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Chequeo Múltiple
“Antes de hablar del dólar no olviden: Duque vendió el 61% de reservas de oro. Hizo préstamo de US$11.000 millones al FMI y Oxígenó los bancos. Aumentó la deuda externa a US$180 mil millones. Sumado la inflación. Guerra entre Rusia/Ucrania. Caída del Petróleo y potencias comprando dólares” (sic), dice un mensaje que se ha viralizado en Twitter.
El trino fue publicado el 15 de octubre de 2022 a las 4:39 p.m. por el usuario @UldaricoChilito, quien se identifica en la biografía como progresista y activista. La mayoría de sus publicaciones son en apoyo al gobierno de Gustavo Petro.
El pantallazo de este trino también fue compartido en Facebook (1, 2, 3, 4, 5) por cuentas y páginas afines al petrismo y antiuribistas.
Una de las publicaciones está acompañada del siguiente mensaje: “El uribismo es el culpable directo de los males de éste país y eso jamás hay que olvidarlo” (sic). En los comentarios escribieron: “Eso es lo que los uribestias no ven solo ven lo único que hacen es apoyar a un dictador narcoparaco asesino como Uribe que ha gobernado en cuerpo ajeno y que tienen Uribe como un Dios”, “Este problema no se nota mucho porque lo hizo una persona preparada como Duque”, “Eso es verdad pero los uribistas le tapan todo a duque y a Uribe” (sic), “Petristas ciegos”.
En Colombiacheck decidimos verificar algunas de las afirmaciones que se hacen en el trino.
Como lo explicamos en el chequeo ‘Oro de la Nación fue vendido por el Banco de la República, no por Duque’, publicado en agosto de 2020, el Banco de la República es la entidad encargada de administrar las reservas de metales preciosos de la Nación, así lo establecen los estatutos, con base en el artículo 24 de la Ley 31 de 1992.
“El Banco de la República podrá realizar operaciones de compra, venta, procesamiento, certificación y exportación de metales preciosos (…) La Junta Directiva reglamentará la forma como el Banco de la República realizará estas operaciones”, dice la ley antes mencionada.
Ese organismo tiene independencia frente al gobierno de turno y la función de la Presidencia es ejercer “vigilancia y control” y nombrar a seis de los siete integrantes de la junta, pero no al mismo tiempo.
Cada gobierno, según la Constitución, puede cambiar directamente a dos integrantes. Dos de ellos tienen períodos prorrogables de cuatro años. El único de libre nombramiento y remoción es el Ministro de Hacienda, quien preside el órgano directivo pero no puede tomar decisiones sobre la entidad por sí solo. El séptimo miembro es el gerente, elegido por los seis restantes.
Duque es el primer presidente en nombrar a cinco codirectores del Banco de la República por diferentes motivos (renuncias, una candidatura presidencial, etc.), dos más de los que la Constitución le permite. El 3 febrero de 2021, después de la venta de la reservas de oro, nombró a Bibiana Taborda, hija de la exministra de Trabajo y del Interior Alicia Arango, lo cual generó críticas por su poca experiencia para el cargo y por considerar que fue un nombramiento político; y a Mauricio Villamizar. Los economistas reemplazaron a Ana Fernanda Maiguashca y Gerardo Hernández.
El 12 del mismo mes también designó a Jaime Jaramillo como reemplazo de Arturo Galindo, quien fue escogido por el mismo Duque, pero dejó el cargo por motivos personales.
La resolución de la junta que reglamenta la compraventa de metales preciosos data de 1995 con pocas modificaciones. El artículo 4 dice que “el oro adquirido por el Banco de la República será vendido en el exterior en forma de barras refinadas y certificadas de ‘Buena Entrega’ (Good Delivery Bars). La Subgerencia Monetaria y de Reservas realizará las operaciones de venta de oro en el exterior”.
Además, un parágrafo aclara que el precio de venta en el exterior es fijado por el mercado internacional. Para las ventas dentro del país, se calcula con una fórmula especial que toma en cuenta esa variable, pero la multiplica por la tasa de cambio y divide entre un número constante.
Tal como lo registró esta nota del diario La República, publicada en marzo de 2021, el Banco de la República vendió el 61% de las reservas de oro en 2020. Las ventas se realizaron en el segundo trimestre de ese año, entre el 27 de mayo y el 26 de junio, en una coyuntura en la que el precio de dicho activo estaba al alza.
Igualmente, en un comunicado del Banco de la República, el entonces gerente del Emisor, Juan Carlos Echavarría, explicó las razones para vender las reservas de oro. “Cuando las tasas de interés que se obtienen sobre las reservas internacionales son tan bajas, el portafolio tiene menos capacidad de absorber potenciales movimientos negativos en los precios de activos más volátiles. En este escenario resulta conveniente vender activos cuyo precio es muy volátil, como lo es el oro".
Además, mencionó que “la participación del oro en las reservas internacionales es mínima. Con las ventas efectuadas entre mayo 27 y junio 26 de 2020 se redujo aún más, desde 1,40% del total a 0,45%. El precio promedio de venta fue US$1.727/onza".
En conclusión, la afirmación de que Duque vendió el 61% de las reservas de oro es cuestionable porque fue el Banco de la República, no el expresidente el que hizo esta venta.
El trino también afirma que el expresidente Duque “hizo préstamos por US$11.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
El gobierno de Iván Duque solicitó en abril de 2020 renovar una línea de crédito de cerca de 11.000 millones de dólares al FMI para hacerle frente a la crisis económica causada por la pandemia de COVID-19.
En mayo de 2020 el Directorio Ejecutivo de la FMI aprobó, por un término de dos años, un nuevo acuerdo de Línea de Crédito Flexible (LCF) para Colombia, diseñado para la prevención de crisis, por un monto de alrededor de US$10.800 millones, según un comunicado de la entidad. Hasta esa fecha, otros cuatro países, Chile, México, Perú y Polonia, también habían utilizado la LCF.
La LCF fue creada el 24 de marzo de 2009 como parte de una profunda reforma de los mecanismos de préstamo del FMI y está concebida para prevenir crisis, ya que ofrece la flexibilidad de utilizar la línea de crédito en cualquier momento. “Los desembolsos no se escalonan ni están condicionados al cumplimiento de metas de política económica, como ocurre con los programas tradicionales respaldados por el FMI. Este generoso acceso con desembolso inicial y exento de condicionalidad se justifica gracias al historial altamente sólido de los países con derecho a utilizar la LCF, que permite confiar en que seguirán aplicando políticas económicas firmes”, explica el comunicado.
Geoffrey Okamoto, primer subdirector gerente y presidente del Directorio Ejecutivo, dijo en ese entonces que “el nuevo acuerdo en el marco de la LCF ayudará a Colombia a manejar los elevados riesgos externos, y protegerá los esfuerzos ya puestos en marcha para responder con eficacia a la pandemia, integrar a los migrantes (venezolanos), promover un crecimiento incluyente y reducir las vulnerabilidades externas”.
En septiembre de 2020, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó la solicitud de Colombia de aumentar la LCF a 17.200 millones de dólares y en diciembre del mismo año, el gobierno colombiano realizó un desembolso de 5.400 millones de dólares en el marco del acuerdo de dicha LCF para darle respuesta a la pandemia de COVID-1 y, al mismo tiempo, mantener suficiente liquidez internacional como seguro contra riesgos externos elevados.
Según un comunicado del FMI, “esta es la primera vez que Colombia utiliza fondos disponibles de la línea de crédito”. Además, señala que como resultado del aumento del acceso a la LCF, el país tenía disponibles aproximadamente 12.200 millones de dólares en el marco del acuerdo de dos años. “Las autoridades tienen la intención de tratar este monto restante como precautorio”, reza el comunicado.
Posteriormente, en abril de 2022, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un nuevo acuerdo de dos años a favor de Colombia en el marco de la LCF por un monto de 9.800 millones de dólares, y “tomó nota de que Colombia canceló el acuerdo previo”. Este nuevo acuerdo, según el FMI, es de carácter precautorio.
El economista Andrés Ricardo Sánchez de la Rosa, estudiante de doctorado en la Universidad de Texas, dice que la línea de crédito con el FMI es como la tarjeta de crédito para una persona. “Usted tiene un cupo asignado, pero no quiere decir que deba todo el cupo si no lo ha usado”, expresa.
En esto coincide el economista Julio César Alonso Cifuentes, director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas (Cienfi) de la Universidad Icesi, quien asegura que una línea de crédito es como el cupo de una tarjeta de crédito, que puedes usar todo, solo una parte o no usarlo. “La línea de crédito por US$10.800 millones implica que podría sacar prestado hasta ese monto del FMI”, afirma.
Con estas evidencias, calificamos como cuestionable que el gobierno de Iván Duque hizo préstamos por cerca de 11.000 millones de dólares al FMI, porque primero se trata de una línea de crédito que si bien en septiembre de 2020 se aumentó a 17.200 millones de dólares, en diciembre de ese mismo año el gobierno solo desembolsó 5.400 millones de dólares para hacerle frente a la pandemia. Por lo tanto, Colombia no se endeudó por el monto que dice el trino.
La publicación afirma además que Duque “aumentó la deuda externa a US$180 mil millones”.
Según el Banco de la República, al término del segundo trimestre de 2022, el saldo de la deuda externa de Colombia alcanzó US$175.917 millones, es decir, el 50,6% del PIB, aumentando US$4.708 millones (2,7%) respecto a diciembre de 2021. “El 84% de este monto corresponde a pasivos con vencimiento original mayor a un año y el 16% a créditos con vencimiento igual o menor a un año. Por tipo de instrumento, el saldo de la deuda externa corresponde principalmente a préstamos y bonos”, explica un boletín de la entidad.
Además, señala que “el mayor saldo de junio de 2022 con respecto a diciembre del año anterior (US$4.708 m), se explica por el incremento de la deuda de corto plazo (US$3.299 m) y la de largo plazo (US$1.409 m). Esta dinámica se explica principalmente por la nueva deuda contratada por empresas del sector privado. Por sectores, el saldo de la deuda externa pública representa el 57% del total y la del sector privado el 43%. Del monto total de la deuda externa, el 15% corresponde a préstamos entre empresas con relación de inversión directa”.
Gráfico Banco de la República
El mayor aumento en el valor de la deuda ocurrió durante el gobierno de Duque. Entre 2019 y 2020 el saldo subió 15.824 millones de dólares y entre 2020 y 2021 subió 16.702 millones. El incremento más cercano se dio entre 2012 y 2013, durante el primer mandato de Juan Manuel Santos, con 13.289 millones de dólares.
De acuerdo con el Informe especial COVID-19 N⁰ 10 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), titulado ‘Financiamiento para el desarrollo en la era de la pandemia de COVID-19 y después: Prioridades de América Latina y el Caribe en la agenda de políticas mundial en materia de financiamiento para el desarrollo’, la pandemia aumentó el endeudamiento de todos los países de la región.
“En todos los países de la región, sin excepción, la situación fiscal se ha deteriorado y el nivel de endeudamiento del gobierno general ha aumentado, y se espera que dicho endeudamiento se incremente del 68,9% al 79,3% del PIB entre 2019 y 2020 a nivel regional, lo que convierte a América Latina y el Caribe en la región más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios (57%)”, afirmó Alicia Bárcena durante la presentación del documento.
El economista Andrés Ricardo Sánchez explica que la deuda externa tiene dos grandes componentes: pública y privada y, a su vez, la deuda pública tiene dos tipos: nacional y local, por ejemplo, Bogotá se puede endeudar por sí sola. Todo lo anterior a nivel macro suma como un todo.
“El problema de la deuda externa en Colombia viene desde antes, pero como porcentaje del PIB hubo un pico en el inicio de la pandemia y después ha ido bajando. El problema de la deuda es que es en dólares y el gobierno recauda la mayoría de sus ingresos en pesos, entonces la depreciación y la inflación están impactando fuertemente”, dice Sánchez.
Por su parte, el economista Julio César Alonso Cifuentes, director del Cienfi, asegura que el aumento de la deuda externa en el gobierno de Duque en parte obedece al aumento del gasto público durante la pandemia de COVID-19 y a que el ingreso no aumentó en la misma magnitud. “Es un comportamiento muy similar a lo que hicieron todos los otros gobiernos del mundo, aumentar el gasto”, dice.
Además, coincide en que la depreciación y la inflación también tuvieron efectos en el aumento de la deuda externa.
En conclusión, calificamos como “verdadero pero” que en el gobierno de Iván Duque aumentó la deuda externa del país a casi 180.000 millones de dólares porque en la pandemia de COVID-19 hubo un pico de crecimiento. Además, el hecho que la deuda externa sea en dólares hace que la depreciación y la inflación de la economía colombiana impacten en su aumento.