19.
El especialista explicó que las plataformas de las vacunas actuales contra el covid-19 no tienen capacidad para “generar” virus, y menos un tipo de virus que no comparte la misma naturaleza que el SARS-CoV-2, que pertenece a la familia de los coronaviridae.
Con esta información Colombiacheck califica como falsas las publicaciones en redes sociales que aseguran que la viruela del mono es consecuencia del COVID-19 o algunas de sus vacunas para combatirlo.