Con la llegada de este 2023 también se avivaron las desinformaciones sobre los aumentos o impuestos a diferentes rubros como los tiquetes aéreos, el transporte público o la ropa importada, atribuyéndoselos al gobierno de Gustavo Petro, lo cual ha generado todo tipo de reacciones, principalmente en contra.

Así, por ejemplo, encontramos publicaciones en Twitter, (1, 2, 3) que juntas suman más de 359.000 visualizaciones, 1.200 retuits y 4.300 ‘me gusta’, y que hacen un listado de los incrementos:

“Vivir sabroso es:
- pagar 40% más por pasajes.
- pagar 20% más por peajes.
- pagar 20% más por plataformas digitales.
- pagar 25% más por mekato.
- pagar 40% más por ropa importada.
- pagar más incrementalmente por la gasolina”.

“Por una cosa de estas, la primera línea ya hubiera incendiado el país, 40% de aumento para ropa importada y 40% de aumento para las tarifas de energía para todos, oigan bien, PARA TODOS, incluidos los pobres”.

El diseñador y empresario de moda Mario Hernández también publicó una imagen con una crítica similar: “Vivir Sabroso, desde el 1 de enero de 2023 se incrementa 40% a la ropa importada, 40% tiquetes aéreos y hoteles. 12,5% transporte público, 20% peajes, 8% impoconsumo, 25% alimentos procesados, 13% gasolina y 20% impuestos a Netflix y plataformas digitales”. Ese solo tuit obtuvo 156.000 visualizaciones, 1.508 retuits y 3.071 ‘me gusta’ y fue reseñado por Pulzo, un medio agregador de contenido digital.

En Facebook conseguimos otras publicaciones con las mismas afirmaciones (1, 2, 3).

Colombiacheck verificó estas publicaciones debido a su amplio alcance y encontró que son cuestionables, ya que varios de los aumentos que citan se tratan de cifras inexactas o que no son endosables a la administración de Petro.

El nuevo arancel a la ropa

Sobre este tema, chequeamos el año pasado varias publicaciones que estaban en contra de la medida que también calificamos de cuestionables en “Arancel a la ropa importada que alista el Gobierno de Petro no hace parte de la Reforma Tributaria ni encarece la ropa un 40% más”. Además, elaboramos el explicador “¿Cuál sería el alcance del arancel de Petro a la ropa importada?” con los detalles de lo que traía el decreto que alistaba el gobierno nacional.

En diciembre de 2022, además, el Gobierno de Petro dejó en firme el Decreto 2598, “Por el cual se modifica parcialmente el Arancel de Aduanas para la importación de confecciones y se dictan otras disposiciones”, establece un cambio en la forma en la que se fija el valor de ese cobro para productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas Nacional, entre ellos prendas de vestir, abrigos, chaquetas, trajes, vestidos, pantalones, faldas, camisas, pijamas, camisetas, etc.  

Anteriormente, en el Decreto 414 del 16 de abril de 2021, se especificaba que esos artículos pagaban diferentes tasas aduaneras de acuerdo con dos parámetros:

- Un arancel de 40% ad valorem, es decir sobre el valor de la mercancía, para confecciones provenientes de una nación más favorecida, que son principalmente provenientes de países con los cuales no se tiene ningún tratado de libre comercio, como China o Turquía, cuando el precio declarado fuera inferior o igual a 10 dólares estadounidense por kilogramo.

- Un arancel de 15% ad valorem más 1,5 dólares por kilogramo para confecciones cuyo precio fuera superior a 10 dólares por kilogramo y que fueran importado de una nación más favorecida.

La nueva norma firmada elimina esas clasificaciones con el argumento de que “existen dificultades en la aplicación de los umbrales arancelarios por kilogramo bruto, dado que existen prendas que se catalogan como pesadas y livianas, existiendo riesgo de sobrepasar el arancel consolidado”. Por lo que define un único arancel de 40% ad valorem para las confecciones de cualquier origen de nación más favorecida.

Es decir, el arancel no va a pasar de 0 a 40%, ya que algunas prendas ya pagaban ese monto en impuesto aduanero, sino que ahora todas las confecciones tendrán la misma tasa en aduana, indiferentemente de su peso. Solo representa un aumento para las que tenían una tasa menor.

Elaboración propia.

Además, no tiene efecto sobre los programas de desgravación preferencial vigente en Colombia. Por lo tanto, no impactaría en los tratados de libre comercio con Estados Unidos o México o en acuerdos comerciales vigentes, por ejemplo, con Chile.

La ropa tiene más de 10 años con un arancel de importación en el país, desde la expedición del decreto 4927 de 2011, cuando se estableció para ella un 15%. El economista y consultor en comercio exterior Alejandro Forero explicó que durante ese tiempo las tasas han estado entre 15%, 20% y 25%.

Cortesía Alejandro Forero.

El especialista resaltó que, en promedio, un importador de ropa en el país podía pagar el año pasado un 21% de arancel por kilogramo, si se considera un cargamento de 25 dólares y se incluyen las tarifas por el valor de la mercancía y el peso. Además, algunos pagaron 40% de arancel cuando trajeron confecciones con un valor de 10 dólares o menos por kilo.

El analista financiero Jorge Saza sostuvo, para nuestro chequeo anterior, que aunque habrá un aumento de la ropa importada, resultaba complejo definir de cuánto sería porque se debían considerar otros factores aparte de la tasa aduanera, como eran el tipo de cambio y la inflación internacional. 

Descartó que multinacionales como Zara o Nike tuviesen que incrementar demasiado sus prendas, ya que a su juicio estas son empresas que cuentan con “capacidad para jugar con los precios y mover sus márgenes”. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas del país no tienen esa ventaja.

El decreto impulsado por el gobierno de Petro persigue “promover la competitividad nacional y el empleo”. En este sentido, el mandatario sostuvo en noviembre del año pasado que una norma de este tipo iba a permitir que se pudiera disparar la industria de confecciones de Colombia. 

No obstante, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, advirtió que un arancel del 40% a la ropa importada podría constituir un incentivo para el contrabando, al tiempo que dos de los principales mercados que proveen de confecciones a Colombia, como son China y Panamá, podrían tomar medidas de retaliación.

Los tiquetes aéreos  

Efectivamente, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, informó el año pasado que para este 2023 se espera un aumento del 30% al 40% en los boletos aéreos debido a que, a partir del 1 de enero de 2023, los tiquetes tienen de nuevo un IVA del 19%, una vez que se venció la medida del gobierno de Duque que lo reducía a sólo 5% por dos años con el fin de reactivar el sector de turismo durante la pandemia de COVID-19.

A eso se le debe sumar que los pasajes aumentan, al igual que otros servicios, en consonancia con la inflación de 2022, cuya tasa anualizada se ubicó en diciembre de 2022 en 13.12%, la más alta en dos décadas. Este también es un fenómeno que viene desde antes de que Petro tomara el poder, como lo hemos mencionado en chequeos como “Usuario de TikTok exagera sobre inflación, estancamiento económico e impuesto a ganancias ocasionales” o “Falso: en los tres primeros meses de Petro, los alimentos no cuestan tres veces más”.

Reyes agregó que las tarifas también se definen tomando en cuenta el repunte del precio del dólar y los costos del combustible. Sin obviar el impacto que tiene viajar en temporada baja o alta.

Por lo tanto, la subida de entre el 30 al 40% en el precio de los tiquetes es apenas una previsión del Gobierno con base en diversos factores, no un hecho atribuible directa y exclusivamente a su administración.

Aumento del transporte público

Las tarifas de los sistemas masivos de transporte público ciertamente aumentan este año un 12,5%, pero no por decisión del gobierno de Petro sino por acuerdo de la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales (Asocapitales), que reúne a los alcaldes de las principales ciudades del país, entre ellas Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín. Una medida tomada con base en la inflación anualizada a noviembre de 2022, de 12,53%.

“Hemos tomado la decisión de aumentar las tarifas de transporte de nuestros Sistemas Masivos, únicamente en la variación anual del IPC [índice de precios al consumidor] a noviembre de 2022, que equivale a 12,53%”, señaló la organización a través de un comunicado.

Recordemos que, el año pasado, el presidente Petro también sostuvo que los precios de los servicios públicos, arriendos, alimentos, energía eléctrica y transporte público no debían subir más de 13% y pidió “desligar las tarifas de los servicios públicos del índice general de precios y de factores especulativos”.

Impuestos a “mecatos” o alimentos procesados

En el texto final de la reforma tributaria, Ley 2277 de 2022, se establece que los llamados impuestos saludables a alimentos ultraprocesados comenzarán a regir a partir de noviembre de 2023 e irán de 10% a 20% en 2025. Mientras que las bebidas azucaradas con un contenido entre 6 a 10 gramos de azúcar, pagarán este año 18 pesos por cada 100 mililitros y, si superan los 10 gramos, 35 pesos. 

En nuestro explicador "Bebidas azucaradas y ‘comida chatarra’ en la nueva reforma tributaria" podrá conocer más detalles de estos impuestos, que se han creado por los efectos negativos que tienen este tipo de productos para la salud. En todo caso, la cifra de 25% que aparece en las publicaciones virales tampoco es precisa y en algunos casos es mayor a la real.

El impuesto al consumo o impoconsumo

Este tipo de tributo regresa en 2023 pero tampoco por una medida de Petro, sino producto del vencimiento del alivio económico que otorgó el gobierno de Duque durante la pandemia con la reforma tributaria de 2021, también llamada Ley de Inversión Social, y anteriormente, con la de 2020, que se cayó en la Corte Constitucional por un error de trámite en el Congreso.

Desde el 1 de enero de 2023 se cobra de nuevo un 8% de impuesto al consumo en pequeños restaurantes y locales de comida que se encontraban exentos, aunque este gravamen se había mantenido en cadenas de restaurantes y hoteles que no hacían parte del régimen para pequeñas empresas (régimen simple). 

La creación de este impuesto, además, data de la administración de Juan Manuel Santos, con la reforma tributaria de la Ley 1607 del 26 de diciembre de 2012.

Incremento de la energía eléctrica 

Hasta ahora, el pronóstico de que la energía eléctrica suba un 40% durante este año ha sido anunciado por el senador del partido de la U, José David Name, quien se apoya en el elevado precio con el que terminó el año pasado la energía en el mercado de acciones.

“El precio de la energía en bolsa cerró el año por las nubes. No se justifica que con embalses al 85% en Colombia, hoy el precio de la energía esté en más de 500 pesos. Hay que recordar que el 26 de noviembre este mismo precio en bolsa estaba en 246 pesos”, argumentó recientemente.

En medio de esta situación, el Ministerio de Minas y la Superintendencia de Servicios Públicos iniciaron un seguimiento del comportamiento del precio del kilovatio/hora en el mercado de valores. “Con la Superservicios estamos trabajando en la revisión de ese comportamiento, que consideramos atípico con respecto a la situación de la definición de las tarifas en el precio en bolsa”, precisó la ministra Irene Vélez. 

Lo claro hasta el momento es que el Gobierno nacional no ha autorizado un aumento de 40%, luego de que en octubre del 2022 acordara lo contrario con 82 empresas del sector energético, mediante el “Pacto por la Justicia Tarifaria”, cuyo objetivo era justamente disminuir los precios del servicio de electricidad. Esto se vio reflejado en reducciones entre 2% y 4% en diferentes regiones del país entre septiembre y octubre, de acuerdo con la información publicada por el presidente Petro el 30 de noviembre. 

Subida de la gasolina

Determinar de cuánto será el alza de la gasolina en 2023 resulta complejo, ya que desde octubre a diciembre de 2022, la gasolina corriente subió 200 pesos por mes, pero en enero de ese año, el alza fue de 400 pesos. La jefa de la cartera de Minas y Energía, Irene Vélez, anunció que este combustible continuará aumentando de precio durante el año, aunque no especificó en cuánto quedaría el galón en febrero. 

Estos aumentos progresivos se han autorizado para cubrir la billonaria deuda acumulada en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), encargado de subsidiar, desde 2011, productos como la gasolina y el diésel para mantener sus precios estables ante las variaciones internacionales. A propósito, puede leer más en nuestro chequeo “Fondo de combustibles sí acumuló deuda de 10 billones en segundo trimestre, pero no por falta de pago”.

En resumen, tras un análisis de las publicaciones que circulan hablando de incrementos para este año, concluimos que son cuestionables, ya que al analizar varios de los aumentos que cita, en algunos casos incurre en imprecisiones en cuanto a los porcentajes, o resulta complejo hacer los cálculos por falta de información, o son previsiones o anuncios y no medidas concretas, o atribuye medidas a la administración de Petro que en realidad estaban previstas o son resultado de situaciones que vienen del gobierno anterior.