Después de más de 50 años de conflicto, en el que ha habido múltiples actores armados ilegales, son innumerables las violaciones a los derechos humanos cometidas, muchos los hechos por esclarecer y, según las cifras más recientes, 8.554.639 víctimas reconocidas por la Unidad para las Víctimas, que hay que reparar.
No es pequeño el reto que tiene la Justicia transicional en Colombia. El próximo desafío de esa justicia será encarar a los máximos responsables de los peores crímenes cometidos por las Farc, lograr que cuenten la mayor verdad posible, imponerles sanciones que incluyan reparación a las víctimas y así, allanar el camino de reconciliación y paz que busca el país.
Además, no caer en errores de otros procesos de justicia transicional, como la Ley Justicia y Paz, que permitió la desmovilización de los grupos paramilitares, pero en el que hay víctimas que todavía reclaman verdad. También lograr que otros grupos que todavía están en armas las entreguen y cuenten la verdad.
¿Qué papel jugará la justicia indígena? ¿Cómo se asegurará la justicia de que está condenando a verdaderos culpables y no a ciudadanos a los que han tildado de victimarios sin serlo? ¿Cómo asegurar una restitución de tierras que garantice la subsistencia de las víctimas? ¿Cómo garantizar las condiciones para que los excombatientes vivan dignamente y no vuelvan a delinquir? ¿Cómo lograr que los victimarios ayuden a esclarecer la suerte de los desaparecidos?
Esos son los temas que aborda este especial periodístico de cinco historias, realizadas por seis estudiantes que terminaron el curso virtual CdR/Lab Justicia Transicional “Claves para entender y cubrir la justicia especial para la paz”, quienes recibieron asesoría editorial de Tatiana Navarrete y María Clara Calle, periodistas del medio Verdad Abierta.
La capacitación CdR/Lab Justicia Transicional y las historias de este especial se realizaron gracias al apoyo del Servicio Civil para la Paz de la AGEH y de la DW Akademie.
Nota: Aunque Colombiacheck tiene como política editorial identificar debidamente a las fuentes a las que les atribuye la información, en algunos de estos artículos se omiten o se cambian los verdaderos nombres por razones exclusivas de seguridad de los protagonistas de las historias.
Durante casi tres décadas, las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC), también conocidas como ‘Los Buitragueños’, delinquieron en Casanare, Meta, Boyacá e, incluso en zonas cercanas a Bogotá como Soacha y Sumapaz, dejando miles de víctimas y crímenes de lesa humanidad a su paso.
Los indígenas de Pueblo Rico, en Risaralda, recibirán a exguerrilleros de las Farc, pero antes tendrán que resolver la tensión entre su justicia y la que crea el acuerdo de paz. Además, ya tienen una experiencia que no ha funcionado como debería.
10 familias a las que les despojaron sus tierras en medio del conflicto intentan rehacer sus vidas en un predio a 15 minutos de la zona urbana de Cali. Ya tienen la tierra, pero les falta el agua potable y ayuda para que sus proyectos productivos sean sostenibles.
Una decisión judicial o el señalamiento de un grupo armado puede catalogar a una persona como victimaria sin serlo, como lo muestran las historias de Camila y Patricia.
Víctimas, antiguos miembros de las guerrillas, los paramilitares y el Ejército habitan un aislado conjunto residencial de Usme, en medio del microtráfico, los grupos armados y una convivencia cada vez más álgida.