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Falso
La aprobación y puesta en marcha del proceso de vacunación contra el COVID-19 en el mundo entero ha generado un nuevo pico de “infodemia”, especialmente liderado por los movimientos antivacunas y aquellos quienes desconfían del rápido desarrollo de éstas, en el marco de la pandemia provocada por el virus Sars-Cov-2.
Entre las desinformaciones que circulan sobre este tema en redes encontramos esta pieza gráfica que asegura: “Asintomático = inmune (sano). Si el virus no te afecta o ya lo has pasado... ¡¡¡eres inmune!!! NO contagias NO corres peligro NO necesitas vacunas. QUE NO TE ENGAÑEN. Infórmate: La Vacuna no es segura” (sic).
En una plataforma de Facebook a la que tenemos acceso gracias a una alianza en la lucha contra la desinformación encontramos que la imagen ha sido compartida más de 1.400 veces y vista por más de 35.000 personas.
La pieza también ha sido enviada por WhatsApp, sin embargo, pudimos verificar que su contenido es falso, pues la evidencia científica disponible precisa que las personas asintomáticas pueden volver a contagiarse y desarrollar la enfermedad.
De acuerdo con este apartado de mitos y datos acerca de las vacunas contra el COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, de Estados Unidos, si tuvo COVID-19 y ya se recuperó, igual debe vacunarse. “Esto se debe a que los expertos todavía no saben cuánto tiempo dura la protección que el organismo genera después de enfermarse y recuperarse del COVID-19. Incluso si se recuperó del COVID-19 es posible, aunque poco frecuente, que pueda volver a infectarse por el virus que causa el COVID-19”.
Pero adicionalmente la Organización Mundial de la Salud, OMS, asegura en su artículo de preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus que incluso los asintomáticos pueden contagiar: “Las personas sin síntomas pueden transmitir el virus. Aún no se sabe con qué frecuencia ocurre”.
Y en este explicador que ya habíamos publicado en Colombiacheck, quedó claro que, según la viróloga y magíster en Comunicación, María Fernanda Gutiérrez, “esto puede ser por causas asociadas a la susceptibilidad genética, es decir, a las características propias de cada persona que se heredan y que dan la posibilidad de infectarse y de reaccionar ante el virus mucho o poco a pesar de no haber recibido la vacuna o el medicamento contra el virus.
Para el médico intensivista y epidemiólogo, Jorge Salazar, director de la Unidad de Cuidados Intensivo de la Clínica Colombia de Cali, es clave tener en cuenta que “un asintomático positivo puede volverse sintomático y presentará cualquiera de los tres tipos de la enfermedad: leve, moderado o severo. La inmunidad de cada persona por factores genéticos, ambientales y nutricionales es diferente”.
Salazar agrega que “todos necesitamos vacuna para ver si con la vacunación del 70 por ciento de la población se alcanza la inmunidad de rebaño y desaparece el virus. El riesgo de contaminarse no pasa y se han presentado casos de nuevo episodios de síntomas por segunda vez. Por eso es que lo mejor es vacunarse”.
Esta misma desinformación ya había sido verificada también por nuestros colegas de AFP Factual, a quienes el médico inmunólogo Arturo Borzutzky, docente en la escuela de medicina de la Universidad Católica de Chile, les aseguró que “una persona que ya tuvo Covid-19 si se vacuna va a robustecer su inmunidad y va a disminuir mucho la probabilidad de que vuelva a enfermarse gravemente. El asintomático también debe vacunarse. Seguramente tiene menos riesgo de contagiarse de forma grave”.
Otra de las desinformaciones que propaga la pieza gráfica que verificamos en este chequeo es la que dice que “las vacunas no son seguras”. Sin embargo, de nuevo, la afirmación es falsa, pues como ya lo dijimos en este explicador, “cualquier tipo de vacuna, incluyendo las vacunas candidatas para prevenir el COVID-19, antes de ser comercializada, debe demostrar que cumple con unos requisitos básicos: que sea segura (es decir, que no cause efectos secundarios graves), que sea eficaz (que sirva para prevenir el desarrollo de la enfermedad, en los diferentes grupos poblacionales) y que se pueda distribuir a la población que la necesita”.
La OMS además ha insistido en la seguridad de las vacunas y asegura:
La vacunación es inocua y, aunque pueda producir efectos secundarios, como dolor en el brazo o fiebre baja, suelen ser muy leves y temporales. Si bien no puede descartarse que ocasionen efectos secundarios graves, estos son sumamente raros. Todas las vacunas autorizadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las distintas fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas con regularidad tras su comercialización. Además, los científicos hacen un seguimiento constante de la información procedente de diversas fuentes en busca de indicios de que causen efectos adversos.
Además de acuerdo con este artículo de los CDC, “para detener una pandemia es necesario utilizar todas las herramientas disponibles. Las vacunas actúan junto al sistema inmunitario para que su organismo esté preparado para combatir el virus si se ve expuesto al mismo. Otras medidas, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social, ayudan a reducir su riesgo de estar expuesto al virus y de propagarlo a otras personas. La mejor protección contra el COVID-19 será vacunarse”.
Con todas estas evidencias, la conclusión es que la publicación que invita a no vacunarse a los asintomáticos por ser inmunes a COVID- 19 es falsa y promueve premisas incorrectas.