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Falso
“Atención denuncian de un ‘Cartel del COVID-19’”. Con estas palabras se inicia un post de Facebook que se ha viralizado durante la pandemia por el nuevo coronavirus en Colombia. La publicación, que se ha compartido más de 38.000 veces, alerta a la ciudadanía sobre “un macabro plan corrupto con falsos positivos de coronavirus” que supuestamente tienen los “hospitales, las ESP y las funerarias”.
“Al rededor de todo el país crecen las denuncias de que hospitales y funerarias están haciendo pasar enfermos comunes como enfermos por covid-19. Al parecer para cobrar suma exorbitantes de dinero al estado y en caso de fallecer la persona, en concierto para delinquir con las funerarias estarían imponiendo a los familiares el costoso y doloroso proceso de la cremación del cuerpo (sic)”, se dice en una de las frases del post.
Para sostener esto, en la publicación se presentan cuatro casos de pacientes que murieron o que se enfermaron de coronavirus y se dice que sus diagnósticos les produjeron desconfianza a sus familiares. Pero en Colombiacheck encontramos que algunos de los casos son falsos, mientras que otros dejan por fuera parte importante de la información para entender la razón por la que se sospechaba de COVID-19, por lo que generaron denuncias en redes sociales por falta de información sobre los protocolos de manejo de pacientes y de cadáveres.
Consultamos a una de las funcionarias de prensa de la Alcaldía de Barranquilla sobre este caso. Nos respondió que no tenían registro de ninguna mujer del departamento de La Guajira de 39 años que hubiese sido cremada en la ciudad. Sin embargo, sí encontró el de dos mujeres wayúu que fueron cremadas: una de 30 y otra de 31 años. “Se cremaron por sospecha de COVID, como dicta el protocolo de OMS y MinSalud”, explicó la funcionaria.
Además, nos compartió el comunicado de prensa que publicó con respecto a estos casos. “En medio de la pandemia, todo paciente con alguna sintomatología respiratoria se considera sospechoso y debe tomársele muestra de COVID-19. Si la persona muere antes de ser tomada la muestra, se le debe hacer la prueba y debe ser tratado como caso sospechoso, por lo que, insistimos: su familia no puede tener contacto con el cuerpo”, se lee en el documento.
Según nos explicó Luis Montival, uno de los asesores de comunicaciones de la clínica, este caso sí ocurrió en la institución, pero no se debió a una acción indebida, sino que el proceso se realizó según los protocolos establecidos para los casos sospechosos de coronavirus.
“Cuando una persona fallece por coronavirus o con sospecha de coronavirus, el paciente se debe llevar a la funeraria y es cremado. Si después llega el resultado de la prueba y es negativo, no hay nada que hacer porque el protocolo nos exige hacer la cremación. Cuando uno ve la parte humana es difícil, pero es lo que ha establecido el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud”, explicó.
Consultamos sobre este caso a Hortensia Muñoz, directora comercial de la clínica, quien nos compartió el comunicado de prensa que emitió la institución al respecto. En el documento se explica que el señor Ramón Figueroa [abuelo de María Fernanda Figueroa], de 85 años de edad, ingresó a la clínica “por trastornos neurológicos asociados a fiebre con sintomatología urinaria y respiratoria”.
Entonces, según el comunicado, después de que el equipo de salud le hiciera exámenes de laboratorio e imágenes diagnósticas, le diagnosticaron “infección de vías urinarias e infección de vías respiratorias aguda”. Es decir, sí tenía un padecimiento que podía relacionarse con la COVID-19.
“De acuerdo a los lineamientos del Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de Protección Social y con las medidas de bioseguridad con el uso de los elementos de protección personal, se tomaron muestras para confirmar o descartar infección por SARS COV 2/COVID19 y se hospitalizó en sala de aislado en habitación unipersonal designados para el manejo de paciente con estas características para recibir tratamiento para su infección urinaria, mientras se esperaba el resultado de la prueba de COVID”, se lee en el documento. Este es un procedimiento que se realiza para prevenir el contagio de otros pacientes, de los familiares y del personal de salud.
Sin embargo, explican que “los familiares solicitaron la salida voluntaria” antes de que llegara el resultado de la prueba, a pesar de que se les recomendó la importancia del manejo intrahospitalario para el paciente. La prueba resultó positiva.
El equipo de urgencias de la Clínica General del Norte publicó un video en Facebook para aclarar el caso y rechazar la difusión de este tipo de desinformación.
La directora comercial de la institución también nos compartió el comunicado de prensa que se emitió sobre este caso. En este documento se explica que la paciente, de 81 años, cuando ingresó a la clínica presentó, además de la fractura de fémur, “insuficiencia respiratoria en ventilación mecánica, sepsis de origen pulmonar en tratamiento, sospecha de infección por SARS-CoV-2 y sospecha de neumonía atípica tipo SARS-COVID-19”.
“A la paciente se le tomaron las muestras durante su hospitalización y además se tomó una muestra post mortem siguiendo los lineamientos de la norma”, dice el comunicado.
La prueba después de la cremación de la paciente resultó negativa, pero de acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Salud, deben ser cremados los pacientes sospechosos de COVID para prevenir la diseminación del virus.
Debido a estos casos y a múltiples denuncias del mismo tipo que se han difundido en redes sociales, queremos aclarar por qué, de acuerdo con las clínicas, pueden presentarse este tipo de casos en que un paciente sea cremado sin la confirmación de que tenga COVID-19 y esto no significa que haya un mal procedimiento.
Como explicamos en otro chequeo, de acuerdo con las Orientaciones para la vigilancia en salud pública de la COVID-19 del Instituto Nacional de Salud y las Orientaciones para el manejo, traslado y disposición de cadáveres por COVID-19 del Ministerio de Salud, no solo se creman los cadáveres con pronóstico confirmado de COVID-19.
“El riesgo de contagio al personal que ejecuta autopsias o procedimientos de tanatopraxia y la probabilidad de diseminación de la enfermedad por la manipulación de cadáveres no se conoce, pero (...) puede ser alto, teniendo en cuenta que, en ausencia de la aplicación de un método de diagnóstico masivo, todo caso debe considerarse potencialmente positivo. Por tanto, los cuerpos de personas fallecidas con diagnóstico confirmado, sospechoso o probable de SARS-COV-2 (COVID19), debe realizarse con la mínima manipulación posible”, dice el documento de MinSalud.
Los casos confirmados son aquellos que se determinan a través del examen de laboratorio, “independientemente de los signos y síntomas clínicos”. Los sospechosos son aquellos que tienen infección respiratoria aguda grave, que requieren hospitalización, pero no tiene otra etiología [causa de la enfermedad] que explique completamente el cuadro clínico. Y los probables son los casos sospechosos en los que la prueba de laboratorio no se realizó o su resultado no es concluyente.
En ese sentido, es posible que se incineren cadáveres sin confirmación de COVID-19. La lógica: es mejor incinerar un cadáver y luego confirmar que no tenía COVID-19 que dejar de hacerlo y luego confirmar la enfermedad.
También le pedimos a María Ángela Mejía, directora corporativa de crecimiento de Grupo Recordar [una compañía de previsión exequial y funeraria] y conocedora de los protocolos de manejo de cadáveres, que nos ayudara a entender la razón de fondo para cremar a los fallecidos sin prueba positiva.
Nos explicó que, los cadáveres se deben cremar en el menor tiempo posible para disminuir el riesgo que podrían representar para las familias y el personal que entre en contacto con el cuerpo.
Además aclaró: “en todo el proceso de diagnóstico de COVID-19 que realizan las IPS se pueden presentar demoras, hablamos de horas o inclusive días. Por eso los resultados pueden llegar a la familia incluso después del deceso. Para esos casos, la norma establece que es prioridad la salud pública y por ello las empresas de servicios funerarios proceden a seguir los protocolos de cremación”.
Con esta versión coincidió Alejandro López, secretario de Salud de Bogotá, en la sección de preguntas y respuestas en el Facebook Live de la alcaldía, el 21 de julio. “La decisión tomada por salud pública a nivel nacional es que las personas que hayan muerto de covid o de sospecha de covid, porque con frecuencia no están confirmados, sino que son sospechas, tiene que procederse a hacer una cremación de manera rápida. Es por su seguridad”, explicó el funcionario.
También es necesario aclarar que Cuestión Pública denunció sobrecostos en en los contratos para cremaciones por COVID-19 entre empresas funerarias y algunas alcaldías y gobernaciones del país. Entre estas se encuentra la Gobernación de Atlántico. “La Procuraduría General de la Nación confirmó que indaga sobre un posible cartel de muertes por COVID-19, por contrataciones con sobreprecios entre autoridades públicas y funerarias para el manejo de los cadáveres por COVID-19 en el Atlántico”.
Sin embargo, esta es una indagación relacionada con sobrecostos, no con cadáveres sin coronavirus cremados. Además, las alcaldías y gobernaciones no pagan por todas las cremaciones de muertos por coronavirus.
De acuerdo con el protocolo del Ministerio de Salud, “las entidades territoriales municipales donde se hará la disposición final del cadáver, se harán cargo del transporte, la cremación o inhumación de personas fallecidas por COVID declaradas como pobres de solemnidad, sin seguridad social o pertenecientes a grupos vulnerables”. Pero solo en estos casos.
En ese sentido, calificamos como falsa la publicación que se ha viralizado entre los usuarios de redes sociales y que se basa en cuatro casos para afirmar que hay un ‘Cartel del COVID-19’ en Colombia. La razón: incluye un caso falso y otros con falta de información para llegar a una conclusión errada.