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Chequeo Múltiple
Un vídeo publicado en la página oficial del médico estadounidense Steve Hotze el 26 de febrero de 2021, titulado “Todo sobre las llamadas vacunas de ARN”, ha circulado desde entonces y en diferentes idiomas, por redes sociales como Facebook (1, 2, 3 ,4), Twitter (1, 2), Instagram e incluso en la red social Rumble, en diferentes idiomas. El vídeo ha tenido hasta más de 10.000 vistas y miles de compartidos en los últimos meses.
Pero Hotze transmite un falso mensaje sobre la vacunación contra COVID-19 al afirmar entre otras cosas que no hay resultados de las investigaciones con estos biológicos y en particular al señalar que las de ARNm son terapia génica experimental. Además señala que vacunarse produce más riesgos que beneficios. Pero sus afirmaciones son falsas y algunas las hemos verificado previamente en Colombiacheck a través de chequeos y explicadores que puede leer aquí: 1, 2, 3, 4, 5.
Colegas verificadores de la International Fact Checking Network (IFCN), organización de la que hacemos parte, como Newtral y Maldita de España, la agencia de noticias AFP y Factcheck.org, también chequearon esta publicación resaltando que lo dicho por Hotze sobre las vacunas de COVID-19 es falso. Incluso otros medios en inglés también la verificaron (1, 2).
Steve Hotze, médico del estado de Texas, Estados Unidos, según su sitio web y perfiles oficiales en redes sociales, es director ejecutivo del Hotze Health and Wellness Center de Houston y ya ha tenido problemas por sus publicaciones. En diciembre de 2020 la Administración de medicamentos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos le enviaron una carta de advertencia solicitando suspender la venta de vitaminas que a través de publicidad engañosa aseguraban “curar” el COVID-19.
En Colombiacheck hicimos un chequeo múltiple de las frases más relevantes de este video, sumado a lo que colegas verificadores encontraron sobre el mismo:
El doctor Hotze repite una y otra vez que las vacunas contra COVID19 no lo son realmente, señalando que no cumplen la definición de vacuna de los Centros para el Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) porque no protegen de la infección por el nuevo coronavirus, ni dan inmunidad.
Pero estos señalamientos son falsos. Los mismos CDC aclaran en su web cuál es el mecanismo de acción de los tipos de vacunas contra COVID-19 y enfatizan que son seguras y eficaces, lo que quiere decir que realmente protegen frente al nuevo coronavirus con pocos riesgos para la salud. Además, resaltan que las vacunas buscan que el sistema inmune desarrolle inmunidad (anticuerpos) frente al nuevo coronavirus sin desarrollar la enfermedad, con el fin de quedar protegidos ante futuras exposiciones.
Fuente: Información para entender cómo actúan las vacunas contra el COVID-19 | CDC
Por otra parte, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la FDA dan las mismas explicaciones sobre estas vacunas. Hay que aclarar que la definición de vacuna de los CDC es compatible con los lineamientos de la FDA siendo este último el organismo que en Estados Unidos dio la aprobación de uso de emergencia para los biológicos de Moderna y Pfizer/BioNTech a finales de 2020.
La eficacia de estos biológicos (o capacidad para proteger frente a la infección) evaluada a través de ensayos clínicos en humanos fue reportada a través de publicaciones en la revista científica New England Journal of Medicine (1, 2), con 94,1 % para el caso del de Moderna en la prevención de la enfermedad por COVID-19, incluyendo síntomas graves. Y de 95 % para la de Pfizer en prevención de la enfermedad.
“Las vacunas de ARNm son terapia génica experimental”
Se trata de otra reiterativa afirmación de Hotze en el video que también es falsa, pues estas vacunas no son terapia génica experimental. La FDA define ésta como “una técnica que modifica los genes de una persona para tratar o curar una enfermedad”, por eso Hotze se equivoca al usar estos términos en este contexto.
Previamente en Colombiacheck (1, 2) aclaramos basados en la evidencia científica, así como lo han señalado las autoridades internacionales en salud como la OMS, FDA y los mismos CDC, que a través de las vacunas de ARNm se inyecta una pequeña porción del Ácido Ribonucleico mensajero (ARNm) del nuevo coronavirus, lo que le da a nuestras células instrucciones sobre cómo producir una proteína que es exclusiva del virus (la proteína S, espiga -spike- o pico). Una vez que nuestras células hacen copias de tal proteína, destruyen el material genético de la vacuna.
Luego el sistema inmune de nuestro cuerpo reconoce que la proteína no debería estar allí y construye células de la defensa como linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir el virus si nos infectamos en el futuro, con el fin de que no desarrollemos la enfermedad.
Fuente: Colombiacheck
De ese modo siempre se ha resaltado que el ARNm que se inyecta a través de la vacuna se destruye luego de cumplir su función, por lo tanto no se inserta en el material genético de la célula o ADN propio, ni tiene la capacidad de modificar los genes ni perdura indefinidamente en el cuerpo, contrario a lo que dice Hotze.
Los doctores Peter Hotez y María Elena Bottazzi, codirectores del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Pediátrico de Texas, también explicaron en un artículo publicado en el Washington Post el 19 de marzo de 2021 sobre los mitos de las vacunas que es un error señalar que las de ARNm son terapia génica.
“El ARNm inyectado a través de nanopartículas de lípidos en una vacuna no entra a nuestro genoma. Se convierte en un modelo para que las células produzcan combinaciones de aminoácidos en moléculas llamadas ribosomas en el citoplasma de la célula, fuera del núcleo”, especificaron Hotez y Bottazzi. “Nuestro sistema inmune entonces responde al nuevo péptido, el cual se asemeja a la proteína pico del coronavirus. Por lo tanto, no es correcto decir que las vacunas ARNm son equivalentes a una ‘terapia génica’, como algunos críticos de las vacunas han dicho”,concluyeron Hotez y Bottazi.
Y Jacob Sherkow, profesor de Derecho de la Universidad de Illinois, quien ha desarrollado investigaciones sobre las implicaciones legales de biotecnologías avanzadas como las vacunas contra COVID19, explicó a factcheck.org: “Las vacunas de ARNm no modifican los genes de una persona, es decir, su genoma. Son transcripciones del gen pico del virus que se traducen a proteína y se expresan en las células; el ARNm se degrada posteriormente. El genoma permanece sin cambios”.
Continuando con las afirmaciones del médico de Texas, también señaló que las vacunas fueron aprobadas sin la publicación de los resultados de los estudios en animales ni en humanos y por esa razón quienes las reciben son conejillos de India.
Pero cada una de las vacunas contra COVID-19 debió cumplir unas fases de investigación, como lo aclaramos en el explicador sobre estas vacunas, que van desde estudios preclínicos que se desarrollaron en laboratorio y en animales hasta los ensayos clínicos que se llevaron a cabo con miles de humanos. Los resultados de cada fase han sido evaluados y publicados en revistas científicas.
Posteriormente las autoridades regulatorias en salud de cada país, a su vez, se han encargado de revisar tales resultados para determinar si autorizan o no el uso de cada biológico en su población.
Así por ejemplo, en el caso de Colombia entre las vacunas aprobadas como la de Pfizer o la de Sinovac los resultados de las diferentes fases de investigación se encuentran publicados en los siguientes links: 1, 2, 3, 4, 5, 6. En todos los casos, el Invima tuvo que realizar una revisión de dichos estudios para otorgar las autorizaciones de uso de emergencia (1, 2, 3 y 4) de esos biológicos en Colombia.
Hotze se refirió a los efectos adversos de las vacunas contra COVID-19 al afirmar que en el primer mes de uso de la vacuna en Estados Unidos “se documentaron más de 40.000 reacciones adversas incluidas miles de reacciones anafilácticas y problemas neurológicos graves”. También dijo que al 14 de febrero de 2021, se habían registrado 934 muertes de personas que habían recibido la vacuna en ese país y por lo tanto señaló que los efectos adversos son inevitables y son más que los beneficios.
Tales afirmaciones las calificamos como cuestionables, pues el médico usa datos numéricos aproximados a los datos registrados por el VAERS (entidad que vigila y recibe notificaciones de probables reacciones adversas a las vacunas en Estados Unidos) pero los tergiversa para transmitir un engañoso mensaje sobre la vacunación.
En un explicador previo sobre la seguridad de las vacunas del COVID-19 enfatizamos que la seguridad es la máxima prioridad en el desarrollo y aprobación de las vacunas.
También señalamos que estas sólo se aprueban si los beneficios generales de aplicarlas, superan sus riesgos, es decir que se demuestra que protegen contra el COVID-19 y que el riesgo de que se presenten efectos secundarios graves o que puedan amenazar la vida de las personas, es nulo o muy bajo.
Después de ser aprobadas, el monitoreo de la seguridad de las vacunas continúa, ya que es un componente habitual de los programas de inmunización, así lo señalan desde la Organización Panamericana de la Salud.
Por lo cual existen organizaciones de farmacovigilancia en cada país que monitorizan las reacciones adversas que se pueden presentar. En Estados Unidos es el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS por sus siglas en inglés) y a través de su web se pueden hacer notificaciones de posibles eventos adversos.
Ahora bien, el hecho de que las vacunas contra el COVID-19 sean "seguras", no significa que estén completamente libres de efectos secundarios. Así como ocurre con cualquier otra vacuna, con éstas se pueden presentar algunos síntomas o efectos secundarios luego de la inyección, la mayoría de los cuales son leves a moderados, no dejan secuela ni significan un riesgo para la salud de las personas.
Pero en ese sentido al VAERS se notifica cualquier evento o síntoma que se pudiera relacionar con la vacuna, desde síntomas leves hasta graves o defunciones, sin que esto signifique que toda notificación corresponde a una reacción adversa a la vacuna, como lo han aclarado desde los CDC.
Para establecer que un síntoma notificado al VAERS o a las entidades que vigilan la seguridad de las vacunas, el cual aparece luego de la aplicación de la vacuna se debe directamente al biológico y no a una coincidencia o a otras causas, se deben cumplir unos criterios de causalidad, así lo explican desde la OMS. Por esa razón hay unos comités especializados en tales instituciones encargados de esa tarea.
Desde la Agencia Europea de Medicamentos explican que existen técnicas de análisis para que los expertos evalúen si un efecto secundario es probable que sea causado o no por la vacuna. Y si el análisis concluye que un nuevo efecto secundario es causado por el biológico, este es incluido en las advertencias o en su hoja de seguridad.
Hotze por lo tanto se acerca en los números que da sobre las notificaciones de probables reacciones adversas al VAERS, que se pueden consultar aquí, pero se equivoca al no aclarar que se trata sólo de notificaciones que se dieron en los primeros dos meses de uso de la vacuna en Estados Unidos.
Así, entre diciembre y enero de 2021 hubo 47.232 eventos notificados, y en cuanto a fallecimientos entre diciembre y el 14 de febrero, según el VAERS, hubo 1.257 notificaciones de muertes en personas que habían sido vacunadas contra COVID-19.
De ese modo, que exista una notificación de un probable evento adverso al VAERS no significa que este hubiese sido provocado por la vacuna como lo intenta señalar Hotze, o que sea un efecto secundario al biológico, ya que cualquier persona puede realizar este tipo de notificaciones según el VAERS.
Luego de analizar los datos del VAERS, desde los CDC reportaron con fecha del 27 de mayo de 2021 que “después de una revisión de la información clínica disponible, incluidos los certificados de defunción, informes de autopsias e historias clínicas, no se estableció una relación causal con las vacunas contra el COVID-19 y los fallecimientos notificados desde el inicio de la vacunación en Estados Unidos”.
Previamente los CDC habían señalado que no se habían identificado "patrones en causas de muerte que puedan indicar un problema de seguridad con las vacunas contra el COVID-19", y desde allí tampoco han reportado nuevos efectos adversos asociados a las vacunas de ARNm, siendo estos biológicos los primeros que se aplicaron en dicho país.
Al finalizar el vídeo Hotze justifica las afirmaciones previas sobre las vacunas diciendo que estas no son necesarias porque el COVID-19 se puede tratar y prevenir con la ivermectina y la hidroxicloroquina.
Pero nuevamente se trata de falsos señalamientos, pues no se ha demostrado científicamente que algunos de estos medicamentos sea eficaz en el tratamiento del COVID-19.
En un explicador previo aclaramos que la evidencia científica aún no era suficiente para respaldar la eficacia de la ivermectina en el COVID-19, así mismo lo señalamos en un chequeo en marzo de 2021. Incluso el 31 de marzo de 2021 la OMS desaconsejó el uso de este medicamento en el contexto de COVID-19 si no es dentro de ensayos clínicos, debido a que los resultados de los estudios recopilados en el último año no son fiables por diferencias metodológicas. A junio de 2021 tales recomendaciones no han cambiado.
Además, en el mismo comunicado la OMS enfatiza como recomendación firme no administrar hidroxicloroquina ni cloroquina para tratar el COVID-19, independientemente de la gravedad de la enfermedad. También la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) desaconseja el uso de hidroxicloroquina, pues los estudios clínicos realizados desde el 2020 en pacientes con COVID-19 no demostraron reducir las muertes o prevenir la enfermedad y sí mostraron que podía aumentar los efectos no deseados en comparación con placebo.
Así concluimos, que el doctor Hotze se equivocó en sus afirmaciones sobre las vacunas de ARNm contra COVID-19, por lo cual desinforma sobre estos biológicos que han demostrado ser útiles en reducir el número de muertes y enfermos graves por COVID-19 en países como Israel, Estados Unidos e Inglaterra, donde el total de vacunados ya corresponde a un porcentaje significativo de la población.
Para leer otros chequeos y explicadores sobre el nuevo coronavirus puede visitar el especial Mentiras y verdades sobre el nuevo coronavirus en www.colombiacheck.com o seguirnos en nuestras redes sociales.