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Falso

Miércoles, 28 Julio 2021

Vacuna contra COVID-19 no produce un efecto similar al cáncer ni causa esterilidad

Por Gloria Correa

Las afirmaciones de un investigador canadiense, quien malinterpretó unas publicaciones sobre las vacunas, son la fuente de esta desinformación.

Un portal en Facebook realizó una publicación  sobre las vacunas de ARNm contra COVID-19, en la que se aseguraba, entre otras cosas,  que “las inyecciones Covid provocan en el organismo un efecto similar al cáncer, pues hacen que las peligrosas proteínas de pico se reproduzcan sin control (...)”.

captura de pantalla publicación con etiqueta falso

Pero se trata de otra desinformación sobre estas vacunas difundida por grupos y portales anti-vacunas en redes sociales y páginas web, para desalentar la vacunación.

En el portal de Facebook que publicó tal desinformación señalaron como fuente a Natural News, pero este es un sitio web de medicina alternativa cuyo fundador, Mike Adams, es un norteamericando de ultraderecha, quien difunde teorías conspirativas y desinformación sobre la pandemia, como lo han identificado colegas verificadores de Politifact.

Publicaciones con contenido similar sobre las vacunas de ARNm y las proteínas espiga han circulado en diferentes idiomas en el último mes (1, 2,3, 4, 5 , 6) siendo verificadas y desmentidas por colegas de la International Fact Checking Network (IFCN) de la que hacemos parte como AFP Factual, Newtral, Maldita, Fact Check, Reuters Fact Check, APP Fact Check, entre otros. 

A continuación lo que encontramos en Colombiacheck sobre esta publicación:

El investigador canadiense que originó la desinformación

“Y esta información es el resultado de investigación científica real expuesta por un reconocido inmunólogo viral llamado Byram Bridle...”, señalan en la publicación de Facebook que estamos verificando. 

Byram Bridle, sí es un inmunólogo, profesor asociado de la Facultad de Veterinaria de Ontario de la Universidad de Guelph en Canadá. El pasado 27 de mayo, Bridle fue entrevistado por una emisora canadiense, en el programa On Point, donde hizo múltiples y controvertidos señalamientos sobre las vacunas contra COVID-19.

En la entrevista hizo varias afirmaciones como: “Cometimos un gran error. No nos dimos cuenta hasta ahora... Pensamos que la proteína de pico era un gran objetivo antígeno, nunca supimos que la proteína de pico en sí misma era una toxina y era una proteína patógena. Entonces, al vacunar a las personas, inadvertidamente las estamos inoculando con una toxina”.  Esta frase ha sido utilizada por las viralizadas publicaciones para desinformar sobre las vacunas. 

Pero a pesar de que estas frases sí son de Bridle, este tergiversó y distorsionó las conclusiones de otras publicaciones como explicaremos a continuación. 

La agencia de noticias Reuters lo contactó para verificar lo que dijo, pero este les respondió que no estaba aceptando compromisos con los medios. Un portavoz de la Universidad de Guelph, donde Bridle trabaja, recalcó a noticias AFP que las opiniones de los investigadores que trabajan en la institución no reflejan la postura de la universidad y señaló: “La  universidad anima encarecidamente a cualquier persona que pueda vacunarse a que lo haga”.

El “estudio japonés” que citó Bridle es un reporte técnico

Bridle afirmó en la entrevista radial que había tenido acceso a un “estudio” de la Agencia Japonesa de Productos Farmacéuticos y Médicos (PMDA, por sus siglas en inglés), según él no publicado y secreto, el cual demostraría que la seguridad de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer/BioNTech no fue evaluada correctamente. 

Pero el "estudio" en realidad es un reporte técnico y no es secreto, se puede tener acceso aquí

Al revisar dicho reporte en Colombiacheck evidenciamos que muestra los resultados de investigaciones hechas en el laboratorio y en ratas (no en humanos) con componentes de la vacuna de Pfizer como son los nanolípidos (NLP) para evaluar cómo se distribuían en los diferentes órganos de las ratas luego de la inyección, pero en ningún momento concluyen que se acumulen en algún órgano o que puedan causar daños y tampoco evalúan la proteína pico de la que trata la desinformación que estamos verificando.

Maki Yamaguchi, portavoz de Pfizer, recalcó a AFP Factual: "El documento forma parte de la presentación de datos realizada por Pfizer a la Agencia Japonesa de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos (PMDA) para su revisión”, antes de que el biológico fuera aprobado en dicho país.

El profesor Amane Koizumi, del Instituto Nacional de Ciencias Naturales de Japón, también consultado por AFP, confirmó que el documento japonés da cuenta de un estudio de biodistribución de la vacuna en ratones.  Como señalamos previamente muestra los resultados de estudios en los que se evaluó cómo se distribuían componentes de la vacuna de Pfizer en el cuerpo de ratones.

Malinterpreta una investigación de Harvard

Bridle también citó un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard y publicado en la revista Clinical Infectious Disease. En la entrevista aseguró que la investigación era una "prueba clara de que la vacuna provoca coágulos de sangre, sangrado, problemas cardíacos y daño cerebral”.

Sin embargo, David Walt uno de los autores de dicho estudio, explicó a Reuters: "Bridle está tomando nuestros resultados y mal interpretandolos por completo".  

Walt y sus colegas analizaron las sangre de 13 personas que recibieron la vacuna de Moderna y encontraron que 11 de ellos tenían niveles detectables de la proteína pico del nuevo coronavirus al día siguiente de la vacunación, lo que demostraba que el cuerpo estaba produciendo la proteína, según lo previsto para este tipo de vacunas contra COVID-19. Esas proteínas disminuyeron en las semanas siguientes y no se detectaron después de la segunda dosis.

Walt concluyó sobre los hallazgos del estudio: “Esto se debe a que los individuos desarrollaron anticuerpos para eliminar (la proteína) de la sangre, creando una respuesta inmune exactamente como se diseñó la vacuna. Las pequeñas cantidades medidas en la sangre de las personas vacunadas no eran tóxicas. El mensaje más importante es que se han administrado más de 400 millones de dosis de la vacuna de ARNm con consecuencias graves insignificantes. Es increíblemente seguro”.

Alfredo Corell , profesor de Inmunología en la Universidad de Valladolid le aclaró a Newtral que aunque la investigación detectó la proteína S o pico en la sangre de los vacunados, “se trata de una concentración transitoria de apenas unos días”.

Así ni el reporte técnico japonés ni la investigación de Harvard de los que habla Bridle respaldan las desacertadas afirmaciones sobre las vacunas de ARNm contra COVID-19 que han difundido las viralizadas publicaciones.

Proteínas S, pico o espiga que se produce tras la vacuna no es tóxica

En la publicación de Facebook también señalan erróneamente: “Se ha comprobado que las proteínas de pico ingresan al torrente sanguíneo y circulan durante días después de la inyección, luego se acumulan descontroladamente en hígado, bazo, glándulas suprarrenales, ovarios, etc., generando letales efectos adversos”. 

Pero no hay evidencia que respalde tales supuestos efectos tóxicos o letales de las proteínas pico. Las vacunas de ARN mensajero, ARNm, como la de Moderna o Pfizer buscan que el cuerpo fabrique la proteína espiga, S o pico del nuevo coronavirus, a partir del fragmento de ARN que se inyecta, con el fin de que el sistema inmune la reconozca como “extraña” y produzca anticuerpos o defensas contra ella. Así el sistema inmune queda listo para atacar al nuevo coronavirus en caso de un futuro encuentro con este, como lo señalamos en un explicador sobre cómo funcionan estas vacunas. 

De ese modo con la vacuna no se inocula directamente la proteína pico como intentan señalar en las viralizadas publicaciones. Y en las diferentes fases de investigación clínica de estas vacunas (Pfizer, Moderna)  se evaluó tanto la seguridad y se concluyó que estas vacunas son seguras.

Además el mismo estudio de Harvard que citó Bridle, demostró lo contrario a las  afirmaciones de que la proteína se acumula o es tóxica, pues aunque encontraron mínimas concentraciones de proteínas pico en la sangre por unos días después de la primera inyección, no reportaron que se acumularan en los órganos, ni causaran efectos tóxicos o adversos. 

Drew Weissman, profesor de Medicina en la Universidad de Pensilvania, recalcó a Politifact:“No hay datos de que esa proteína sea una toxina”.

Alejandro Pascual, PhD en ciencias biomoleculares, del Instituto de Investigación La Paz  explicó a Newtral que cuando algunas células del cuerpo humano fabrican las proteínas S a partir de las instrucciones de las vacunas, estas “no suelen circular libres, por el organismo y, si lo hacen, no llega a tener niveles peligrosos en ningún momento. Las afirmaciones de que la proteína S de las vacunas es “tóxica” no cuenta con aval científico”, resaltó Pascual.

Vacunas de ARN no causan esterilidad, ni modifican el ADN, ni causan efectos similares al cáncer

“Esta genocida vacuna, “todo en uno”, mata a la mayoría, y si hay sobrevivientes los deja estériles, evitando que se produzcan nuevos nacimientos” es otro de los falsos señalamientos de la publicación.

Se trata de ideas promovidas por los antivacunas a lo largo de la pandemia. En chequeos previos (1,2) hemos desmentido esos falsos efectos sobre la fertilidad atribuidos a las vacunas de ARN contra COVID-19 y en otro chequeo desmentimos la viralizada publicación que atribuyó a Luc Montagnier, virólogo francés, la afirmación de que todos los vacunados morirán en dos años.

La esterilidad no es un efecto adverso que se haya reportado durante la vigilancia de la seguridad que se ha hecho a las vacunas de ARN contra COVID-19 como la de Pfizer y Moderna.

Sobre este tema, el médico colombiano Francisco Sarmiento, epidemiólogo con Máster en Salud Pública, resaltó previamente a Colombiacheck: “No tiene sentido que una posible vacuna contra la COVID-19 cause una esterilización masiva en hombres y mujeres porque las vacunas no van dirigidas a los tejidos humanos, sino al virus. Ninguna vacuna que pase todas las fases de investigación llegará al ser humano de manera masiva si tiene riesgo de generar esterilidad”.

En  Colombiacheck también hemos desmentido previamente que estas vacunas no van a modificar el ADN, puede leer los chequeos aquí, aquí y aquí. Y también desmentimos que estas vacunas  no van a causar efectos como el cáncer como también señala esta publicación que estamos verificando. El ARN que se inocula a través de estas vacunas se destruye en un período de tiempo de 48 a 72 horas por lo cual no hay posibilidad de que modifiquen nuestra información genética o ADN para causar otras enfermedades. 

En el mundo ya se han aplicado cerca de 4 mil millones de dosis de la vacuna contra COVID-19, según datos de Our World in Data para el 28 de julio de 2021, demostrándose que son efectivas y seguras.

Así concluimos que las afirmaciones de la publicación que verificamos son falsas ya que no hay evidencia de que las proteínas generadas por las células humanas después de la vacunación con las vacunas de ARN sean una toxina, dañen los tejidos o causen esterilidad. Además, las afirmaciones incluidas en la publicación corresponden a malinterpretaciones de unas publicaciones por parte de un inmunólogo candiense.

Para leer otros chequeos o explicadores sobre la pandemia, puede visitar nuestro especial Mentiras y verdades del coronavirus. También puede sugerirnos un chequeo aquí