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Chequeo Múltiple
En días recientes circula en Facebook (1, 2) y Twitter (1, 2) un video de un debate presidencial previo a las elecciones de 2022 en el que el excandidato presidencial Federico Gutiérrez cuestionó el incumplimiento de la antigua guerrilla de las Farc con el Acuerdo Final de Paz.
Esas declaraciones, que hizo el candidato en un debate presidencial organizado el 14 de marzo de 2022 por Semana y El Tiempo, las verificamos en Colombiacheck y encontramos que tres de sus afirmaciones eran falsas y una, cuestionable.
Ahora ese mismo fragmento lo ha compartido un usuario de Facebook hace pocos días y su publicación alcanzó 116.000 visualizaciones y se ha compartido más de 4.000 veces en las últimas 24 horas. Son datos de la plataforma de verificación de datos de Meta a la que tenemos acceso por el proyecto de verificadores de datos independientes 3PFC.
La publicación del usuario ‘Sixto Consuegra Pacheco’, quien en su foto de perfil y de portada muestra imágenes que aluden a las Fuerzas Militares, dice lo siguiente: “Ah pero querian el cambio hoy vivimos sabroso con #lapazfatal del tal cambio más impunidad” (sic). Otra publicación del video, con menos interacciones, indica en la descripción: “Por fin alguien dice la verdad y nadie escucho a fico por estar pendiente si es izq o derecha y rico dijo la verdad y por no escuchar y entender lo que está pasando” (sic).
En las respuestas al video algunos de los usuarios escribieron: “Mal por las farc. Fallaron.” (sic), “Claro señor fico que el país no somos brutos ,pero caímos en la trampa del engañó, y hoy ya estamos pagando las consecuencias” (sic), “Exelente discurso fico es la verdad” (sic).
El video también tiene un texto superpuesto que dice “Los que no escucharon a Fico” y una marca de agua de TikTok del usuario @sugor02. Al buscar en Google el nombre de la cuenta de TikTok se puede ver que este perfil utiliza el mismo estilo en los videos que publica, un texto rojo encima de un video horizontal:
Sin embargo, el enlace redirige a una página de TikTok que dice que el usuario no existe. Si se escribe el mismo nombre de usuario en el buscador de la red social, se ve que la cuenta sigue activa pero cambió su nombre a @jaider....r. El video original, publicado a las 5:59 am del 17 de marzo de 2023, se ha reproducido 518.000 veces, tiene más de 38.000 ‘me gusta’ y 2000 comentarios en esa red social.
Esta es la declaración de Gutiérrez, que verificamos anteriormente en el texto ‘Federico Gutiérrez acusa a las FARC de incumplimiento con tres datos falsos y uno cuestionable’: “Las Farc no han cumplido, entregaron solo el 50% de las armas, tus amigos, tus aliados. Las rutas no las entregaron, ahí están las disidencias Farc felices, no han reparado a una sola víctima y no han entregado un solo peso de los bienes adquiridos por el narcotráfico, la minería ilegal y el secuestro. Tus amigos, a los que tanto has defendido, como defendiste a Santrich, a Márquez y a todos ellos”.
De allí seleccionamos cuatro frases que verificamos y encontramos que 3 de ellas son falsas y 1 cuestionable.
Gutiérrez afirmó que “Las Farc entregaron sólo el 50% de las armas”, pero encontramos que esto es falso porque, aunque no es posible saber con certeza si lo que se registró en la dejación es la totalidad, la ONU verificó el proceso y determinó que sí hubo cumplimiento y que se hizo con una relación de armas por persona mayor a otros procesos.
Aclaramos que este proceso no incluyó la entrega de armas sino la dejación, definida por el acuerdo como “un procedimiento técnico, trazable y verificable mediante el cual la Organización de Naciones Unidas (ONU) recibe la totalidad del armamento de las FARC-EP para destinarlo a la construcción de monumentos”.
La dejación se desarrolló en dos tiempos: el Control de Armamento y Dejación de Armas, que integran registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia, recolección, almacenamiento, extracción y disposición final. En el punto 3 del Acuerdo Final de Paz las partes se comprometen con un cese al fuego y a las hostilidades, así como la dejación de armas. El texto presenta una hoja de ruta con los compromisos mutuos para que a más tardar a los 180 días después de la firma se hubiera terminado este proceso.
La recolección y el almacenamiento de las armas en los contenedores se haría de manera secuencial, y se compone de tres fases:
La dejación de armas comenzó el 1 de marzo de 2017 con la identificación y el registro de todas las armas en los campamentos temporales de las Farc en 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y Puntos Transitorios de Normalización (PTN).
La segunda fase inició el 14 de junio de 2017 en La Elvira, Cauca. El 16 de junio la Misión de la ONU en Colombia dijo que tenía bajo su custodia “el 60% de las cerca de 7.000 armas individuales registradas, monitoreadas y verificadas desde el pasado 1 de marzo del presente año”.
La tercera inició el 20 de junio de ese año. El 26 del mismo mes la Misión informó que tenía almacenados el conjunto de las armas individuales registradas: “7.132 armas, salvo aquellas que, de conformidad con la Hoja de Ruta, servirán para dar seguridad a los 26 campamentos de las FARC-EP hasta el 1 de agosto de 2017”
En un comunicado del 22 de septiembre de 2017, la ONU informó la finalización de la totalidad de las actividades que tienen que ver con la dejación de armas de las Farc. El siguiente es el consolidado final, según el comunicado:
Escribimos también que con relación a las caletas lo siguiente:
“La Misión recibió la información sobre la ubicación de 1.027, de las cuales se neutralizaron 750 en 182 operaciones en toda Colombia. Sobre las que no se alcanzaron a inhabilitar, entregaron la información obtenida al Gobierno.
La ONU también recibió información del Ministerio de Defensa de que, durante el periodo del 24 de noviembre de 2016 al 31 de agosto del 2017, la Fuerza Pública incautó 351 caletas que pertenecían a las FARC-EP. En estas encontró 599 armas, 141.809 municiones, 7.310 kilogramos de explosivo, 41.000 metros de cordón detonante y mecha de seguridad, 9.690 detonadores y 5.579 artefactos explosivos. Así, las incautadas por la Fuerza Pública sumadas a las desarmadas por los equipos de Naciones Unidas y las FARC-EP consolidan 1.101 caletas desmanteladas, según el ente internacional”.
Explicamos que la ubicación de las caletas fue difícil porque estaban enterradas a varios metros de profundidad en la tierra, en lugares inhóspitos y difíciles de localizar.
Para la verificación también consultamos fuentes alternativas como la Fundación Ideas para la Paz (FIP), quienes destacan en una infografía que “las FARC entregaron 7.132 armas individuales, 7.476 unidades de explosivos diversos y 987.807 municiones (sin contar el material de las 949 caletas). En total se desmovilizaron 6.804 excombatientes, por lo que la relación de armas por combatientes fue de uno”.
La FIP indicó que “no hay claridad sobre el número de armas que tenían las FARC antes de la dejación, por lo que no se puede hacer una comparación precisa que permita saber exactamente si fueron entregadas o no todas las armas que estaban en su poder”.
Por su parte, el Instituto Kroc para Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, que es el encargado oficial de monitorear la implementación de la paz, en su informe por los cinco años de la firma señaló que se logró avanzar en gran parte de los compromisos asumidos por las partes en el punto 3 del acuerdo. Esto concluyeron sobre el cumplimiento de la dejación de armas:
“Durante los ocho meses y medio que duró este proceso, la Misión (de la ONU) recogió ‘8.994 armas, 1.765.862 cartuchos de munición, 38.255 kg de explosivos, 11.015 granadas, 3.528 minas antipersonal, 46.288 fulminantes eléctricos, 4.370 granadas de mortero y 51.911 m de cordón detonante’. Asimismo, estableció que el cese al fuego bilateral y definitivo fue cumplido de forma rigurosa por las partes”.
Las evidencias nos permitieron calificar como falso que “las Farc solo entregaron el 50% de las armas” como dijo Gutiérrez en el debate de ese entonces. Los informes de la Misión de la ONU muestra que la exguerrilla entregó las armas individuales que tenían registradas, monitoreadas y verificadas desde el primero de marzo de 2017, cuando inició la dejación. Aún así no se puede precisar si entregaron o no todas las armas que tenían porque, como aseguró la FIP, no hay claridad sobre la cantidad que tenían antes de la dejación.
La verificación mostró que esta frase es cuestionable porque la exguerrilla no adquirió un compromiso explícito a entregar rutas, pues no se han reconocido como narcos.
El punto 4, ‘Solución al Problema de las Drogas Ilícitas’, del Acuerdo Final de Paz, establece el compromiso de los antiguos miembros de la guerrilla “de contribuir de manera efectiva, con la mayor determinación y de diferentes formas y mediante acciones prácticas con la solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, y en un escenario de fin del conflicto, de poner fin a cualquier relación, que en función de la rebelión, se hubiese presentado con este fenómeno”.
Y también señala:
“Será compromiso de todas las personas que hayan tenido relación con conductas asociadas a cualquier eslabón de la cadena de los cultivos de uso ilícito y sus derivados, en el marco del conflicto, y que comparezcan ante la Jurisdicción Especial para la Paz, aportar ante la Sala de Reconocimiento de Verdad, de responsabilidad y de determinación de los hechos y conductas de la Jurisdicción Especial para la Paz, los elementos necesarios de los que tengan conocimiento de una manera exhaustiva y detallada, sobre las conductas cometidas y las circunstancias de su comisión, así como las informaciones necesarias y suficientes de las que tengan conocimiento para atribuir responsabilidades. Todo ello debe contribuir a garantizar los derechos de las víctimas a la reparación y a la no repetición”.
Este punto no establece que la guerrilla debe entregar información sobre las rutas del narcotráfico ni delatar a los implicados en el negocio ilícito. Lo que contempla este punto del acuerdo es que, luego de la firma de la paz, los excombatientes participarían en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito y contribuirían a la solución de este problema.
También escribimos que el punto 5, ‘Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto’, indica que la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición tiene entre sus mandatos esclarecer y promover el reconocimiento de “la relación entre el conflicto y los cultivos de uso ilícito, la producción y la comercialización de drogas ilícitas y el lavado de activos derivados del fenómeno del narcotráfico”.
Recordamos que en el año 2018 el entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, afirmó en La FM que “las FARC tenían que proporcionar información de rutas, teléfonos, insumos, para tumbar todas esas organizaciones y eso fue lo que no hicieron”. También así el expresidente Iván Duque, durante su campaña a la presidencia, cuestionó que no hubieran cumplido con la entrega.
Ante los cuestionamientos, el expresidente Juan Manuel Santos respondió en una entrevista en La W de junio de 2018 a dichas afirmaciones:
“¿Dónde está ese compromiso firmado en los acuerdos? Ellos se resistieron a reconocerse como narcotraficantes, nunca lo reconocieron. Sí reconocieron que se lucraban del narcotráfico, pero nunca se comprometieron a decir ‘voy a entregarle las rutas, voy a entregarle a las personas’. Se comprometieron a colaborar para ir desmontando el negocio del narcotráfico. Y la forma en la que ellos están colaborando es en convencer a las comunidades, como lo están haciendo, en las comunidades donde ellos tenían alguna injerencia, para que se incorporen al programa de sustitución voluntaria”.
También el hoy senador Julián Gallo, exintegrante de la guerrilla se refirió en La FM a lo dicho por el ex embajador Whitaker así:
“En los acuerdos no hay absolutamente nada de eso. Si ustedes han leído los acuerdos pueden determinar que allí dice que vamos a contribuir a que desaparezca ese fenómeno de los cultivos. El señor embajador, o no conoce los acuerdos, o quiere ver una perspectiva”, y agregó que “en ningún texto del acuerdo se habla de información y rutas por una razón muy sencilla: porque nosotros no estuvimos en el negocio del narcotráfico durante el conflicto”.
También para el chequeo consultamos un artículo del politólogo y experto en temas de seguridad Juan Carlos Garzón, en el que se explica que la participación de la exguerrilla en el narcotráfico se concentraba en los eslabones menos rentables de la cadena, es decir, en la producción. Y que la exportación y comercialización de drogas ilegales seguían estando en poder de los grupos del crimen organizado.
Daniel Rico, director de la consultora en criminología C-Análisis, le dijo a Colombiacheck que en el Acuerdo Final de Paz no quedó explícito que las FARC tuvieran que entregar rutas del narcotráfico y que la dinámica del narcotráfico en la exguerrilla no era controlar el envío de cocaína al exterior:
“Ellos eran proveedores, en mayor medida, de base de coca que compraban a los campesinos y entregaban sin procesar mucho. En menor medida, algunos frentes tenían la capacidad de cristalizar y asociarse con otros narcos, pero en muy pocos casos las FARC en toda su historia vendieron cocaína fuera de las fronteras. Lo que hacían era que llegaban los intermediarios, como los mexicanos, compraban y hacían negocios con las FARC, pero ellos vendían in situ. No tenían grandes rutas, en cambio los paramilitares y los narcos si tenían esa dinámica”.
Recordamos también que en un chequeo anterior explicamos cómo los antiguos frentes que no se acogieron al proceso de paz pueden ser el eslabón perdido del tema del narcotráfico en las Farc. También revisamos un informe publicado por la FIP en abril de 2018 en el cual argumentan que el fenómeno de las disidencias puede explicarse por la presión que ejercieron los narcotraficantes de la zona para continuar con esa dinámica.
Así que por lo anterior calificamos como cuestionable que las Farc no hayan cumplido con la entrega de las rutas del narcotráfico, pues no es un compromiso adquirido por ese grupo en el Acuerdo de Paz.
La frase es falsa porque mostramos que el entonces director de la Unidad de Víctimas, Ramón Rodríguez, reconoció en un comunicado del 18 de febrero de 2022 que sí se han hecho indemnizaciones con el dinero de esas entregas. El funcionario dijo que entre ese dinero y lo obtenido vía extinción de dominio se invirtieron 1.000 millones de pesos que recibieron las víctimas.
Según la entidad los recursos se han destinado a la reparación de sujetos colectivos. El 22 de diciembre de 2021, la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la empresa estatal que administra los bienes, comunicó que habían transferido 358 millones de pesos al Consejo Comunitario de la Comunidad Negra de la Cuenca del Río Cacarica, en Chocó, producto de lo que entregaron las FARC.
Sobre las acciones de la guerrilla en esta población de Riosucio, ubicada entre la parte baja del río Atrato y la frontera con Panamá, escribimos que “fueron una de las guerrillas que operaban en esa zona, por medio de su frente 57”. Además han sido víctimas de diversos grupos armados desde la década de 1960.
Algo que evidenciamos con registros en prensa y una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la operación militar Génesis. Por último, contamos que de acuerdo con la caracterización elaborada por el Ministerio del Interior en cumplimiento de las órdenes del tribunal, el consejo comprende 23 comunidades que a su vez están compuestas por diferentes números de familias.
Contrario a lo dicho por Gutiérrez, la frase es falsa porque sí ha habido reparación a más de una persona con el dinero proveniente de los bienes de la exguerrilla de las Farc.
Esta frase de Gutiérrez que se ve en el fragmento compartido en redes sociales también es falsa. Como lo verificamos en marzo de 2022, la exguerrilla adquirió un compromiso del acuerdo de entregar un listado de bienes y eso se cumplió.
Ahora bien, sobre la entrega es cierto que el anterior gobierno del expresidente Duque le impuso a los excombatientes la responsabilidad de custodiar los bienes hasta hacer efectiva la entrega. Pero ellos señalaron entonces que esa responsabilidad le correspondía al Estado porque ellos no podían garantizar esa función por razones de seguridad. Para cuando Fico dijo la frase, la decisión estaba aún en manos del Consejo de Estado.
De acuerdo con el Barómetro del Instituto Kroc para Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame, con corte a octubre de 2021, la SAE había recibido y monetizado 42.765 millones de pesos correspondientes a bienes de las antiguas FARC, como efectivo y oro.
Así lo planteamos en el chequeo:
“Pese a las quejas del gobierno sobre el porcentaje que esto representa frente al contenido del listado, que era de 1 billón de pesos pero poco más de la mitad realmente se podía monetizar, la cifra coincide con los datos que la empresa estatal le ha entregado al centro académico para sus informes. También concuerda con lo publicado por la Consejería Presidencial para la Estabilización, como en un comunicado de febrero de 2022.”
Por lo anterior, es falso que la antigua guerrilla no haya entregado ni un peso, como dijo Fico en ese entonces y se ve ahora en el video que se ha vuelto viral.