Tras el escándalo de las filtraciones de audios del saliente embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, en los que habla de una posible financiación irregular a la campaña del hoy presidente, Gustavo Petro, liderada por ese político barranquillero sobre todo en el Caribe; una supuesta cuenta de Anonymous en Twitter publicó varios mensajes con señalamientos contra el mandatario.
Vale recordar que la salida del diplomático de su cargo en Caracas se dio al mismo tiempo que la de la jefa de gabinete presidencial, Laura Sarabia, quien venía de trabajar con él en el Congreso. Los dos resultaron enfrentados entre sí en una trama de supuesto espionaje y chantajes, mientras que ambos fueron señalados de abusar de su poder contra dos empleadas domésticas, incluyendo interceptaciones telefónicas ilegales y pruebas de polígrafo a una de ellas al parecer sin el debido proceso, por un supuesto robo millonario de dinero.
Inicialmente, la cuenta @YourAnonNewsESP escribió, el 4 de junio de 2023 a las 10:36 p.m., un mensaje en el que etiquetó al presidente: “¿Todo está bien en casa? @petrogustavo”. Apenas 14 minutos antes, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, había publicado esa misma pregunta, que los medios de comunicación interpretaron como un mensaje velado a su homólogo colombiano (1, 2, 3), dadas las fuertes discusiones públicas que los dos han tenido en esa misma red social, en las que han usado datos cuestionables.
Minutos después, a las 10:41 p.m., la supuesta cuenta de Anonymous volvió a mencionar a Petro, pero respondiéndole a un trino en el que el mandatario se ve sonriente junto a su hija Sofía con el mensaje: “¿Intranquilos?, ¡Qué va!”. El usuario anónimo escribió: “No sé… no estaría tan tranquilo querido presidente”.
Luego, a las 11:53 p.m., publicó un comunicado con el mensaje: “Colombia es un país maltratado por la violencia, la corrupción y la indiferencia de su gobierno, un gobierno peor o igual al anterior”. Este dice ser un mensaje conjunto con otros perfiles similares: @YourAnonOne, @YourAnonRiots, @AnonOpsSE y @YourAnonStory.
Al final del documento, las cuentas lanzan una advertencia a Petro: “Los políticos son mierda, sin importar el lado del que estén. Y el actual presidente Petro, además de sus claros problemas con el alcohol, hombres y sus arrogantes actitudes, fue elegido de forma corrupta; cuentas, conversaciones y otros elementos clave emergerán”.
El 5 de junio, la misma cuenta líder hizo tres publicaciones relacionadas con Petro. La primera fue a las 12:02 a.m., en la que etiquetó al mandatario y puso un emoji de un reloj de arena y la bandera de Colombia.
Luego, a las 9:50 a.m., retuiteó la mención de la cuenta @YourAnonStory al comunicado que publicaron el día anterior con el mensaje: “Estamos investigando y despertando a nuestras células para brindar el apoyo más eficiente a los activistas en el terreno. Como siempre, puedes contar con nuestra colaboración. La corrupción endémica de Colombia necesita ser expuesta. #Solidarity cc @YourAnonNewsESP”.
Y, finalmente, a las 11:39 a.m., publicó un mensaje en el que señala al autoritario presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de haber financiado parte de la campaña de Petro.
La noticia de estas amenazas contra el gobierno fue publicada por varios medios de comunicación (1, 2, 3, 4) que alertaban que Anonymous habían puesto en la mira a Petro. Sin embargo, usuarios de Twitter (1, 2, 3) pusieron en duda que la cuenta fuera realmente de los famosos hackers al compararla con @YourAnonCentral, un usuario creado en 2011 que tiene 5,3 millones de seguidores y está “verificado” con el chulo azul, que ya no sirve para establecer la veracidad de los perfiles que lo usan porque se puede comprar.
“¿Cuál Anonymous? ¿El verdadero, que tiene mas de 5 millones de seguidores o el que crearon @VickyDavilaH y @RevistaSemana? @ELTIEMPO ya le tocó quitar el tweet por fake” (sic), escribió @Edxdxox.
Igualmente, el periodista de tecnología Camilo García cuestionó, también en Twitter, a los medios de comunicación que publicaron un trino de la supuesta cuenta de Anonymous, pero no un comunicado de una “cuenta oficial” en el que dice que la coalición nacional “no tomará ninguna posición frente al escándalo de corrupción que sacude al Gobierno Colombiano de Gustavo Petro” y que @YourAnonNewsESP “no pertenece a Anonymous Colombia ni sus operaciones”.
“Ayer [5 de junio] varios medios de comunicación - en lo que consideró una decisión irresponsable y con algún interés que desconozco -publicaron este trino de una supuesta cuenta de anonymous. Curioso que la ‘cuenta oficial’ de Anonymous publica este otro comunicado pero ese si no lo publican” (sic), trinó el comunicador.
El canal de Telegram que se ve en las capturas de pantalla que compartió García es @AnonymousOpCol, que coincide con el nombre de usuario de una cuenta de Twitter que está suspendida. Allí mismo se compartió otro perfil parecido que se presenta como la nueva cuenta del sancionado y tiene menos de 700 seguidores, @AnonymousOpsCol, en donde se publicó el mismo mensaje de rechazo al comunicado antigobierno.
En Colombiacheck, ante las dudas sobre estos trinos contradictorios, decidimos analizar las cuentas de Twitter de los activistas digitales. Para hacerlo, retomamos en parte el explicador ‘Anonymous: por qué a día de hoy no se puede vincular lo que difunden las cuentas de Twitter llamadas así con el pseudónimo original’, publicado en 2020 por el medio español Maldita.
El artículo de nuestros colegas advierte que “Anonymous no es un grupo, colectivo, asociación ni ninguna agrupación de personas que se le parezca”. En realidad, se trata de una “identidad colectiva que todo el mundo puede usar”. Es por eso que, a pesar de que existe desde hace unos 20 años, no se ha encontrado que tenga una estructura organizada ni liderazgos claros.
“Detrás de la expresión ‘Anonymous’ hay casi cualquier cosa”, señaló también un análisis de la organización civil Karisma, dedicada al estudio y la promoción de los derechos humanos en los entornos digitales, en mayo de 2023. Este artículo fue publicado a raíz de un reportaje de la revista Semana en el que se relataba la captura en Casanare de un supuesto líder de esta “legión de hackers” que, según el medio de comunicación, buscaría afectar las elecciones regionales de octubre.
Lo que había anunciado la Fiscalía era la detención de un hombre señalado de participar en al menos 12 ataques a los portales de alcaldías, personerías, institutos de tránsito, centros de diagnóstico automotor y autoridades ambientales en tres departamentos. “El material de prueba da cuenta de que, al parecer, ingresaba a las páginas de Internet de diversas instituciones y modificaba el aspecto visual como parte de un plan delictivo de sabotaje y desprestigio”, detalló el comunicado oficial.
El ente investigador sí advirtió que el procesado haría parte del “grupo autodenominado ‘Anonymous Colombia’”, pero sin mayor profundidad sobre esta supuesta organización. Fue la Policía, según la revista, la que habló de los planes para “generar caos” alrededor de los comicios y se atribuyó como un logro que estos se habrían frustrado, según la misma institución y sin mayores pruebas, gracias a la infiltración de una “fuente humana” que llevó a la captura en cuestión.
Karisma no solo advirtió los vacíos en esa versión de las autoridades replicada por Semana sino también recordó que Anonymous no es más que “un seudónimo utilizado mundialmente por diferentes individuos y colectivos para realizar, en su nombre —poniéndose de acuerdo con otros—, acciones o publicaciones individuales o concertadas, principalmente ataques cibernéticos contra gobiernos, corporaciones, instituciones y agencias gubernamentales”. En consecuencia, no se trata de una banda criminal.
De hecho, Colombia no es el único país donde se han presentado casos en los que la justicia o los organismos de seguridad del Estado hacen alarde de este tipo de “golpes” contra personas señaladas de estar al frente del supuesto grupo ilegal. El explicador de Maldita recuerda que, en España, también dijeron haber desarticulado a la “cúpula” de los hackers en ese país con tres capturas en 2010.
Días después, en una entrevista con el medio Público, la antropóloga experta en ética del hackeo Gabriella Coleman criticó el anuncio de la policía española. “Anonymous es un nombre que usan diferentes grupos de activistas y algunos hackers, no conectados entre ellos, para coordinar distintos tipos de acciones y protestas. [...] Pero es un grupo totalmente descentralizado. Cualquiera puede adoptar el nombre de Anonymous”, dijo.
La académica puertorriqueña coincide con Karisma en clasificar el accionar de quienes se identifican como parte de ese colectivo, al menos en la mayoría de casos, como hacktivismo. Según la criminóloga Marie-Helen Maras, citada por un módulo educativo de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, esta es una variante del activismo digital que protesta a través del acceso intencional y no autorizado a sistemas, webs o datos, o de interferir a propósito con su funcionamiento o accesibilidad. Lo que pasa, de acuerdo con estas fuentes, es que algunos de sus métodos constituyen ciberdelitos en la legislación de muchos países.
Los orígenes de Anonymous se han podido rastrear hasta principios del siglo XXI en el foro virtual japonés 2chan, que permite la publicación y el intercambio de información en completo anonimato, según cuenta el politólogo experto en ciberseguridad y terrorismo Manuel Torres Soriano en un artículo de 2018 para los Cuadernos de estrategia del Ministerio de Defensa de España. Sin embargo, lo que se movía allí era desde ánime hasta pornografía e incluso contenidos ilegales.
Fue en 2003 cuando estos internautas saltaron a la recién creada versión occidental de la plataforma 4chan. En ese entonces actuaban bajo la idea de ‘lulz’, una expresión en inglés que hace referencia a reírse a expensas de otras personas que la pasan mal. “Este germen prepolítico originó las primeras tensiones internas en este colectivo cuando algunos de sus usuarios propusieron enfocar sus actividades hacia causas más trascendentes, como la lucha contra la censura en Internet”, relata el investigador español.
El periodista de cultura y tecnología Naief Yehya escribió, en un ensayo al respecto, que no hay claridad sobre cómo los primeros integrantes dieron el paso para convertirse en “justicieros” de la red, pero ya fue con esa misión declarada que empezaron a cobrar visibilidad mundial al final de esa década. “La primera vez que ese nombre, Anonymous, llegó a los medios masivos del mundo fue en 2008, cuando le declararon la guerra a la Iglesia de la Cienciología”, recuerda.
Ese culto intentó censurar una polémica grabación del actor Tom Cruise, uno de sus creyentes más famosos, en la que hablaba de su religión. En respuesta, los hackers publicaron un video que prometía expulsarla de internet, usando una voz computarizada que cerró el pronunciamiento con el famoso eslogan que se asocia al seudónimo hasta hoy: “Somos Anonymous, somos legión, no perdonamos, no olvidamos, esperen por nosotros”.
A los ataques digitales contra la iglesia, se sumaron pronto las protestas presenciales frente a sus sedes. Para proteger su anonimato, los asistentes se ponían la máscara del rebelde católico Guy Fawkes, uno de los líderes de la Conspiración de la Pólvora que intentó matar al rey Jacobo I de Inglaterra y volar el Palacio de Westminster en 1605, quien inspiró la película V de Venganza (2005), en la que el protagonista también la usa. Este rostro se convirtió en otro símbolo global del movimiento.
Con la popularidad mundial, se multiplicaron las causas políticas y sociales por las que se convocaron protestas a nombre de Anonymous, como se explica en un ensayo de la antropóloga Coleman citado por Maldita: desde pedir moratorias a la caza ballenera en Japón y Noruega hasta apoyar la ola de protestas antigubernamentales de 2011 conocidas como la Primavera Árabe en Oriente Medio y el norte de África, pasando por la difusión de denuncias contra agresores sexuales y abusos policiales.
Sin embargo, Maldita advierte que el otro lado de la moneda es que también empezaron a aparecer manipulaciones en las que campañas financiadas por gobiernos y organizaciones poderosas se hacían pasar por hacktivismo, aprovechando el anonimato para camuflarse. El investigador Torres Soriano señala en su artículo que incluso grupos extremistas del islamismo como Al Qaeda han copiado el modelo de Anonymous, a pesar de que este se ha manifestado en contra de los actos terroristas del fundamentalismo religioso, como el ataque de 2015 a la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
Anonymous hizo su primera aparición en Colombia el 11 de abril de 2011, cuando tumbó por más de ocho horas las páginas de los ministerios del Interior y de Defensa, la Presidencia de la República y el sitio oficial del entonces mandatario, Juan Manuel Santos. En esa ocasión, el colectivo anunció en un comunicado: “La guerra global por la libertad de la información en Internet ha llegado hasta Colombia”.
Después de 12 años, Colombiacheck encontró más de un centenar de cuentas de Twitter que se autodenominan como parte de este movimiento hacktivista, algunas supuestamente de Colombia, otras de países como México, Venezuela o El Salvador, entre otros. El momento cumbre de la actividad de las cuentas identificadas en Colombia, incluyendo la que lideró el pronunciamiento contra Petro, fue el Paro Nacional de 2021.
Ante el estallido social que inició el 28 de abril de ese año, @YourAnonNewsESP anunció que Anonymous se unía a las protestas contra el gobierno de Iván Duque (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7) y aseguró que “la lucha” también era suya.
“Pueden censurar internet, pueden impedir que se suba contenido a las redes sociales, pero no pueden censurar la verdad. Apoyamos a Colombia resistiendo nueve días. #EndImpunity #ParoNacional6M”, escribió ese usuario el 6 de mayo de 2021, en referencia a las denuncias sobre interferencias en el servicio de conexión a internet en algunos epicentros de las manifestaciones en Cali y la eliminación por parte de algunas redes sociales de muchos contenidos relacionados con las protestas.
Los usuarios @Anonymous_Col , @YourAnonCentral (1, 2, 3, 4, 5) y @YourAnonNews (1, 2, 3, 4) también tuitearon apoyando el paro y rechazando los abusos de la Fuerza Pública contra los manifestantes.
En mayo se registró un ataque cibernético atribuido a Anonymous contra las páginas web de la Presidencia, el Senado y el Ejército. Este empezó con la filtración de una lista de correos electrónicos y contraseñas de 168 cuentas de integrantes de las Fuerzas Militares desde @AnonymousOpCol, la misma cuenta ahora suspendida que rechazó el pronunciamiento de otras contra Petro y que también fue sancionada en ese entonces.
Luego, el colectivo de hacktivistas hizo caer la web del Ejército y, más tarde, la del Senado de la República. Al tiempo, publicó una lista de correos de 83 miembros del Congreso y después tumbó el portal de Presidencia. Todas las páginas fueron restablecidas horas después.
En junio, mientras la ola de protestas continuaba en las calles, Anonymous volvió a ser tendencia en redes tras atacar al partido Centro Democrático. En esa acción, reveló por redes sociales los datos personales (dirección de residencia, número de cédula, teléfonos e información tributaria) de miembros reconocidos de esa agrupación política, entre ellos el entonces presidente Duque y su ministro de Defensa, Diego Molano.
La cuenta @YourAnonNewsESP publicó el 12 de enero de 2023 una foto falsa de los narcotraficantes Pablo Escobar y Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Se trata de un montaje que circula al menos desde 2017. Colombiacheck y Chequeado verificamos, en noviembre de 2019, una foto similar en la que también aparece el expresidente de Bolivia Evo Morales.
La foto original está en el blog Proyecto Pablo Escobar. En la imagen se observa al jefe del cartel de Medellín junto con la periodista Virginia Vallejo, quien escribió un libro detallando su romance con él, mientras departían con otras personas.
El rostro de Guzmán que fue añadido a esa imagen en realidad coincide con una foto que aparece en una nota de Univisión y que habría sido tomada en la boda con una de sus esposas.