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Falso
En algunas publicaciones de redes sociales como Twitter e Instagram se ha estado compartiendo un supuesto artículo de investigación que afirma que, tras la vacunación contra el COVID-19, han aumentado las muertes súbitas en deportistas y atletas en el mundo.
Sin embargo, esto es falso. El artículo desinformador carece de información suficiente para identificar una correcta asociación entre las vacunas anti-COVID y los registros mencionados de muerte súbita en deportistas. Además, hasta el momento, no hay evidencia científica que vincule a las vacunas con el supuesto aumento de estos casos.
En Twitter, esta publicación fue compartida el 27 de mayo de 2023 a las 5:10 p.m. por el usuario ‘NACHINO _OFICIAL’ con cuenta @ignaziololo1, caracterizada por publicar contenido antivacunas, e incluye la siguiente descripción: “#Repentinitis 1863 PAROS CARDÍACOS para deportistas. 1291 de ellos murieron. Todo esto post vacunación COVID-19 💉 En resumen, la muerte súbita cardiaca en deportistas: → 2,4 por mes (entre 1966 - 2004) → 46.4 por mes (entre 2021 - 2022)” (sic).
El tuit también incluye el enlace a la supuesta fuente de información y que lleva a un artículo en inglés titulado “1884 atletas con paros cardíacos o problemas graves, 1310 de ellos muertos, desde la inyección de COVID”, publicado en un portal llamado ‘Real Science’ (goodsciencing.com) en donde reposan distintos artículos conspiranoicos antivacunas y negacionistas del cambio climático.
El trino de ‘NACHINO _OFICIAL’ fue compartido a modo de captura de pantalla en Instagram por la cuenta oficial (verificada) del comediante colombiano Carlos ‘el Mono’ Sánchez el 29 de mayo de 2023. A Sánchez ya lo habíamos chequeado anteriormente, cuando compartió un pantallazo que afirmaba falsamente que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó quitar seguridad privada y gasolina a diputados.
La más reciente publicación del comediante generó múltiples reacciones y comentarios de otros usuarios de esta red social.
“Aparecieron las llaves. Solo hay que mirar a nuestro alrededor” (sic), “Era algo q se sabía q pasaría, pero muchos q no es así, y cualquiera q tengamos algo de conocimiento en medicina se sabia q pasaría 😢” (sic), “Y lo peor es que ya están anunciando ellos mismos la nueva plandemia no saben cómo manipular el humano” (sic), “Se llama control de población esta en la agenda 2030 de los globalistas” (sic).
Al momento de esta verificación, la desinformación en ambas redes sociales ha logrado un alcance de más de 100.000 reproducciones, 717 compartidos y 1.193 ‘me gusta’, así que en Colombiacheck decidimos verificarla.
El artículo de la desinformación señala que más de 1.884 atletas han sufrido un paro cardíaco desde que comenzaron las vacunas contra el COVID-19, en comparación con un promedio anterior de 29 y 66 atletas por año, sugiriendo que estas vacunas están causando un aumento de muertes súbitas en deportistas.
El artículo dice textualmente:
“Aquí hay una lista no exhaustiva y en continuo crecimiento de atletas principalmente jóvenes que tuvieron problemas médicos importantes en 2021/2022 después de recibir una o más vacunas contra el COVID. Inicialmente, muchos de estos no fueron informados. Sabemos que a muchas personas se les dijo que no le contaran a nadie sobre sus reacciones adversas y los medios de comunicación no las informaron. Comenzaron a ocurrir y aumentar después de las primeras vacunas contra el COVID. Los principales medios de comunicación aún no informan sobre la mayoría, pero las noticias deportivas no pueden ignorar el hecho de que los jugadores de fútbol y otras estrellas colapsan en medio de un juego debido a un paro cardíaco repentino. Muchos de ellos mueren: el 69,4 % a 31 de diciembre de 2022”.
La supuesta investigación cita un estudio de 2006 que encontró 1.101 informes de muerte súbita cardiaca en atletas durante un período de 38 años, o un promedio de 29 por año, y otro artículo de 2009 sobre la muerte súbita en atletas estadounidenses, de 1980 a 2006.
El análisis de 2006, sin embargo, revisó la literatura específicamente para informes de muerte cardíaca súbita entre atletas menores de 35 años y señaló que sus hallazgos fueron limitados porque “la muerte cardíaca súbita en atletas jóvenes, como se informa en los artículos publicados y estudiados, está subestimada”.
Por su parte, el artículo del blog compara datos de estos estudios con una extensa lista de notas de prensa sobre muertes recientes (entre 2021 y 2023) y emergencias médicas entre personas de todas las edades y provenientes de diferentes partes del mundo y “evidenciando” un supuesto aumento de los casos de muerte por afecciones cardíacas en deportistas tras la vacuna.
No obstante, además de que no es una investigación comparable a los estudios científicos citados, cabe resaltar que no todos los registros de prensa mencionados en el blog corresponden a muertes por complicaciones cardíacas. Algunas se atribuyen a otras causas distintas.
La extensa lista incluye por lo menos 69 casos en donde la causa de la muerte, según reportes, fue por algún tipo de cáncer. Por ejemplo, mencionan el caso de un luchador de artes marciales mixtas de 34 años que murió de cáncer de hígado. También está otra noticia de un entrenador italiano de 61 años que, según los informes, murió poco después de que le diagnosticaran leucemia.
Según expertos, incluir únicamente los casos o reportes de muertes de deportistas en un periodo de tiempo específico no es suficiente para identificar una asociación entre las vacunas contra el COVID-19 y las muertes por afecciones cardiacas.
Fernando de la Hoz Restrepo, doctor en Epidemiología de Enfermedades Infecciosas, magíster en Epidemiología y actual docente de Epidemiología y Salud Pública en Universidad Nacional, explica que los datos del supuesto estudio carecen de información y por tanto no puede ser considerada confiable:
“Para poder sugerir que la vacuna se asocia con las muertes de atletas se necesitaría por lo menos un análisis de casos que muestre cuántas de las muertes tienen como antecedente la vacunación, la fecha de recepción de la vacunación, los antecedentes clínicos de los fallecidos, el tipo de vacuna que recibieron, el número de las dosis, los países donde ocurrieron las muertes y las circunstancias de las mismas, incluyendo reportes de patología. Eso es lo mínimo. Idealmente debería tenerse al menos un estudio de casos y controles que muestre la frecuencia de vacunacion en los muertos, comparada con esa misma frecuencia en atletas de la misma edad y sexo que estén vivos. Es decir, que esa aseveración de la que se habla y muestra (en una gráfica dentro del artículo) es falsa”.
En una verificación del 9 de enero del 2023, por parte del medio AP News, sobre este mismo artículo (que en ese momento se refería a 1.598 atletas que sufrieron un paro cardíaco), el doctor Matthew Martinez, director de cardiología deportiva en Atlantic Health System en Morristown Medical Center dijo que el contenido del blog “no es una investigación real”.
Allí, también el doctor Jonathan Kim, jefe de cardiología deportiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory y cardiólogo de los equipos de las ligas de fútbol americano, béisbol y baloncesto de Atlanta, dijo sobre la publicación del blog: “Es basura científica, no se puede simplemente obtener un montón de informes de los medios”, y señaló que en algunos casos no se divulga una causa de muerte o un problema de salud clínicamente determinados porque es información médica privada.
El Dr. Neel Chokshi, director médico del Programa de ejercicio físico y cardiología deportiva de Penn Medicine, dijo en su momento a AP News, a través de un correo electrónico, que sería “inexacto” sacar conclusiones comparando las cifras del blog con los estudios del 2006.
“Por lo general, los datos científicos y de investigación son revisados por pares bajo un proceso bastante riguroso para evaluar los métodos utilizados para obtener los datos y realizar el análisis. Esto es importante por varias razones, incluida la garantía de que los datos sean precisos, libres de sesgos imprevistos y posibles factores de confusión".
Chokshi agregó que es importante verificar las circunstancias en torno a una muerte o evento informado para confirmar que, en efecto, estaba relacionado con el corazón, algo que el blog no hace. “Los datos presentados aquí no respaldan la noción de que las vacunas hayan causado un aumento en la muerte súbita”, concluyó.
En este artículo sobre las vacunas COVID-19 y la muerte súbita, en donde se aborda el caso del artículo de los “1.598 atletas que sufrieron un paro cardíaco luego de ser vacunados”, las autoras, Katelyn Jetelina, epidemióloga y divulgadora científica, y la doctora Kristen Panthagani, médica, científica y autora del blog de divulgación científica ‘You Can Know Things’, explican que en este tipo de análisis es muy incorrecto y lo que hace es alimentar información falsa.
“Este tipo de diseño de estudio se puede hacer en epidemiología, sin embargo se debe hacer con mucho cuidado y comparar ‘manzanas con manzanas’. En ese caso se comparó ‘manzanas con naranjas’”, señalan las autoras.
De acuerdo con las autoras, el error del artículo radica en que se compararon a jóvenes con mayores, y a su vez, distintas definiciones de muerte súbita cardiaca; se incluyó gente que no había muerto por muerte súbita, personas que no eran atletas y personas que no murieron.
Recordemos que, en chequeos anteriores en los que hemos desmentido desinformaciones sobre supuestos efectos adversos y las muertes falsamente atribuidas a las vacunas (1, 2, 3, 4, 5, 6), hemos explicado que las vacunas contra el COVID-19 son seguras y que los efectos adversos que se pueden presentar después de recibir la inyección, en su mayoría son leves.
Por otra parte, organismos encargados de la farmacovigilancia de las vacunas, como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), solo han encontrado dos afecciones cardíacas que pueden producir las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna): la pericarditis y la miocarditis. La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco y la pericarditis es una inflamación de la capa exterior que recubre el corazón.
Como explicamos en un chequeo anterior, en donde desmentimos que 1,8 millones de personas han muerto “repentinamente” por vacunas contra COVID-19, se trata de eventos adversos muy raros. En el grupo de 12 a 16 años es de 70,7 casos por cada millón de dosis de Pfizer-BioNTech, de 16 a 17 años de 105,9 casos por cada millón de dosis Pfizer BioNTech y de 18 a 24 años de 52,4 y 56,3 casos por cada millón de dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, respectivamente.
De hecho, un estudio titulado ‘Riesgos de miocarditis, pericarditis y arritmias cardíacas asociadas con la vacunación contra el COVID-19 o la infección por SARS-CoV-2’, publicado en la revista científica Nature, señala que el riesgo de desarrollar miocarditis es mayor cuando la persona se contagia de COVID-19 que cuando es inoculada con una vacuna ARNm.
Al respecto, el doctor De la Hoz menciona que, aunque la vacuna BNT162b2 (de Pfizer) puede producir arritmias cardiacas en personas jóvenes, hasta ahora no se ha documentado que aumenten el riesgo de muerte súbita.
En esta verificación del 25 de febrero del 2022, realizada por nuestros colegas de Vefiricat (de Cataluña, en España) sobre las muertes cardiovasculares entre atletas profesionales, Araceli Boraita, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), dijo que desde el Consejo Superior de Deportes ha estado siguiendo a todos los deportistas que fueron a competir (que debían estar vacunados para ello) en las Olimpiadas de Tokio 2020 (celebradas en realidad en 2021) y, hasta ese momento, no se han observado complicaciones.
“Algunos sufrieron alguna reacción, sobre todo tras la segunda dosis, del estilo de malestar general, dolores musculares, febrícula, etcétera… Pero ha durado dos o tres días y se ha resuelto”, señala Boraita.
Otras ejemplo es el de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), que le explicó a Reuters, en una verificación de una desinformación que vincula falsamente las vacunas con las muertes de atletas, que la organización “no tenía conocimiento de un aumento en los episodios de paros cardíacos" y tampoco “se han señalado casos en relación con personas que reciben una vacuna covid”.
Sin embargo, no se puede dejar de lado que los fallecimientos repentinos de gente joven y atlética ocurren con cierta frecuencia, pero esto no necesariamente está relacionado con el COVID o sus vacunas. De hecho, la muerte súbita es la principal causa médica de muerte en atletas, tal y como muestra este artículo en The British Medical Journal publicado en 2014.
La fundación Cardiac Risk in the Young (CRY) señala que, cada semana, mueren en Reino Unido 12 jóvenes en forma y sanos menores de 35 años por problemas cardíacos no diagnosticados previamente, que a menudo no presentaron algún síntoma.
Esta misma fundación publicó en 2018, antes de la pandemia, otros resultados de un estudio de 10 años, que concluyó que la muerte súbita cardiaca en futbolistas de élite era más común de lo que se había creído previamente.
Por su parte, la FDA y los CDC anunciaron que están investigando una posible (pero no confirmada) relación entre la dosis de recuerdo bivalente de Pfizer y un aumento del riesgo de infarto cerebral en personas mayores de 65 años, basándose en los resultados de monitorización de una de las bases de datos. Sin embargo, también aclaran que “la evidencia actual no respalda la existencia de un problema de seguridad en las vacunas, así que seguirán evaluando los datos disponibles”.
Con estos elementos, Colombiacheck califica como falso el supuesto artículo científico que asocia la vacunación contra el COVID-19 con un aumento en los casos de muerte súbita de deportistas y atletas. Como hemos explicado a lo largo de este chequeo, la publicación carece de información suficiente para identificar una correcta asociación entre las vacunas COVID y los registros mencionados de muerte súbita en deportistas. Además, hasta el momento, no hay evidencia científica que vincule a las vacunas con el aumento de estos casos.