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Falso
Una publicación de Instagram comparte el pantallazo de un trino del empresario estadounidense Steven Kirsch (@stkirsch) que dice: “Boletín de Steve Kirsch – Nuevo estudio revisado por pares: >¡217,000 estadounidenses muertos por las vacunas COVID en solo el primer año!” (sic). Y en la parte de abajo tiene el enlace de un artículo en inglés de su propia web.
La imagen fue publicada en la cuenta del influenciador Rafael Capacho, cuyo usuario es @mr.capacho, y está acompañada del siguiente mensaje: “No lo veras en televisión” (sic). El post tiene más de 700 ‘me gusta’ y en los comentarios se leen mensajes como: “Que tristeza. Yo no ví casos de covicho pero si veo infartados, acv en jóvenes y mujeres que las vacían por tumores o hemorragias” (sic), “Y aún hay médicos defendiendo eso”, “Yo no me pongo eso ni loca ni yo ni mi familia”, “Todavía existen dudas de si es verdad que ocasiona en algunos la muerte y en otros, dolencias que no saben de donde proviene”.
El trino de Kirsch también fue mencionado en Twitter por las cuentas del mismo Capacho (@RafaelCapachoo) y un usuario que se identifica como Francisco San Lee (@fsanleec).
Al influenciador lo hemos verificado antes por difundir en sus redes sociales teorías conspirativas y desinformaciones sobre las vacunas contra el COVID-19, la Agenda 2030 y el gobierno de Gustavo Petro (1, 2, 3, 4). En 2020, The New York Times lo incluyó en una investigación sobre desinformadores que apuntaban a exacerbar a la comunidad latina en Estados Unidos tras la derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales de ese país.
Por otra parte, Kirsch es un empresario estadounidense que se convirtió en antivacunas luego de fundar The COVID-19 Early Treatment Fund, una organización que se creó para respaldar la investigación con medicamentos existentes para tratar la enfermedad por el virus SARS-CoV-2. Nuestros colegas de Maldita, Newtral y Politifact (1, 2, 3) han verificado algunas de sus desinformaciones sobre la inmunización.
En Colombiacheck buscamos el trino original de Kirsch, publicado en inglés el 25 de enero de 2022 en su cuenta de Twitter, que tiene el enlace al artículo sobre el supuesto estudio. En el resumen ejecutivo dice:
“Se acaba de publicar un nuevo artículo revisado por pares que finalmente revela la verdad: Más de 217.000 estadounidenses murieron por la vacuna en el primer año después del lanzamiento (...)”. Y justifica esta cifra en una encuesta realizada por el mismo Kirsch. “La tasa de eventos adversos graves informados en la encuesta por los participantes de la encuesta (13,4 %) después de ajustar por un factor de 2 por error de categorización, sigue siendo 5 veces mayor que la informada por Pfizer en su ensayo de fase 3”.
En realidad, los efectos secundarios más frecuentes de las vacunas contra el COVID-19 son fiebre, dolor de cabeza o muscular; dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar de la inyección; escalofríos, náuseas y cansancio, según reportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
También hemos explicado que estas vacunas son seguras y que los efectos adversos que se pueden presentar después de recibir la inyección, en su mayoría, son leves. Además, los posibles eventos más delicados son poco o muy poco frecuentes. Ya hemos desmentido desinformaciones sobre supuestos efectos adversos y las muertes falsamente atribuidas a las vacunas (1, 2, 3, 4, 5).
Igualmente, nuestros colegas de Factcheck.org en la nota "Información de vacunas contra el COVID-19 fue revisada por pares, contrario a lo que dice un meme", verificaron que las vacunas han sido objeto de estudios revisados por pares que encontraron que son efectivas y seguras.
“La publicación New England Journal of Medicine, cuyos estudios son revisados por pares, ha publicado estudios que encontraron que las vacunas de Moderna, Pfizer/BioNTech y Johnson & Johnson son efectivas y seguras. La NEJM es la revista de medicina general publicada en forma continua más antigua del mundo y es una de las revistas más frecuentemente citadas”, dice la nota publicada en junio de 2021.
Entre los eventos adversos de interés que monitorean los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) se encuentran la anafilaxia, un tipo de reacción alérgica grave, que puede ocurrir después de cualquier tipo de vacuna; el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS, por sus siglas en inglés), que causa coágulos en grandes vasos sanguíneos y recuento bajo de plaquetas; y el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno poco frecuente en el cual el propio sistema inmunitario de la persona daña las neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis. Estos efectos adversos están asociados a la vacuna de J & J / Janssen, como hemos publicado antes.
Otros efectos adversos son la miocarditis y pericarditis después de recibir las vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna (ARN mensajero). La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco y la pericarditis es una inflamación de la capa exterior que recubre el corazón.
Estas reacciones adversas después de la vacunación, según los CDC, son pocos frecuentes. El índice de casos de anafilaxia es de aproximadamente 5 por cada millón de dosis administradas y del síndrome de trombosis con trombocitopenia es de aproximadamente 4 casos por cada millón de dosis administradas.
Igualmente, los casos de miocarditis y pericarditis después de la vacunación contra el COVID-19 en el grupo de 12 a 16 años es de 70,7 casos por cada millón de dosis de Pfizer-BioNTech; de 16 a 17 años de 105,9 casos por cada millón de dosis Pfizer BioNTech y de 18 a 24 años de 52,4 y 56,3 casos por cada millón de dosis de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, respectivamente.
Con relación al síndrome de Guillain-Barré, se han notificado casos principalmente en hombres de 50 años de edad o más.
En el chequeo “Es falso que 18 millones de personas hayan muerto ‘repentinamente’ por vacunas contra COVID-19”, dijimos que la FDA exige a los proveedores de atención médica que informen al Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) cualquier fallecimiento posterior a la vacunación contra el COVID-19, incluso si no se sabe con certeza si se debió a la vacuna, lo que a veces ha sido usado para desinformar. No obstante, los CDC aclaran que “los informes de reacciones adversas enviados al VAERS después de la vacunación, incluidos los casos de muertes, no significan necesariamente que una vacuna haya causado un problema de salud”.
Según los CDC, en los Estados Unidos se han administrado, entre el 14 de diciembre de 2020 y el 18 de enero de 2023, más de 667 millones de dosis de las vacunas contra el COVID-19 y, en ese mismo periodo, el VAERS recibió 18.769 notificaciones preliminares de fallecimiento entre personas que recibieron la vacuna contra el COVID-19. Es decir, menos del 0,3% de las inmunizaciones.
“Los médicos de los CDC y la FDA revisan todos los informes de muertes notificados al VAERS, incluidos los certificados de defunción, los datos de autopsias y los registros médicos. A través del monitoreo constante, se identificaron nueve muertes cuyas causas están asociadas a la vacuna contra el COVID-19 de J&J/Janssen. Los CDC y la FDA siguen revisando informes de muertes posteriores a la vacunación contra el COVID-19 y actualizando la información a medida que está disponible”, dice la página de los CDC.
En Colombiacheck también hemos verificado anteriormente desinformaciones sobre muertes en Estados Unidos atribuidas a las vacunas contra COVID-19.
Con estas evidencias, es falso que un nuevo estudio revisado por pares dé cuenta de 217.000 estadounidenses muertos por las vacunas contra el COVID-19 en solo el primer año. El supuesto estudio citado en redes sociales, realmente es una encuesta y no hay evidencia de que haya sido avalada por pares.
Además, según los reportes enviados al VAERS, entre diciembre de 2020 y el 18 de enero de 2023 se registraron 18.769 muertes de personas después de la vacunación en Estados Unidos, 198.231 menos que las que asegura el supuesto estudio. Tampoco hay evidencias de que esas muertes hayan ocurrido por problemas de salud causados por la vacuna.