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Falso
“Hipopótamos de Pablo Escobar hacen ‘peaje’ a conductores en Antioquia: piden comida para dejar pasar”, tituló el medio Infobae en una nota del pasado 2 de abril que reseña un video viral en redes sociales en el que se ve a varios de esos animales que abren su boca al paso de vehículos por una vía para que las personas les den alimentos.
Este artículo y otras publicaciones que han asociado el contenido con Colombia son falsos, pues este no tiene nada que ver con la invasión de esta especie en la cuenca del río Magdalena. Los dos clips que lo componen en realidad corresponden a un parque que queda en Indonesia, donde estos peligrosos animales están en cautiverio.
Esta desinformación alimenta una imagen inofensiva y amigable de estos mamíferos que puede poner en riesgo a quienes realmente se crucen con uno de ellos en vida silvestre. En realidad, son agresivos, muy territoriales y potencialmente mortales en sus interacciones.
La desinformación cruzó fronteras
El video ha circulado en diferentes plataformas con mensajes que lo relacionan con los hipopótamos invasores colombianos. Incluso, además de la nota de Infobae de principios de abril, llegó a otros medios internacionales.
Ok Diario, de España, subió una versión con su marca a TikTok y Facebook. Esta fue compartida luego en Instagram por dos cuentas de periodistas venezolanos, Las Primicias de Augusto Medina (@las_primicias) y Sandra Rondón (sandrarondon20).
En República Dominicana, Prensa Xtrema y Francisco Pérez, quien se identifica como presidente del medio, también difundieron la desinformación por su lado. No es la primera vez que este sitio cae en confusiones entre Colombia y otros países.
Infobae le dio el crédito al portal Emisario Informativo, de Cartagena, que había publicado el video a mediados de febrero, también diciendo falsamente que era de Doradal, corregimiento de Puerto Triunfo, Antioquia. Esta edición fue compartida el 5 de abril en X por el usuario Luis Aníbal Rincón Arguello (@Rincon001A), a quien ya hemos encontrado desinformando en chequeos anteriores (1, 2, 3).
El medio cartagenero también es mencionado como fuente para la reseña del contenido viral en la web sobre vehículos El Motor, del diario español El País. Este ya había publicado otra nota referente al supuesto “peaje” de hipopótamos en Colombia en noviembre de 2024, pero en ese entonces usó un clip con la marca de una cuenta de TikTok que ya no lo tiene en su perfil, @monthhgx, que aparentemente es de China y solo tiene 12 seguidores.
Al hacer una captura de pantalla del video viral y buscar coincidencias visuales en Google, aparecen resultados de diversas grabaciones en idiomas asiáticos hechas por turistas en un entorno muy similar al que se observa allí. El medio de periodismo ambiental EcoNews en Español había publicado uno con la denuncia sobre alguien que le había lanzado plástico en la boca a un hipopótamo y referenció que las imágenes provenían de Bogor, Indonesia.
En ambos casos, los animales están separados del paso vial cubierto de agua por una barrera de aparentes troncos, posiblemente artificiales. Al fondo también se ve la base de un árbol cortado en el mismo punto, igual en su forma y con vegetación muy parecida alrededor. Además, la curvatura de la carretera es la misma.
Que sea ese país del Sudeste Asíatico tiene sentido por otro detalle. El Artículo 45 de su Reglamento de Registro e Identificación de Vehículos Motorizados establece que la placa de carros particulares debe ser blanca, como las que se ven en las grabaciones. Estas no coinciden con las amarillas que se usan en Colombia, que también son menos alargadas.
Una serie de búsquedas adicionales en Google con palabras clave en inglés como “cruce”, “hipopótamos” y “Bogor” (1, 2, 3, 4), entre otras, nos llevó a Taman Safari, una cadena indonesia de parques y zoológicos que ofrecen recorridos en los que se puede ver de cerca y alimentar a algunos animales. En la sede de Bogor, una ciudad del área metropolitana de Yakarta, los hipopótamos parecen ser uno de los mayores atractivos.
Los resultados arrojaron una serie de videos en los que visitantes del lugar en efecto muestran el cruce en el que está permitido darles comida a estos mamíferos (1, 2, 3, 4, 5, 6). De nuevo, la coincidencia en varios elementos del paisaje confirma que se trata del mismo sitio de los clips en el contenido que se viralizó como si fuera de Colombia.
Por ejemplo, junto a la curva de la vía al fondo, se ve una pequeña caseta de madera con techo cónico. En el retrovisor de un carro que va cruzando también se refleja un aviso amarillo como el que aparece en el plano general al inicio del contenido que se hizo viral.
Esto quiere decir que los hipopótamos no solo están en Indonesia sino también que se encuentran en cautiverio. Encontrarlos en vida salvaje no es lo mismo.
De hecho, en el safari está “estrictamente prohibido” bajarse de los vehículos por seguridad de las personas. También hay normas para proteger a los animales, como la que ahora veta el comercio de alimentos en empaques plásticos dentro de las instalaciones, para evitar que se repita el ya mencionado incidente en el que le arrojaron una bolsa en la boca a uno de ellos.
Muy diferente es la situación de la descendencia del macho y las tres hembras que consiguió ilegalmente el narcotraficante Pablo Escobar para su Hacienda Nápoles, ubicada justamente en Doradal, a principios de la década de 1980. La gran mayoría vive en libertad, incluso fuera y muy lejos de lo que hoy es el parque temático en el que se convirtió la antigua finca del difunto jefe del Cartel de Medellín.
Desde entonces y sobre todo tras el escape de algunos individuos, la población invasora ha crecido. Se ha estimado en cerca de 200 ejemplares, distribuidos principalmente en la cuenca del Magdalena Medio y avanzado sobre todo aguas abajo. Ya habitan incluso en la depresión Momposina y el plan de manejo del Ministerio de Ambiente calcula que podrían llegar a ser más de 1.000 individuos para 2035.
El principal estudio en el que se basó ese documento, elaborado en convenio con el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos ‘Alexander von Humboldt’ y la Universidad Nacional, encontró registros de afectaciones a cultivos y al ganado, así como temor de los pescadores de las zonas que se los encuentran en medio de sus actividades (pág. 72 y siguientes). Sin embargo, lo más grave es que ya ha habido heridos:
“El reporte de ataques generados por los hipopótamos a dos personas de la comunidad, en 2020 y 2022, de acuerdo con entrevistas realizadas en el marco de la investigación, han encendido las alarmas para que se mantenga una distancia prudencial entre el observador y la especie. Dichos ataques han resultado en múltiples lesiones…” (pág. 73).
En 2020, nuestros colegas de Africa Check verificaron que esta especie mata aproximadamente a 500 personas al año en ese continente, donde está su hábitat natural. Con base en esta misma cifra, diversos escalafones la ubican entre las más letales para los humanos y la mayor entre los mamíferos salvajes, aunque el puesto es competido con los elefantes (1, 2, 3).
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Esto tiene que ver con que se trata de animales “agresivos, impredecibles y territoriales”, como los describió la bióloga Nataly Castelblanco en un análisis para el medio Razón Pública en 2022. “Una mordida con sus colmillos afilados puede dejar sin vida a un animal grande o a un ser humano”, advirtió.
Los hipopótamos invasores ya han sido objeto de desinformación verificada por Colombiacheck. La imagen dócil, casi doméstica, que se presenta de ellos con el video viral también contribuye a las narrativas que dificultan la educación de las comunidades, poniéndolas en riesgo, y le ponen trabas a la acción de las autoridades mientras el problema ambiental crece.