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Falso

Viernes, 17 Diciembre 2021

Otra vez circula el falso cronograma de variantes de COVID-19 y sigue siendo mentira

Por José Felipe Sarmiento

Esta desinformación ya había sido desmentida por Colombiacheck en julio de 2021 y por otros verificadores a lo largo del año.

En redes sociales como Facebook y Twitter (1, 2) está circulando de nuevo un supuesto cronograma para la aparición de variantes del SARS-CoV-2, virus causante de la pandemia de COVID-19, con los logos de la Universidad Johns Hopkins, ubicada en Estados Unidos; el Foro Económico Mundial, la Fundación Bill y Melinda Gates y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Publicación en Facebook con foto de otra publicación del falso cronograma de cepas

Además de ser falso, es una desinformación que Colombiacheck ya había desmentido en julio de 2021 con un chequeo que fue citado por El Detector de Univision en Estados Unidos. Otros verificadores como La Silla Vacía, Check Your Fact, Chequeado (1, 2), Animal Político, Lupa, Reuters, Newtral y EFE también han confirmado, a lo largo de 2021, que se trata de una mentira viral.

De hecho, lo que circula en Facebook es la imagen de otra publicación que ya tenía una advertencia en la plataforma. Se puede ver la opción de “ver motivo” con la que los usuarios pueden saber por qué la red social coloca una advertencia sobre un contenido y, en el caso de los calificados por terceros verificadores independientes del programa 3PFC (del que Colombiacheck es parte), acceder a los chequeos correspondientes. Incluso se lee también que la cuenta que lo publicó fue restringida: “Solo tú puedes ver esto”, le informa a quien tomó la foto.

“Les tocó adelantar la agenda, no está resultando como esperaban, para lo que siempre tienen un plan de refuerzo”, asegura el perfil Assange Liberado, para explicar que la variante de preocupación ómicron, resaltada en la tabla donde dice que supuestamente estaba programada para mayo de 2022, ya está en circulación. Enseguida dice que “la invasión alienígena ya está por anunciarse y yo no he hecho ni el café para las visitas”.

Como ya lo ha explicado Colombiacheck en ocasiones anteriores (1, 2, 3) con base en información de entidades como la OMS o los Centros para el Control y Prevención de la Enfermedad de Estados Unidos (CDC) y Europa (ECDC), una variante es el mismo virus pero con cambios que suceden de forma continua y al azar cuando se replica, o sea mutaciones. Algunas de estas pueden volverlo, por ejemplo, más contagioso o más resistente a la inmunidad.

Cuando se identifica alguna variante que puede tener esas características se le empieza un seguimiento y, según su comportamiento y la evidencia científica que vaya surgiendo, se le puede declarar como de interés o, más aún, de preocupación. Además, se le puede dar un nombre con una letra del alfabeto griego para facilitar la comunicación y evitar estigmas relacionados con el país donde cada una fue detectada por primera vez.

Para la OMS, las variantes preocupantes del SARS-CoV-2 que se han identificado hasta diciembre de 2021 son alfa, beta, gamma, delta y ómicron. En ese orden, estas fueron encontradas en septiembre, mayo, noviembre y octubre de 2020 y noviembre de 2021. En el supuesto cronograma viral solo aparecen las dos últimas y lo hacen con fechas muy posteriores a las reales.

Tabla de variantes preocupantes de SARS-CoV-2 actualizada. OMS.

Tampoco coinciden los datos en las de interés. Lamda y mu fueron identificadas en diciembre de 2020 y enero de 2021, respectivamente, a pesar de que el supuesto plan era que aparecieran en los primeros meses de 2022.

Tabla de variantes de interés de SARS-CoV-2 actualizada. OMS.

La imagen viral incluso menciona las supuestas variantes nu y xi. Sin embargo, la OMS se saltó estas dos letras griegas porque la primera podría confundirse con el adjetivo new en inglés, que significa “nueva” o “nuevo”, y la segunda podría estigmatizar a quienes se apellidan Xi, una común transliteración de varios apellidos chinos, incluido el del presidente de China, Xi Jinping (習近平 en alfabeto tradicional o 习近平 en el simplificado).

De modo que el orden del alfabeto griego ni siquiera corresponde siempre con la cronología del surgimiento de las variantes. Contrario a lo que se pretende mostrar con la tabla de esta desinformación, no hay una relación directa entre las dos cosas.

Además, algunas letras han sido retiradas de la lista con el tiempo y la evidencia. Las antiguas eta (B.1.525), iota (B.1.526) y kappa (B.1.617.1) estaban, por ejemplo, en agosto de 2021. Cuatro meses después, continúan bajo vigilancia con sus nombres técnicos, pero ya no son de interés.

La OMS explica en la misma página que esto pasa cuando “se demuestra de forma concluyente que [una variante] ya no entraña riesgos importantes añadidos a la salud pública mundial con respecto a otras”. Así que no se trata de que se hayan “adelantado” algunas del cronograma como parte de “un plan de refuerzos”, sobre todo si se refiere a las dosis adicionales de las vacunas, que tampoco son específicas para cada una.

Por el contrario, la evidencia disponible por lo menos hasta octubre de 2021 sobre la efectividad de las vacunas contra el COVID-19 permitía afirmar que estas seguían cumpliendo su función principal (proteger de enfermedad grave y muerte) en la gran mayoría de los casos. La misma Organización Mundial de la Salud dice:

“Cada vez hay más pruebas que indican que la mayoría de las vacunas confieren suficiente inmunidad para combatir eficazmente la mayoría de las variantes del SARS-CoV-2, sobre todo como prevención de los síntomas graves, la hospitalización y la muerte. En cambio, sabemos que estas vacunas protegen menos contra los síntomas leves y las infecciones asintomáticas que contra las formas más graves de la enfermedad”.

Con ómicron, por ser la más reciente, aún hay muchas dudas. Al parecer sí genera un mayor escape del coronavirus a la inmunidad y por eso hace urgentes los refuerzos para quienes tienen mayor riesgo de complicaciones por COVID-19, como las personas de edad más avanzada. No obstante, la disminución del efecto no es del 100%.

Así lo señaló, por ejemplo, el microbiólogo molecular experto en enfermedades infecciosas Romain Brunel con base en información científica de las autoridades de Sudáfrica, uno de los primeros países en reportar el hallazgo de esa variante. Estos datos fueron publicados el 14 de diciembre de 2021.

Entre tanto, un estudio en preimpresión, o sea evidencia preliminar aún no revisada por pares científicos, liderado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos, ha mostrado que las células T, encargadas de dar inmunidad a largo plazo, en este caso contra COVID-19 grave, mantendrían su capacidad de reconocer a ómicron casi igual que a otras variantes.

La epidemióloga y bioestadista Monica Gandhi, profesora de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, lo celebró en un hilo de Twitter el 12 de diciembre. “Debido a que la variante ómicron es la más reciente, tenemos que examinar si las células T generadas por la vacuna o por una infección previa funcionan bien contra ella. ¡Y este artículo nos muestra que sí!”, escribió. No son datos definitivos, pero apuntan en una dirección muy distinta a lo que se dice en la desinformación.

Es decir que, si bien los refuerzos son necesarios para ciertas poblaciones y algunos países incluso los están aplicando a personas jóvenes sin factores de riesgo para complicaciones, como Estados Unidos y Colombia, esto no es el resultado de que cada una de las variantes sea por sí sola peor que las otras o elimine del todo el efecto de las vacunas. Algunas han demostrado algún nivel de evasión mayor, pero no como señala la publicación de Facebook, y otras sencillamente no han tenido tal efecto.

Incluso el director del NIAID, Anthony Fauci, ya ha aclarado que las dosis adicionales funcionan contra ómicron. “No hay necesidad de refuerzos específicos por variante”, dijo en rueda de prensa el 15 de diciembre de 2021.

Esto tiene que ver con otro error de las publicaciones en las que se comparte el falso cronograma: la confusión entre variante y cepa, también aclarada en los chequeos anteriores ya mencionados. La primera implica mutaciones que pueden o no tener consecuencias en el comportamiento del virus, mientras que la segunda surge cuando hay cambios sustanciales que la alejan demasiado del ancestro genético común con las demás.

Finalmente, cabe recordar que las instituciones que aparecen en la imagen viral, sobre todo la OMS y la fundación de los recién divorciados Bill Gates y Melinda French, aparecen con frecuencia en desinformaciones como esta, ligadas a teorías conspirativas. Desde que inició la pandemia, han circulado estas historias que apuntan sin ningún sustento real a que se trata de un plan para instaurar un “nuevo orden mundial” o reducir la población.

En resumen, las variantes (no cepas) del SARS-CoV-2 no han surgido de acuerdo a un cronograma planeado ni se han “adelantado” de forma organizada. Si bien algunas pueden hacer necesarios o más urgentes los refuerzos vacunales contra el COVID-19, esto no prueba que las dosis iniciales pierdan su efectividad de manera programada por cuenta de las mutaciones del virus.

En cualquier caso, no hay sustento del supuesto plan coordinado por las entidades a las que se asocia la tabla. Todo esto es falso y parte de una desinformación desmentida hace meses en diferentes países, incluida Colombia, pero que ha vuelto a circular a finales de este 2021.