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Miércoles, 03 Febrero 2021

Petro malinterpretó la eficacia de las vacunas contra el COVID-19

Por José Felipe Sarmiento

El senador criticó el 66 por ciento de la vacuna de Janssen en contraste con los datos de otras farmacéuticas que comparó sin rigor, al tiempo que omitió lo más importante: todas evitan hospitalizaciones y muertes.

Según un trino que el senador Gustavo Petro publicó el 29 de enero, la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio Janssen “ha resultado ser de las más ineficaces hasta ahora construidas”, mensaje al que le adjuntó un artículo de CNN en Español con un titular en el que se afirma que tiene un 66 por ciento de “efectividad” (término inexacto, porque la efectividad se refiere al uso de la vacuna en condiciones reales y no a los resultados de eficacia que se hacen en los ensayos clínicos controlados).

Trino de Gustavo Petro sobre eficacia de la vacuna Janssen contra COVID-19

Colombiacheck encontró que la afirmación es cuestionable porque la comparación no es rigurosa. Por la forma como se calculan, los porcentajes conocidos sobre la eficacia de diferentes vacunas no siempre miden lo mismo: pueden referirse a la prevención de casos leves, graves, muertes o incluso a la transmisión. Así, la comparación intuitiva entre ellos es inapropiada y deja por fuera información relevante para entender su verdadera utilidad.

Además, la cifra salió de un comunicado de prensa de Johnson & Johnson, la multinacional propietaria del laboratorio, porque el estudio completo todavía no es público. El 66 por ciento se refiere a la protección contra formas “moderadas y severas” de la enfermedad (a partir de dos síntomas leves o uno solo más delicado, como la falta de aire).

Sin embargo, la misma fuente dice que el resultado de eficacia es del 85 por ciento frente a evoluciones graves del COVID-19 (hospitalizaciones en cuidados intensivos o muertes, entre otras) en el primer mes después de la aplicación de la vacuna y que, después de otras tres semanas, la cifra aumentó al 100 por ciento. CNN también lo aclara en el contenido de la nota que Petro enlazó en su publicación e incluso lo incluyó en el titular más tarde.

El químico farmacéutico experto en vacunas David Bautista, profesor de la Universidad de Antioquia, afirma que la eficacia de la vacuna de Janssen en los dos escenarios planteados es “muy alta”. Señala que cualquier valor por encima del 50 y el 80 por ciento, respectivamente, sirve para disminuir la presión que la pandemia ha creado sobre los sistemas de salud y salvar vidas.

Lo que sí advierte el docente es que el énfasis en esos valores “confunde a la gente”. Por eso señala que “lo que de verdad debe importarnos” es que todas las vacunas han reducido en más del 90 por ciento la probabilidad de que las personas sean internadas en unidades de cuidados intensivos (UCI) o mueran por complicaciones de la infección.

Aunque la operación matemática para el cálculo de la eficacia es igual, los criterios de evaluación en las pruebas de las vacunas tienen algunas diferencias entre farmacéuticas y eso dificulta las comparaciones entre porcentajes específicos, como la que hizo Petro. No obstante, los resultados sí permiten inferir que las diferentes opciones de vacunas para prevenir el COVID-19 que han superado de forma exitosa la tercera fase de los ensayos clínicos son útiles para prevenir los peores desenlaces de esa enfermedad.

Ese es el caso de todas las que el Gobierno Nacional ha anunciado que se usarán en Colombia. Aparte de la compra de 20 millones de dosis surtidas por medio del Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax), el portafolio detallado por el Ministerio de Salud está compuesto por:

  • Janssen: 9 millones de dosis para el mismo número de personas (es la única de una sola aplicación).
  • Pfizer-BioNTech: 10 millones de dosis para 5 millones de personas.
  • Moderna: 10 millones de dosis para 5 millones de personas.
  • AstraZeneca-Universidad de Oxford: 10 millones de dosis para 5 millones de personas.
  • Sinovac: 2,5 millones de dosis para 1,25 millones de personas.

Sobre la vacuna de Pfizer y BioNTech, la información que dan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos es que los ensayos han arrojado una eficacia de 95 por ciento contra cualquier síntoma y “se espera que también prevenga hospitalizaciones y muertes” incluso al 100 por ciento, aunque se advierte que no hay certeza sobre la cifra exacta.

La situación es similar con Moderna. El dato es del 94,1 por ciento en la prevención de cualquier forma sintomática de COVID-19. De acuerdo con los CDC, esto permite inferir su utilidad para prevenir las hospitalizaciones y las muertes, a pesar de que se reportaron algunas en sus pruebas clínicas (en menos del 0,001 por ciento de los vacunados).

Para el producto de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la eficacia frente a cualquier síntoma en sus estudios dio 70,4 por ciento (aunque varió entre 62,1 y 90 por ciento porque probaron diferentes cantidades para la primera dosis en diferentes grupos). Además, no presentó ningún caso de hospitalización o muerte entre sus vacunados, frente a 10 casos entre las personas que recibieron un placebo.

Por último, la de Sinovac ha reportado una eficacia incluso más baja que la de Janssen en términos generales, del 50,4 por ciento, frente a COVID-19 “leve y severo”. Sus datos son muy variables entre países, pero la muestra más grande es de Brasil, donde ningún vacunado ha tenido que ser hospitalizado.

Entre tanto, quedan abiertas otras preguntas que se están investigando sobre el efecto de la vacunación en la transmisión del virus. 

En cuanto a las mutaciones de éste, el profesor Bautista asegura que “no hay que alarmar tanto a la gente con eso porque es muy probable que las vacunas sigan sirviendo”. Incluso algunos de los estudios clínicos se han hecho, al menos parcialmente, en los países donde se han originado las tres variantes de interés que hay en este sentido: el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.

Finalmente, el investigador destaca que “hay aspectos más relevantes que la eficacia” a la hora de evaluar las vacunas, desde variables logísticas como el número de dosis o las temperaturas de refrigeración hasta cuestiones farmacológicas como las posibles contraindicaciones para ciertas personas. De ahí, la importancia de que el país tenga un portafolio diversificado, como lo han señalado las autoridades y reconoce el docente.

La crítica de Petro es cuestionable porque reduce el análisis a la eficacia y, además, la compara de forma inapropiada porque no tiene en cuenta los diferentes tipos de protección a los que se refiere cada porcentaje. Colombiacheck le preguntó a su equipo de comunicaciones si tenía fuentes adicionales o alguna aclaración que hacer con respecto a su trino, pero no dio respuesta.