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Falso
“La FDA en su reunión virtual de ayer: “Fuimos engañados por (Pfizer) acerca de la seguridad de la vacuna… Los ataques cardíacos son 71 veces más altos que otras vacunas”, dice una publicación en Facebook compartida el pasado 21 de septiembre.
Mensajes similares también compartidos en esa red social y en Twitter han indicado que esa vacuna contra el COVID-19 “mata a dos personas por cada vida salvada”. Otros usuarios de Facebook señalaban que la afirmación la había hecho Steve Kirsch, “asesor del Comité de Vacunas Covid-19 de la FDA”.
Sin embargo, ni las declaraciones son de la FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, ni Kirsch es asesor de esta entidad, al contrario, se trata de un magnate de la tecnología que se ha convertido en un difusor de desinformación, como se muestra en este artículo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Las publicaciones comparten una captura de pantalla de una reunión virtual en YouTube del Comité asesor de vacunas y productos biológicos relacionados (VRBPAC, por sus siglas en inglés) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). La imagen indica que el evento se realizó el viernes 17 de septiembre y que se inició a las 8:30 a.m.
En efecto, dicho evento virtual se llevó a cabo ese 17 de septiembre como se puede ver en su página de internet y en el canal de YouTube del Comité.
Sin embargo, es falso que las afirmaciones viralizadas provengan de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. En realidad, las realizó Kirsch, quien no es miembro ni trabaja para la FDA, como ese mismo organismo se lo confirmó al servicio de verificación de la agencia de noticias estadounidense Reuters - que forma parte de la red internacional de verificadores IFCN, a la que pertenece Colombiacheck-.
Kirsch participó en ese evento, como se puede ver a partir de las 4:20:15 horas del video, tras presentar una solicitud para hablar en la audiencia pública, que era una de las secciones de la actividad de la FDA y donde cualquier persona podía tener la palabra. Así quedó especificado en el comunicado de prensa de la FDA.
“Las personas interesadas pueden presentar datos, información u opiniones, oralmente o por escrito, sobre asuntos pendientes ante el comité”, indicó la agencia.
En su intervención, Kirsch se presentó a sí mismo como director ejecutivo del Fondo de Tratamiento Precoz del COVID-19 (CETF, por sus siglas en inglés), una plataforma que promueve el uso de medicamentos antivirales contra el nuevo coronavirus.
El empresario empezó su presentación diciendo que quería enfocarse en el “elefante en la habitación” del que nadie quiere hablar refiriéndose luego a que la vacuna Pfizer/BioNTech “mata a más personas de las que salva”. El magnate también afirmó que “los datos demuestran que los infartos son 71 veces más frecuentes con esa vacuna en comparación con cualquier otra”.
Kirsch cita varios documentos para sustentar su afirmación. El primero es un estudio publicado el pasado 28 de julio en medRxiv, un portal que distribuye informes preliminares sobre ciencias de la salud.
Dicho documento, que no ha sido revisado ni certificado por pares, dice que 18 participantes, de los 44.000 voluntarios que participaron de los ensayos de la vacuna de Pfizer/BioNTech, murieron durante los seis meses después de recibir la vacuna. Y que otros 16 fallecimientos se presentaron en el grupo que recibió el placebo. El estudio, sin embargo, aclara que las muertes no están vinculadas directamente con la vacuna y que ésta cumple con los requisitos para ser segura.
La vacuna COVID-19 de Pfizer es la única aprobada por la FDA en Estados Unidos. Las vacunas Moderna y Johnson & Johnson también se usan en ese país, pero bajo una autorización de uso de emergencia.
El magnate también cita al VAERS (Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas, por sus siglas en inglés). Esta base de datos es un sistema de advertencia temprana para monitorear eventos desfavorables ocurridos después de la vacunación. Cualquier persona vacunada puede hacer una notificación.
Dicho sistema es manejado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la FDA.
La página de los CDC, sin embargo aclara que “los informes de reacciones adversas enviados al VAERS después de la vacunación, incluidos los casos de muertes, no significan necesariamente que una vacuna haya causado un problema de salud”.
Y añade: “algunos informes pueden contener información incompleta, imprecisa, coincidente o no verificable (… ) La mayoría de los informes enviados al VAERS son voluntarios, lo que significa que están sujetos a parcialidades. Los datos de los informes del VAERS siempre deben interpretarse teniendo en cuenta estas limitaciones”.
Desde el 14 de diciembre, cuando empezó la vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos, 401 millones de dosis de vacunas se han aplicado en ese país, de acuerdo con cifras de OurWorldinData. De acuerdo con el VAERS, en ese mismo periodo “se han recibido 8.390 informes de muerte (0,0021%) entre las personas que recibieron una vacuna”, pero aclara que “una revisión de la información clínica disponible, incluidos los certificados de defunción, la autopsia y los registros médicos, no ha establecido un vínculo causal con las vacunas COVID-19”.
Aún si todas las muertes registradas en el VAERS estuvieran relacionadas con la vacuna, la información dada por Kirsch sobre que de acuerdo con ese sistema “por cada vida salvada, dos personas mueren”, no coincide con los datos.
El VAERS también ha recibido notificaciones sobre diversas enfermedades como Guillain-Barré, trombosis y anafilaxia, pero no hay datos sobre ataques cardíacos. La única información relacionada con padecimientos del corazón son alertas de miocarditis y pericarditis.
De acuerdo con los CDC, al 29 de septiembre -fecha más reciente de actualización- “se han recibido 1.590 informes de miocarditis o pericarditis entre personas de 30 años o menos que recibieron la vacuna COVID-19. La mayoría de los casos se han notificado después de la vacunación con ARNm COVID-19 (Pfizer-BioNTech o Moderna)”.
De esas 1.590 alertas, se han confirmado 906 casos. Sin embargo, esa entidad advierte que “la mayoría de los pacientes con miocarditis o pericarditis que recibieron atención respondieron bien a los medicamentos, se sintieron mejor rápidamente y pudieron regresar a sus actividades diarias normales”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que vacunarse es una de las mejores formas para protegerse contra el COVID-19 y que todas las vacunas son seguras. “Las vacunas contra la COVID-19 protegen contra esta enfermedad porque inducen inmunidad contra el virus SARS-Cov-2 que la causa, es decir, reducen el riesgo de que este cause síntomas y tenga consecuencias para la salud”, explica el organismo sanitario.
En resumen, no es cierto que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dijera que las vacunas contra el COVID-19 “mataran a más personas de las que salvaban”. La afirmación falsa la hizo el magnate de la tecnología Steve Kirsch durante una audiencia pública organizada por la FDA, pero de la que no es representante.