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Cuestionable
Fabián Díaz Plata, representante de Santander por la Alianza Verde, dijo en Twitter que “Colombia les entregará 17 billones de pesos a los bancos” para enfrentar la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19, “mientras la ‘ayuda’ de [el presidente Iván] Duque para el pueblo es refinanciar los créditos”. En Facebook, agrupó todo como las “medidas del Gobierno Nacional” frente a la emergencia.
Colombiacheck encontró que los mensajes del congresista son cuestionables. Por un lado, porque la principal medida que menciona no provino del Gobierno (aunque contó con su visto bueno) y, por otro, porque este sí ha anunciado muchas más medidas aparte de la refinanciación de créditos, incluyendo subsidios que no les generan deudas a sus beneficiarios.
La entidad que anunció que pondría 17 billones de pesos a disposición del sector financiero para enfrentar los efectos negativos de la pandemia sobre la economía fue el Banco de la República. La decisión salió de una junta directiva extraordinaria el pasado 12 de marzo, como se explicó en un comunicado. De hecho, la cifra se amplió a 20 billones desde el 17 de marzo y a 23,5 billones al día siguiente.
Lo primero que hay que aclarar es que, por Constitución, el Emisor goza de independencia frente al gobierno de turno aunque el Ministro de Hacienda, en este caso Alberto Carrasquilla, preside la junta. Aparte de él, cada presidente solo puede nombrar a dos de los seis integrantes. Otro de los miembros es el gerente, que es elegido por el mismo organismo; el actual, Juan José Echavarría, está en el cargo desde 2017 y ha sido crítico del gobierno actual.
“Esta medida corresponde a una política monetaria, que está en manos del Banco de la República, no del Gobierno Nacional”, explica el decano de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda. En esta ocasión, Carrasquilla estuvo de acuerdo con la decisión y la calificó como “muy importante” en la rueda de prensa de la junta, pero eso no siempre es así. Mejor dicho, aunque el Gobierno tiene injerencia en el banco central y votos en su junta directiva, son instituciones aparte.
En segundo lugar, las empresas que se beneficien de esas operaciones para obtener liquidez (no solo bancos, también fiduciarias y comisionistas de bolsa, por ejemplo) entregan a cambio garantías en títulos de deuda pública y, en esta contingencia, también privada con buena calificación. Sepúlveda aclara que “no es ningún regalo, de ninguna manera”. Lo que hace el Emisor es comprar los bonos para liberar su valor inmediato y cobrarlos con intereses después de un plazo determinado.
Por otro lado, estas inyecciones no son nuevas ni exclusivas de emergencias. El Banco de la República lo hace todo el tiempo. “Puede comprar o vender bonos de este tipo para dar liquidez a la economía o restringirla, respectivamente”, dice el docente. La principal diferencia, por cuenta de la crisis actual, es el monto autorizado, además de la ampliación de las entidades que pueden acceder a los recursos y la admisión de títulos privados, pues antes solo recibía deuda pública. Hasta el 12 de marzo, la cantidad disponible era de 9 billones de pesos.
El mismo día que Díaz publicó sus mensajes, Presidencia anunció la destinación de 14,8 billones de pesos a la atención de la emergencia. Esto se materializó en el decreto 444 del pasado 21 de marzo, que crea un fondo para ese fin.
Uno de los usos que tendrían los recursos de esta nueva bolsa, que fueron tomados en calidad de préstamo de los ahorros de municipios y departamentos para otras contingencias, sería “efectuar operaciones de apoyo de liquidez transitoria al sector financiero”. Pero no es el único y, como contó el portal La Silla Vacía, no está claro qué proporción cumpliría ese propósito u otros parecidos, como el de “proveer directamente financiamiento a empresas privadas, públicas o mixtas que desarrollen actividades de interés nacional”.
Según el Ministerio de Hacienda, la prioridad con estos dineros será “atender las necesidades del sector salud”. Esto también está contemplado en la norma, aunque el monto de 6 billones que da la entidad en su explicación equivale a menos de la mitad del total. Entre estos gastos estarían la adquisición de pruebas para detectar Covid-19, el aumento de la capacidad hospitalaria y una especie de prima adicional para el personal médico que trabaja en atender la pandemia.
Con la creación del Fondo de Mitigación de Emergencias -FOME-, se está dotando al Gobierno nacional de los recursos necesarios para atender la crisis generada por el COVID-19. #AbrimosHilo explicando en detalle su funcionamiento y el origen de los recursos. #PrevenciónYAcción pic.twitter.com/2KXGPDnGFu
— MinHacienda (@MinHacienda) March 23, 2020
El profesor Sepúlveda considera que “es muy prematuro asegurar que no va a entrar nada de eso al sector financiero”, pero tampoco comparte la tesis de que el decreto esté pensado para los bancos. Argumenta que “el foco de esta recuperación está en darle liquidez a la economía, permitirles a las empresas pequeñas, medianas o micros que logren transitar estos próximos meses críticos con un flujo suficiente para cumplir sus obligaciones y sobrevivir; ese no es el caso de los bancos”.
En el comunicado del 18 de marzo, también se dijo que habría un respaldo de los bancos públicos con exceso de capital a “programas de garantías crediticias dirigidas a la micro, pequeña y mediana empresa”. En este caso, Sepúlveda también afirma que “hay que ver el detalle” porque esas entidades pueden ejecutarlos de forma directa o a través de la banca privada. Por ejemplo, el ministro Carrasquilla ya anunció una capitalización del Fondo Nacional de Garantías (FNG) con ese fin, el pasado 25 de marzo en el programa de televisión del presidente Duque sobre las medidas para enfrentar la pandemia.
Pero el Gobierno había anunciado otras medidas desde antes. Entre las primeras decisiones, estuvo la de entregar un giro adicional en los subsidios de los programas Familias y Jóvenes en Acción, así como el de Colombia Mayor. También se incluyeron el adelanto en la implementación de lo que Duque ha llamado la “devolución del IVA para los más pobres”, la reconexión del servicio de acueducto a quienes lo tenían suspendido por falta de pago y el apoyo del FNG a pequeñas y medianas empresas para el acceso a créditos. De todas estas, solo la última genera endeudamiento de los beneficiarios.
Así que las publicaciones del representante Díaz Plata, a quien Colombiacheck buscó por medio de su página de Facebook sin recibir respuesta, sustentaban su idea (que el presidente pretende endeudar a los colombianos en medio de la pandemia de Covid-19) con una sola política, aislada de todas las demás que generan beneficios sin adquirir nuevos compromisos crediticios, y en otra que no depende directamente del Gobierno Nacional sino del Banco de la República. Esto es lo que sustenta la calificación de cuestionables que les da Colombiacheck a esos mensajes.