Pocos días después de que la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) presentara al país el capítulo de Hallazgos y recomendaciones le llovió una serie de críticas por lo que varios internautas consideraban era una tergiversación de la verdad.

Uno de esos usuarios fue Renata Sokolov Andrade, una cuenta de Twitter que dice pertenecerle a una politóloga. “El informe final de la Comisión de la verdad no consideró relevante hablar de los +18.000 (sic) niños reclutados por M19 (sic) FARC y ELN. NIÑOS. Niños”, tuiteó el 1 de julio de este año. 

Con más de 1.500 retweets y 2.591 me gusta Colombiacheck decidió verificarlo, de cara al capítulo “No es un mal menor: niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado”, que la CEV elaboró frente a este fenómeno.

No es un mal menor

En este explicador, Colombiacheck ya había precisado cómo está estructurado el Informe Final y señalado que uno de los ejes temáticos que se iba a publicar era el de la manera en que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes padecieron la guerra. Lo que no se pudo precisar fue cuándo iba a publicarse dicho capítulo, pues esos detalles no fueron revelados por la Comisión. 

En la mañana del pasado 5 de julio, el capítulo No es un mal menor: niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado se difundió por todas las plataformas de la CEV. El documento de 295 páginas recopila cerca de 200 historias de la manera como la guerra afectó a los menores entre 1958 y 2016. Para construirlo se recogieron 2.744 testimonios (de los cuales 50 fueron a personas que aún son menores de edad). Además el equipo de investigadores recibió 140 informes y 75 casos.

El documento señala que más del 50 % de las personas desplazadas en Colombia eran niños, niñas y adolescentes cuando ocurrió el hecho. Solo entre 1985 y 2019 se presentaron 3.049.527 casos. Por otro lado, 64.084 menores de edad murieron por causa del conflicto armado entre 1985 y 2018. El informe es claro en advertir que el reclutamiento no es fortuito, por el contrario es una violencia intencional y cerca de la mitad de los reclutamientos fueron contra menores de 15 años.

Varios actores armados ilegales cometieron esta práctica, pero las FARC resaltan sobre todos los demás. La CEV estima que solo las FARC fueron responsables de cerca del 75 y 77 %  del reclutamiento de menores de edad entre 1990 y 2017 en casos documentados, lo que oscila entre 20.227 y 31.322 menores reclutados, reza el Informe.

“La Comisión de la Verdad acudió al modelo de estimaciones, que para el periodo de 1990 al 2017 indica que hubo entre 27.101 y 40.828 niñas, niños y adolescentes reclutados”, se lee en el documento señalando a todos los actores armados

De esta manera, es falso lo que señala la usaria de Twitter al afirmar que la Comisión no “consideró relevante” hablar sobre la situación de los menores en el conflicto armado. Pero, ¿por qué en el tuit la internauta hace referencia a la cifra de 18 mil menores reclutados cuando la Comisión hace estimaciones muy superiores del fenómeno? 

En agosto del año pasado, la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) concluyó preliminarmente para el Caso 07 que en el país hay un universo de 18.677 víctimas de reclutamiento forzado. Cifra que resultó de cruzar 31 bases de datos consolidadas por 36 informes presentados por organizaciones del Estado, de víctimas y de instituciones universitarias. Sin embargo, el modelo predictivo utilizado por la CEV estima que los casos pueden ser más del doble a los documentados por la JEP.

Algunas historias de reclutados por M-19, FARC y ELN

Contrario a lo que señaló la usuaria de Twitter, Renata Sokolov Andrade, el informe sí recoge historias de reclutamiento de menores en los que los responsables son grupos guerrilleros.

Una que compromete al M-19 es la de Libardo, un indígena que a sus 16 años fue reclutado por esa guerrilla a finales de la década del 80. A raíz de la precaria situación de escolaridad del campo y, para la época, el inexistente enfoque de educación étnica, el joven ingresó a las filas del grupo irregular.

“Era muy difícil estudiar en esa época, ser bachiller era para ciertas personas muy escogidas, no había un colegio que reconociera a los indígenas que entraran, era para la gente mestiza no más. Eran muy poquitos los que iban a estudiar, solamente salían dos personas que tenían el valor de hacer el bachillerato. Entonces yo creo que de ese momento surge, para no estar así en la vereda, la idea de irme al monte. A los once años salgo a hacer un proceso de lucha”, recoge el informe en la página 148.

De las múltiples historias de reclutamiento de las FARC, el informe incluye, en la página 150, el caso  de Miguel, quien en 1995, a la edad de 14 años, fue incorporado en las filas farianas en Uribe, Meta. Sin ser llevado a la fuerza Miguel se vinculó por la manera en que para la época los militares se relacionaban con la población civil de la región.

“Muchos nos fuimos para esa organización. No fui yo solo, las FARC creció muchísimo por la irresponsabilidad del Ejército. En mi época, cuando entraban a la región todo mundo se escondía; al que no, lo pateaban, lo mataban. Entonces no mirábamos al Ejército como un amigo, sino como un enemigo. Ellos eran así porque decían que todo mundo era guerrillero”, se lee.

Sobre el ELN incluyeron la voz de Tania, una jóven de 14 años reclutada por la Compañía Lucho Quintero Giraldo en Cajibío, Cauca, en el año 2000. Terminó patrullando la selva porque en su hogar sufría de graves episodios de violencia intrafamiliar.

“Y pues, ¿qué les puedo decir de la niñez? Cuando uno se cría sin amor, sin afecto, toma malas decisiones. Ya estando reclutadas dije que era lo mejor porque ya no iba a tener a mi mamá a mi lado para que me juetiara, mis hermanos eran muy duros conmigo. Entonces miré que lo más fácil era irme”, se aprecia en el apartado “Violencias al interior y hacia la familia” de dicho capítulo.

Adicionalmente, el Informe Final recuerda que la responsabilidad en los crímenes de reclutamiento de menores no solo recae sobre las guerrillas. Aunque las FARC son responsables de la gran mayoría de casos, no fueron los únicos que reclutaron niñas, niños y adolescentes.

“Tras la conformación de las AUC, esta organización también aumentó el reclutamiento, pasando de 29 víctimas registradas en 1997 a 334 en el 2004. Entre 1996 y el 2004, las AUC concentraron el 66 % de sus casos. Las mayores cifras de reclutamiento se dieron en el 2003 y el 2004, cuando se estaban desmovilizando y empezaron a aparecer nuevas estructuras armadas”, se lee en la página 136 del capítulo No es un mal menor.

Por eso, desde Colombiacheck calificamos como falsa la publicación que asegura que la Comisión de la Verdad  no habló sobre las afectaciones a los menores de edad dentro del conflicto armado. 

(*) Este texto hace parte del proyecto Memorias del Conflicto que verifica la desinformación que circula en redes sociales sobre el Informe Final de la Comisión de la Verdad y es financiado por el Centro Internacional de Justicia Transicional y la Embajada de Noruega en Colombia.