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Cuestionable
Un lector nos pidió, a través del Gato Chequeabot, verificar una imagen que presenta una foto del expresidente Iván Duque junto a un balance engañoso de supuestos “desfalcos” ocurridos en su gobierno:
“34 billones en el fondo de estabilización, 460 mil del ICBF, 83 billones de hueco fiscal y 33 billones en el sistema de salud”. Además, sentencia: “si este miserable no es investigado, juzgado y condenado; ESTAMOS MUY MAL, PERO MUY MAL”.

En Facebook encontramos que la imagen se ha replicado más de mil veces, en publicaciones que suman más de 40.000 visualizaciones. En especial, hubo un pico de difusión de la pieza entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre, tras un trino del exmandatario, en el que descalificó las declaraciones del actual presidente, Gustavo Petro, contra la operación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Colombia.
Sin embargo, la pieza desinforma al tergiversar datos sobre distintos casos de financiamiento público y presentarlos como una serie de ‘desfalcos’; es decir, sugiere que Duque se apropió de los recursos mencionados. En Colombiacheck encontramos que esta supuesta relación es engañosa.
El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), creado en 2007, funciona como un subsidio gubernamental para atenuar en el mercado interno el impacto de las fluctuaciones de los precios internacionales del petróleo. Debido a que el precio internacional del crudo ha estado muy por encima del precio interno en los últimos años, el Fondo generó un enorme hueco fiscal.
Como explicamos en “Fondo de combustibles sí acumuló deuda de 10 billones en segundo trimestre, pero no por falta de pago”, durante el gobierno de Duque, el déficit acumulado aumentó considerablemente debido a la reactivación económica, el aumento de los precios pospandemia y la invasión rusa a Ucrania. La administración de Duque pagó 14,2 billones de pesos de la deuda del FEPC, liquidada hasta el primer trimestre de 2022.
Ahora bien, la valoración y facturación de la deuda se hace de manera trimestral y puede tardar hasta seis meses, por lo que no es correcto afirmar que Duque dejó un faltante de 34 billones. En realidad, esta cifra proviene de una proyección hecha por el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) en abril de 2022, señalando que al cierre de ese año, el déficit podría alcanzar los 33,7 billones de pesos. La cifra finalmente se ubicó en 37,7 billones.
No obstante, el déficit fue causado por el encarecimiento del petróleo y la coyuntura internacional, no por falta total de pago del gobierno Duque, que sí saldó la deuda acumulada hasta 2019 y la generada hasta el primer trimestre de 2022. Además, como se ve, no se trató de recursos que estuvieran disponibles y se extraviaran (lo que plantearía un escenario de desfalco), sino una diferencia de precios que se acrecentó generando un hueco fiscal.
En agosto de 2022, recién posesionado el gobierno Petro, el entonces director encargado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Gustavo Martínez Perdomo, señaló ante la Comisión Séptima del Senado que la entidad tenía un faltante de 461.000 millones de pesos en su presupuesto para 2023, ya que durante la administración anterior no se había aprobado la cifra necesaria.
El funcionario hizo un llamado para que se asignara este faltante con el fin de fortalecer servicios, ya que el monto aprobado para entonces era inferior a los casi 8 billones de pesos que la entidad requería. Posteriormente aclaró que eso no significaba que el ICBF estuviera desfinanciado, sino que la solicitud se enmarcó en el trámite común de gestionar recursos. De hecho, el Ministerio de Hacienda finalmente asignó 8,5 billones de pesos a la entidad para el 2023.
Como se ve, tampoco en este caso hay evidencia de que sustrajeran recursos (como sería en el caso de un desfalco), sino que no se habían asignado dentro de las discusiones del Presupuesto General de la Nación y, tras la exposición de Martínez, fueron destinados finalmente en el mismo mes de agosto de 2022 en que terminó el gobierno Duque.
Como explicamos en “Comparación reciclada de déficits fiscales en gobiernos anteriores es engañosa”, el déficit fiscal se produce cuando, en administración pública, los gastos son mayores que los ingresos en determinado período. Normalmente, a lo largo de un año.
Según el Balance Fiscal del Gobierno Nacional Central, el déficit en 2021 fue de 83,1 billones de pesos, derivado del importante gasto público que requirió la pandemia; situación que afectó a muchos países a nivel mundial.
Por otra parte, la imagen omite la reducción del déficit en 2022, año predominantemente guiado por el Gobierno Duque en materia fiscal, donde este indicador se situó en 77 billones de pesos.

Así pues, este apartado de la imagen es engañoso en tanto omite el contexto de calamidad que superaba el país en esa época, además de utilizar los datos del penúltimo año en el que el gobierno Duque estuvo al mando.
La cifra de “33 billones” de pesos hace referencia a la deuda acumulada que las entidades promotoras de salud (EPS) liquidadas o en proceso de liquidación dejaron de pagar a las clínicas y hospitales.
El Informe de la Contraloría General de la República determinó que esa cifra corresponde a una evaluación de los estados de cuentas de las EPS frente a las instituciones prestadoras de salud (IPS) durante la vigencia 2024. Es decir, más de dos años después de la salida del gobierno de Iván Duque.
Esta relación financiera ha sido objeto de controversia durante la administración de Petro, en tanto la administración ha sido señalada por reducir la liquidez de las EPS, asignando valores insuficientes a la unidad de pago por capitación (UPC) y tardando en saldar pagos de presupuestos máximos, para cuyo desembolso fue necesaria una orden de la Corte Constitucional, que incluso abrió un incidente de desacato en contra del Ministro de Salud. Así lo contamos en “Petrismo celebra que su gobierno fue obligado a saldar sus propios pagos incumplidos a las EPS”.
Como se ve, la cifra no guarda relación directa con gestiones de la administración anterior, ni se ha señalado en ningún caso que el dinero se encontrase disponible y hubiese sido objeto de un desfalco.