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Falso
Hace algunos días publicamos un chequeo a la publicidad de Clean Vision, un medicamento que se promueve prometiendo, falsamente, que puede recuperar la visión de pacientes a cualquier edad y sin cirugía, y que emplea en sus piezas de propaganda fotos, datos y nombres falsos, además de difundir un supuesto escándalo de corrupción en una clínica colombiana que no existe.
Después, encontramos un caso similar de publicidad engañosa, pero esta vez para promocionar SugaNorm, un producto que supuestamente cura la diabetes mellitus tipo 2, “una enfermedad crónica en la cual hay un alto nivel de azúcar en la sangre”, según la enciclopedia médica MedlinePlus.
SugaNorm, de acuerdo con las publicaciones de Facebook y de diferentes portales [1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7] en los que se promueve [también encontramos que se oferta en Mercado Libre], es un producto que resulta de “una composición única de plantas medicinales” [no se especifica cuáles] y que consiste en “una forma especial de vitamina D que se llama estigmacalciferol (sic)”. Este viene en una presentación de 16 gramos y, casualmente al igual que Clean Vision, cuesta 119.900 pesos al aplicarse un descuento, porque el precio original es de 239.800 pesos.
Además, se dice, que contiene “magnesio, picolinato de cromo, ácido tióctico, coenzima Q10 y L-carnitina, betacaroteno, vitamina A, glutatión, zinc y vitamina E”.
Pero en Colombiacheck verificamos tanto la información de la que se valen para promocionar el producto como los supuestos beneficios que trae para los pacientes y encontramos que todo es falso.
Uno de los artículos que se usan como excusa para atraer lectores y difundir las supuestas propiedades de SugaNorm se titula “En Colombia están ocultando el descubrimiento único de sus propios científicos en el campo del tratamiento de la diabetes. El endocrinólogo principal de Colombia cuenta a quién le molesta el nuevo medicamento”.
Este consiste en una entrevista al doctor Fernando Lizcano Losada, que es presentando como un reconocido endocrinólogo, “uno de los líderes del desarrollo” del producto y quien supuestamente puede dar fe de cómo “la mafia farmacéutica colombiana que se beneficia de los diabéticos” y el gobierno han impedido que se conozca el medicamento.
En el texto se explica que Lizcano hace parte de un equipo de endocrinólogos de la Universidad médica de Bogotá [institución que no existe] que hace tres años desarrolló el producto, pero al que se le han cerrado todas las puertas para publicitar su descubrimiento. El motivo, según la entrevista, es que para los “dueños de las farmacias colombianas (...) es mucho más rentable vender medicamentos que solo reducen temporalmente el azúcar en la sangre que curar completamente la diabetes”.
Sin embargo, según nos comentó el propio doctor Lizcano, que sí es endocrinólogo, pero en realidad trabaja en la Fundación Cardioinfantil y en la Universidad de La Sabana desde hace más de 20 años, ni la entrevista ocurrió ni se puede rescatar nada de su contenido como verdadero.
“No hemos descubierto nada para la diabetes en ese sentido, ni tampoco hemos tenido problemas de gobierno ni nada de lo que dice ahí. Además, en la actualidad no existe ningún medicamento para curar la diabetes. Los tratamientos son para mantener los niveles de glucemia [concentración de azúcar libre en la sangre] dentro de límites normales y para prevenir las complicaciones. Pero en la actualidad no existe nada para curar”, nos explicó.
Así mismo, con la ayuda del endocrinólogo, identificamos varias de las imprecisiones del artículo y errores en la descripción de los supuestos componentes del producto.
Como nos dijo el doctor Lizcano, “hay mucha medicación que puede mejorar los síntomas y reduce la posibilidad de que la persona tenga complicaciones como infartos, daño renal, en el hígado o en el cerebro”.
Dentro de estos medicamentos se destacan, por ejemplo, la metformina, que, de acuerdo con MedlinePlus, ayuda a controlar la glucosa en la sangre (azúcar), disminuyendo la cantidad de glucosa que se absorbe de los alimentos y la cantidad que forma el hígado, así como también mejora la sensibilidad de los tejidos a la glucosa por lo que aumenta la captación periférica de la misma. Esto último contribuye aún más a disminuir los niveles de glucosa en sangre.
Por otra parte, se destacan los inhibidores de SGLT2 [como la dapagliflozina, canagliflozina y empagliflozina] que favorecen la excreción de glucosa (azúcar) por la orina, lo cual contribuye a la disminución de los niveles de glucemia en sangre.
En palabras de Lizcano, “el magnesio sí es importante para la función celular. Cualquier circunstancia, como el yodo, el calcio y el selenio, es necesario para la función de todos los tejidos. Pero no existe una referencia concreta en la que se haya indicado que el magnesio es necesario para la actividad de la insulina”.
No es cierto que este compuesto químico que, como aparece en varias referencias bibliográficas, se comercializa como un suplemento dietético tenga dicho efecto. La razón, según Lizcano, es que hasta el momento no se conocen exactamente cuáles son los mecanismos precisos que determinan la palatabilidad de los alimentos; es decir, los impulsos hedónicos por los que a una persona le puede gustar un sabor más que otro o un determinado alimento. Entonces tampoco se sabe cómo favorecerlos o desalentarlos.
Además de las falsedades que ya hemos expuesto, los portales en los que se promociona SugaNorm coinciden con todas las características por las que el Centro Cibernético Policial nos indicó que las paginas en las que se vende Clean Vision “se dedican a desinformar con el fin de promocionar un producto”.
Las dos tácticas son sumamente parecidas: se promocionan con un supuesto escándalo falso, usan nombres de instituciones colombianas que no existen y venden curas milagrosas para enfermedades crónicas.
Eso sin dejar de lado los detalles gráficos: las noticias con las que se llama la atención son las únicas disponibles en los portales y, al dar click sobre cualquier imagen o título, el navegador dirige siempre a un portal -muy parecido- donde en teoría se puede comprar el producto, pero se solicita ingresar datos personales para recibir una llamada de un asesor y poder adquirirlo.
Además, como escribimos en el artículo sobre Clean Vision, en ambos casos se incluyen contadores que señalan la expiración de la posibilidad de adquirirlo al precio mínimo, pero que, como comprobamos al hacer seguimiento durante varios días, terminan el conteo y empiezan de nuevo. Esta táctica se ha usado en otras estafas relacionadas con criptomonedas que desmentimos previamente [1 y 2].
A pesar de toda esta información, consultamos sobre la existencia de un posible registro sanitario del Instituto Nacional de Medicamentos y Alimentos, Invima, para la comercialización de SugaNorm. Por supuesto, según nos confirmó la jefe de prensa del instituto, no lo tiene.
Finalmente, igual que en el caso de Clean Visión, encontramos, además de los links que están circulando en Colombia, dominios en España, Reino Unido y Alemania en los que se publicita a SugaNorm, pero se cambian algunas características como el empaque y el nombre del creador, aunque se mantiene la apariencia de la página en donde se adquiere y la promesa de cura.
Así, calificamos como falsos los diversos portales con los que se publicita SugaNorm como un medicamento que cura la diabetes mellitus tipo 2. Este producto no tiene autorización legal para distribuirse en Colombia y ofrece información falsa sobre su supuesto desarrollador y sus beneficios. Lee más chequeos aquí.