Pasar al contenido principal

Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero... Verdadero pero...

Verdadero pero...

Lunes, 11 Octubre 2021

Paloma Valencia atinó en cifra de niños sin clases presenciales, pero no son solo del sector público

Por José Felipe Sarmiento

En septiembre de 2021 había casi 4 millones de estudiantes que no habían vuelto a las aulas ni siquiera algunos días, pero ese dato también incluía a los de instituciones privadas, aunque son menos.

La senadora Paloma Valencia publicó un trino el 25 de septiembre de 2021 en el que afirmó que “más de 4 millones de niños del sistema público de educación no han vuelto a clases”, hecho que les atribuyó a “maniobras” sin mayores especificaciones.

Ante la gravedad del dato, puesto que ese número equivale a 4 de cada 10 estudiantes matriculados según el Ministerio de Educación, Colombiacheck decidió verificarlo. Como primer paso de la metodología de chequeo, este portal intentó comunicarse con la congresista del partido Centro Democrático para preguntarle por su fuente, pero no obtuvo ninguna respuesta.

La cifra era correcta para la fecha en la que fue publicada por Valencia, aunque incluía también la información de instituciones privadas, no solo del sector público como dijo la líder política. Por este descache, la frase resultó “verdadera pero”.

El Observatorio de Gestión Educativa de la Fundación Empresarios por la Educación (ExE) tiene un tablero de datos dedicado a la reapertura educativa y el retorno a la presencialidad en las aulas en primaria, secundaria y media. Su fuente es la Dirección de Fortalecimiento a la Gestión Territorial del Ministerio de Educación (Colombiacheck también le pidió la información directamente a esta entidad, pero no ha respondido).

El corte más reciente al momento de publicar esta nota es del 30 de septiembre de 2021, posterior al trino de la senadora. El registro indica que, entre los 9,9 millones de estudiantes matriculados en Colombia, hay 7 millones con algún grado de retorno a la asistencia de los alumnos en persona. Por tanto, faltan cerca de 3 millones por volver, incluyendo a 2,4 millones en instituciones públicas y 467.000 en las privadas.

“Los colegios adoptan unos modelos de presencialidad de acuerdo a lo que más les convenga. Cada sede decide cómo le funciona mejor”, explica el analista de datos del observatorio, Federico Yepes. Es decir que no todos están yendo todos los días, sino que hay variaciones con respecto a la intensidad y los horarios de las actividades.

Esto se da en función de los protocolos de bioseguridad definidos por el Ministerio de Salud y adoptados por el de Educación en junio de 2021. El avance depende sobre todo del progreso de la vacunación contra el COVID-19 en cada territorio, aunque también tiene en cuenta la seroprevalencia (qué porcentaje de la población ya ha tenido contacto con el SARS-CoV-2) y la capacidad local del sistema de salud.

No obstante, el reporte más reciente para el momento en el que Valencia publicó su trino era del 6 de septiembre de 2021. En ese momento, las cifras eran aún más preocupantes y efectivamente se aproximaban a los 4 millones de niños sobre los que ella escribió, como se puede consultar en el historial ubicado al final de la segunda página en el mismo tablero de ExE.

En ese momento había 5 '950.913 estudiantes con clases presenciales. O sea que sí faltaban 3 '987.501 por retornar. No eran “más de 4 millones”, pero casi. Así lo habían reportado también en medios de comunicación días antes, a raíz de un llamado de la Procuraduría para acelerar la reapertura educativa.

La mayoría de quienes aún no habían vuelto a las aulas pertenecía al sistema público, pero no todos como afirmó la congresista en Twitter. En ese sector, se contaban 3,4 millones de estudiantes sin presencialidad. Los otros 613.000 eran de colegios privados, el 15 % del total.

En consecuencia, el trino de la senadora Valencia es “verdadero pero” porque el dato de estudiantes que faltaban por volver a clases se ajusta a los datos que había disponibles en ese momento pero se equivoca al atribuir toda la cifra a las instituciones públicas. Las privadas también hacían parte del dato, aunque en una proporción mucho menor.