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Miércoles, 30 Noviembre 2022

No todos los ‘países islámicos’ prohíben o castigan el cristianismo, como dice video sobre Catar

Por Sharon D' Mejía

En un tiktok, una mujer generaliza la problemática de persecución religiosa de la fe cristiana, atribuyéndoles a países con mayor población musulmana.

En redes sociales como TikTok se ha viralizado un video sobre la celebración del equipo de fútbol de Ecuador tras su victoria en el partido inaugural del mundial de fútbol masculino de mayores en Catar el 20 de noviembre de 2022, donde se enfrentó a la selección del país anfitrión.

En el video de 41 segundos, una joven que narra este hecho exalta al equipo suramericano por supuestamente exponer públicamente una dedicatoria de una de sus anotaciones a Jesús. La joven se refiere a esta dedicatoria como una “acto de valentía”, afirmando que “en los países islámicos el cristianismo está prohibido” y que “allí encarcelan y asesinan a todo creyente de Jesús”.

La mejor fotografía del mundial. El equipo de Ecuador está en victoria. Y no me refiero a que están haciendo historia por haberle ganado por primera vez al equipo anfitrión en un partido inaugural, sino la victoria de estar en un país islámico, así, de rodillas exaltando el nombre de Jesús en público. En los países islámicos, el cristianismo está prohibido. Ahí encarcelan y asesinan a todo creyente de Jesús, así que esto es una victoria en el nombre de Jesús. Oremos por ellos, oremos por el equipo, porque seguramente están en lucha espiritual, para que sigan firmes exaltando el nombre de Jesús”, dice la mujer del video.

El video ha sido compartido 3.708 veces y fue subido por la cuenta de TikTok @aabylopez, sumando a la fecha de esta publicación 49.300 ‘me gusta’ y más de 1.500 comentarios. Además, le llegó a Colombiacheck como “reenviado muchas veces” por WhatsApp.

A propósito de la Copa Mundial de Catar 2022, en Colombiacheck ya hemos verificado que el feminicidio no existe como delito en ese país, pero no quiere decir que no ocurra, como dijo el periodista deportivo César Augusto Londoño. También, que el emir Tamim bin Hamad Al Thani, en el discurso inaugural del evento, no envió ningún mensaje a la población colombiana contra el presidente Gustavo Petro y que el supuesto castigo de 30 latigazos en plaza pública a un hincha mexicano por entrar tequila al país árabe era una desinformación surgida de una broma en Twitter.

Persecución religiosa desde el fundamentalismo islámico

Lo primero que hay que aclarar es que no se debe confundir el islam (que junto con el cristianismo y el judaísmo es una de las grandes religiones monoteistas del mundo) con el islamismo.

De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el islam se refiere a la religión practicada por los musulmanes, quienes tienen como dios a Alá, su profeta es Mahoma y el Corán, su libro sagrado. Esta religión cuenta con 1.800 millones de practicantes en el mundo (24,1% de la población mundial), según reporta un estudio del Pew Research Center.

La citada agencia de la ONU registra que la mayoría de los países musulmanes están situados en África y Asia. Aquellos que tienen un mayor porcentaje de población musulmana son: Mauritania, Marruecos, Túnez, Somalia, Níger, Argelia, Sudán, Yibuti, Libia, Malí, Senegal, Egipto, Guinea, Sierra Leona, Burkina Faso, Chad, Azerbaiyán, Tayikistán, Uzbekistán, Pakistán, Turkmenistán, Bangladés, Kirguistán, Kazajstán, Albania, Bosnia-Herzegovina, Irak, Afganistán, Irán, Yemen, Turquía, Arabia Saudí, Jordania, Omán, Siria, Catar, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Líbano, Maldivas, Indonesia, Brunei y Malasia.

Sin embargo, no todos los países de mayoría musulmana son oficialmente islámicos. El islamismo puede hacer alusión a las creencias y preceptos del islam, pero más popularmente a la ideología basada en el fundamentalismo islámico, un término que se utiliza para referirse a un movimiento político-religioso que busca una interpretación más severo del Corán y que justifica el uso de la violencia para alcanzar fines políticos.

El principal objetivo del también conocido como “islamismo radical” es el establecimiento de una sociedad ordenada según los preceptos tradicionales islámicos, evitando todas las prácticas consideradas fruto de influencias externas, sobre todo occidentales, con la implantación de una interpretación rígida de ley divina islámica, sharía (que significa ‘senda’ o ‘camino’), y nace a partir de la resistencia de las sociedades musulmanas ante el imperialismo europeo en cabeza de Francia y Reino Unido en el Siglo XIX.

Al respecto, Fanny Ochoa, directora general del Instituto Halal Iberoamericano y Centro de Altos Estudios Islámicos, contó a Colombiacheck que ni en el islam, ni en el judaísmo, ni en el cristianismo se desconoce a otras religiones monoteístas existentes.

Desde el islam ha habido desde siempre un diálogo presente entre todas las religiones, siempre desde el reconocimiento del otro, no solo desde el término mal utilizado de ‘tolerancia’ y eso queda explícito en el Corán, en su capítulo 49, versículo 13. Esa falta de reconocimiento por el otro se ve desde el fundamentalismo islámico, pero también desde el fundamentalismo católico, cristiano, o budista”, señala.

Cuando uno mira que hay fundamentalismos cerrados, que toman apartados literales de libros sagrados, llámese Biblia o el Corán, uno se encuentra con lo que se conoce como un choque de civilizaciones y, lamentablemente, en esa lucha por el poder algunos de esos grupos del fundamentalismo se han asentado en algunas partes del mundo y son los que gobiernan y esa imagen es mostrada como la general”, agrega Ochoa

De acuerdo con la experta, estas represiones, no solo de carácter religioso sino también de derechos humanos, se ven mayormente exacerbadas en países como Afganistán (donde gobierna el grupo terrorista Talibán), Arabia Saudita y algunos países de África, como Libia (que lucha actualmente contra un resurgimiento del  movimiento radical fundamentalista del Daesh, mal llamado Estado Islámico) o Nigeria (que enfrenta la presencia de Boko Haram).

El libro ‘El cristianismo de Oriente Medio. Práctica local, enredos sociales mundiales’ (2020), en el capítulo de Mitra Moussa Nabo titulado “Subjetividades cristianas orientales y Hegemonía del Islam en el Mundo Árabe”, donde analiza la relación  entre el cristianismo y la política en las sociedades de mayoría musulmana, presenta al islam, además de una religión, como una ideología con ideas integrales de “cómo debería ser el orden social” y que propende la aplicación de normas alusivas a las tradiciones islámicas.

El politólogo sirio, profesor de la Universidad de Munich, Alemania, señala que parte de las dinámicas entre cristianos y mayorías musulmanas se explica desde el papel constitucional de la religión en algunos países como Egipto o Irak, en donde se establece al islam como la religión del Estado y la sharía como principal fuente de legislación y donde se hace referencia a cristianos, otras religiones o grupos étnicos no musulmanes como otros componentes de la sociedad.

Lo mismo ocurre en Siria, que pasó de tener una Constitución de 1973 en la que se definía al país como “una República socialista, democrática y popular, pero no islámica” a una aprobada en 2012 en la que se establece específicamente, en su Artículo 3, que el presidente del país debe ser musulmán.

En el discurso musulmán, independientemente de que sea islamista o no, la secularización es considerada como una amenaza al orden público ya que a diferencia de la ley divina, está sujeta a las limitaciones de la razón humana; dando como resultado la exclusión de la moralidad de la arena política, llevando a  una ruptura de los valores morales como se ve en las sociedades occidentales contemporáneas”, refiere el autor.

En este sentido, el texto también menciona algunas limitaciones de tipo personal, como el matrimonio para creyentes de la fe cristiana en algunos países regidos bajo la ley islámica, como Egipto, Siria, Jordania e Irak, y en particular en los estados árabes del Golfo (en donde se ubica Catar). 

“Aunque la religión permite que un hombre musulmán se case con una mujer no musulmana, siempre que pertenezca a una fe monoteísta, una mujer musulmana solo puede casarse con otro musulmán, de modo que si un hombre cristiano desea contraer matrimonio con una mujer musulmana, este debe convertirse al Islam. Por otro lado, la mujer musulmana no puede convertirse a la religión de su esposo, ya que los no musulmanes pueden abandonar su fe”. 

Esto difiere radicalmente del sistema político en el Líbano, donde el islam es mayoritario pero no es religión estatal ni la sharía representa la fuente de legislación principal y tampoco es obligatorio que el país esté liderado por una persona musulmana. De hecho, la población cristiana, en particular la maronita y la ortodoxa, tiene acceso a importantes espacios de poder. Así lo describe el profesor Thomas Scheffler, politólogo experto en religiones y Medio Oriente, en el capítulo ‘Entre el comunalismo y la construcción de Estado: cristianos del Líbano y el Nuevo Desorden Árabe’, del mismo libro.

Por su parte, Mark Farha, profesor adjunto del Departamento de Sociología de la Universidad de Zúrich, advierte en su artículo “Contexto social y político” para el libro ‘Cristianismo en África del Norte y Asia Occidental’ (2018), que la polarización ideológica ha venido en aumento gradual a nivel mundial, regional y local por igual, en donde grandes países, como Estados Unidos y Rusia, han influido de manera indirecta en que los cristianos se vean atrapados en el fuego cruzado del enfrentamiento regional entre los mismos musulmanes de las líneas sunitas y chiítas.

En el caso de Estados Unidos, el autor menciona que el país está comprometido en la medida en que apoyan a Estados como Israel y Arabia Saudita, que discriminan por motivos de identidad étnica y religiosa.

Si bien las fuentes de la violencia sectaria que atormenta a las comunidades cristianas en el Medio Oriente son múltiples, la intensificación de una nueva guerra fría artificialmente inventada entre Estados Unidos y Rusia, como así como la rivalidad entre Arabia Saudita e Irán, ha agravado aún más los conflictos en Siria, Irak, Libia, Yemen y otros lugares”, señala el artículo.

Catar: Lejos del fundamentalismo islámico, pero con retos en la libertad religiosa

Para Ochoa, Catar no puede ser considerado como un ‘país islámico’ en el sentido fundamentalista, ya que ha sido ejemplo en los últimos años de apertura y diálogo ante costumbres y creencias, sobre todo, de Europa. 

Catar es un país que tiene al islam como “su religión” y a la Ley islámica como la fuente principal de sus legislaciones, tal como lo establece el Artículo 1 de su Constitución. Sobre la libertad religiosa, el Artículo 50 dice que “la libertad de culto está garantizada a todos, de acuerdo con la ley y los requisitos para proteger el orden público y la moral pública”, y el Artículo 35, que “las personas son iguales ante la ley, por lo cual, no habrá discriminación contra ellos por razón de sexo, raza, idioma o religión”.

Por su parte, un informe del Ministerio de Exteriores del país señala que de toda su población de 2,77 millones de habitantes, el 77% son musulmanes (90% sunníes, 10% chiítas); el 9%, cristianos (9%) y un 14%, hinduistas, budistas y de otras religiones.

No obstante, el informe ‘Libertad Religiosa en el Mundo’ de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), una organización bajo el auspicio del Estado del Vaticano, muestra que Catar sigue presentando limitaciones en la libertad de creyentes de religiones ajenas al islam, cristianismo o judaísmo.

El informe indica que, aunque está permitido a cristianos y judíos construir lugares de celebración, se puede presentar una mayor presión para los cataríes que se quieran convertir a otra religión. Según la organización evangélica Puertas Abiertas, citada en el informe de la ACN, “los apóstatas (musulmanes que abandonan el islam), se arriesgan a que sus familias y comunidades les marginen, a sufrir violencia física o incluso a que les asesinen si se descubre que han abrazado una nueva fe”.

La ACN también señala que, aunque Catar sigue siendo un país musulmán enormemente conservador, con restricciones y limitaciones de la libertad religiosa a nivel estatal y social, es un lugar donde los extranjeros que pertenecen a religiones no musulmanas pueden practicar el culto sin injerencias y se tolera el culto de los miembros de grupos no registrados.

Persecución religiosa en aumento contra cristianismo y otras religiones

De acuerdo con la Lista Mundial de la Persecución 2022, realizada por Puertas Abiertas, en el mundo hay cerca de 360 millones de cristianos perseguidos, de los cuales 6.175 fueron detenidos sin juicios, condenados o encarcelados, y 5.898 fueron asesinados a causa de su fé durante octubre del 2020 y septiembre del 2021.

El informe (publicado desde 1993), clasifica a los 50 países donde más se persigue a los cristianos. Según la organización, los países clasifican según el nivel de hostilidad hacia los cristianos, violencia y la presión que enfrentan en cinco esferas de la vida: privado, familiar, social, eclesial y nacional.

Según la lista, entre los 11 países en donde se registraron mayores casos de violencia extrema, 9 tienen al islam como su religión principal o una de sus religiones oficiales: Afganistán, Somalia, Yemen, Pakistán, Irán, Arabia Saudita, Eritrea y Nigeria, países en su mayoría regidos bajo el fundamentalismo islámico.

Además, un comunicado del 7 de noviembre del 2022, de la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety) relató que entre enero y octubre del 2022, 4.020 cristianos fueron asesinados por terroristas yihadistas (grupo radicalizado del islam) en Nigeria y otros 2.315 fueron secuestrados.

De acuerdo con la organización, de los 2.315 cristianos secuestrados, el 10% no puede regresar con vida a sus familias, ya que “lo más probable es que hayan sido asesinados en cautiverio por su negativa a convertirse al islam o su incapacidad para pagar los enormes rescates exigidos”, refiere el comunicado.

El comunicado indica además que los pastores yihadistas Fulani y sus grupos terroristas islámicos aliados representaron conjuntamente 2.650 de las 4.020 muertes cristianas totales. En el año 2021, la organización reportó al país africano como el lugar con mayores casos de cristianos asesinados, con 4.650 muertes entre noviembre de 2020 y octubre de 2021, y 2.500 secuestros durante el mismo periodo de tiempo.

Estas persecuciones contra los cristianos han venido en aumento y no solo por parte de países islámicos. Corea del Norte (en donde hay predominancia de creencias más tradicionales como el budismo y el confusionismo), lideró por 20 años el país más peligroso para vivir bajo la fe cristiana, según el informe de Puertas Abiertas, hasta el 2022, en donde apareció como segundo en la lista después de Afganistán, una situación explicada por la reaparición del poder extremista talibán.

Recientemente, en India también se ha presentado un aumento en los casos de persecución, no solamente a creyentes de la fe cristiana sino también a musulmanes, que aunque son más de 350 millones, también son considerados minoría en el segundo país más poblado del planeta. El motivo es el fortalecimiento de un nacionalismo relacionado con un fundamentalismo hindú.

Según Ochoa, en países como Myanmar, aunque hay un budismo pacífico, también se se ha visto fortalecido el fundamentalista. “Toda esta represión y persecución obedece a esa interpretación de tradiciones que se buscan a veces perpetuar en contra de la razón del ser humano y de intereses políticos y económicos que se imponen bajo cualquier circunstancia y condición”, dice Ochoa.

A la luz de estos datos, Colombiacheck califica como cuestionable la desinformación en redes sociales en las que se afirma que “en los países islámicos el cristianismo está prohibido” y sus fieles “son asesinados o encarcelados” pues, como hemos explicado anteriormente, esta problemática incluye principalmente ideas extremistas del islam que no abarcan de forma general ni única a todos los países con mayoría musulmana y, si bien esta es la religión oficial de Catar, el cristianismo allá no es perseguido de la manera en la que advierte el video.