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Falso
Desde el 25 de julio ronda por redes sociales un video en el que aparece un grupo de médicos, que se hacen llamar “Médicos por la verdad”, en una presentación en el Palacio de la Prensa de Madrid en la que difundieron, una vez más, teorías conspirativas sobre el COVID-19.
Como este material se replicó en páginas colombianas, decidimos retomar las verificaciones de nuestros colegas de Newtral y Maldita Ciencia, aliados de #CoronaVirusFacts, un esfuerzo global liderado por la International Fact-Checking Network, IFCN (de la cual Colombiacheck es miembro), para combatir la desinformación al respecto del brote de coronavirus en el mundo.
De entrada nos preguntamos de qué se trata esa organización. Maldita Ciencia relata que es una filial española que toma como referencia la plataforma Médicos por la Verdad de Alemania y “cuenta con más de 140 médicos del país”.
Pero lo más significativo es que sus miembros son críticos y opositores de la medicina occidental. De hecho, en su página web afirman que “no es saludable ni científica y, por lo tanto, viola los parámetros éticos del consentimiento informado". En ese orden de ideas, cuestionan la información que dan los mandatarios y los medios de comunicación y, por ello, su objetivo es “traer al mundo la verdad sobre el coronavirus”.
En los primeros minutos del video, la médica Natalia Prego dice que el tapabocas solo debería ser usado por “los médicos, cuidadores, sanitarios y enfermos” y que su uso obligatorio debería ser recomendado para “zonas de alta contagiosidad, como hospitales”.
Esa información no va a la par con los instructivos que da la Organización Mundial de la Salud (OMS) al respecto. Como contamos en uno de nuestros chequeos, esta autoridad sanitaria pasó de recomendar el uso del tapabocas “únicamente a personas contagiadas y quienes atiendan personas con COVID-19, a sugerir el uso generalizado”. El problema es que Prego se adhiere en su discurso a recomendaciones desactualizadas de esa organización.
Recordemos que Maldita Ciencia explica que la mascarilla funciona como barrera física, sin importar si es “higiénica, quirúrgica o EPI (Equipos de Protección Individual)”, porque impide el esparcimiento de gotículas de saliva a través de las cuales se puede transmitir el COVID-19.
Prego además dijo que el uso de ese elemento de bioseguridad puede causar “enfermedades respiratorias”, afirmación que también es falsa. Como cita Newtral, la OMS ha dicho que se pueden presentar “dificultades para respirar, según el tipo de mascarilla usada”, pero no afecciones respiratorias como resultado de su utilización.
En Colombiacheck conversamos, hace unos meses, con Érika Villate, enfermera de planta de la Fundación Cardioinfantil, quien nos comentó que en su labor diaria utiliza tapabocas de 8 a 9 horas al día. También añadió que incluso el personal de salud que está en las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), que utiliza el tapabocas de alta eficiencia N95, no presenta ninguno de los síntomas [hipoxia].
En su intervención, la médica homeópata, María José Martínez, afirmó que las pruebas PCR no determinan el virus infeccioso porque en su realización se lleva a cabo un “aislamiento dudoso”. Dijo, además, que las PCR dan muchos “falsos positivos” y que a “una epidemia no puede dársele la publicidad que se le está dando sin clínica (estudio de los síntomas) y basándose solo en una prueba diagnóstica”.
De nuevo se trata de afirmaciones falsas. Newtral especifica en su verificación que “las PCR son pruebas de diagnóstico que permiten detectar un fragmento del material genético de un patógeno”, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN. Si, por ejemplo, en el análisis de laboratorio se detecta ese material, la prueba sale positiva.
Sobre eso, Óscar Zaragoza, investigador del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, le explicó a Newtral que “el hecho de detectarlo ya implica que ha habido contacto con el virus vivo. Por lo tanto, ante un resultado de una PCR positiva, hay que asumir que esa persona es portadora y actúa como un transmisor de la enfermedad”.
Cabe recordar que Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, dijo en una rueda de prensa del 10 de abril que “en general, las pruebas basadas en la PCR son mejores para saber si estás infectado o no, y la prueba serológica o el análisis de sangre es mejor para detectar si has estado infectado recientemente o en el pasado”.
Y en cuanto al asunto de los falsos positivos que mencionó Prego, Maldita Ciencia ya había desmentido esa información en otro de sus chequeos. A pesar de que se han mencionado supuestos casos así, como sucedió en Almería, España, Benedetta Bolognesi, del Instituto de Bioingeniería IBEC de Barcelona, les explicó que no es probable tener falsos positivos porque “la PCR es específica” y si hay inconsistencias, se debe repetir la prueba. Incluso dijo que es más probable que haya falsos negativos por inconvenientes que se pueden presentar en la toma y traslado de las muestras.
Martínez comentó también que hay “estudios estadísticos que correlacionan con bastante probabilidad la vacuna de la gripe con el COVID-19”, pero no menciona cuáles específicamente.
Sobre eso, tanto Newtral como Maldita Ciencia coinciden en que, hasta ahora, no hay evidencia científica que lo pruebe. Si bien ha habido intentos de estudiar la relación entre la vacunación contra la gripe y otros virus respiratorios, no se conoce ninguno que haya sido exitoso. Tal es el caso de esta investigación que concluyó que no fue posible establecer una causa-efecto. Además, hay que precisar que el estudio es de octubre de 2019, tiempo en el que todavía no se conocían los primeros casos de COVID-19.
Pero ahí no se le acaba el hilo a Martínez. También habló del polisorbato 80, un componente de la vacuna contra la gripe que, según ella, favorece que el propio virus entre en las células. Eso, como todo lo que hemos mencionado anteriormente, es falso y es producto de desinformaciones que han circulado a partir de la publicación de la investigación que mencionamos unas líneas más arriba.
Jorge Carrillo, vocero de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), le dijo a Maldita Ciencia que “todos los componentes de las vacunas, y de todos los medicamentos en general, están sujetos a estrictos controles de seguridad. En el caso del polisorbato 80, se ha demostrado que es muy seguro a las dosis que se administran".
En el video también dicen que el confinamiento impide la producción de inmunidad colectiva, que se refiere, como lo explica Maldita Ciencia, a “la protección de una determinada población ante una infección debido a la presencia de un elevado porcentaje de individuos inmunes”.
Es verdad que a medida que avanza la epidemia “disminuye la probabilidad de contagio entre un susceptible y un infectado” de forma natural. Eso mismo nos lo confirmó el médico Julián Fernández Niño, doctor en Epidemiología y profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad del Norte, en una entrevista para este explicador.
Pero, según la SEI, en sus declaraciones para Maldita Ciencia, “adquirir la inmunización padeciendo la enfermedad supone un riesgo muy importante para la población si se tiene en cuenta que aproximadamente el 20% de los infectados requieren ingreso hospitalario y que, de los ingresados, un 5% llegan a fallecer”.
Con respecto a este mismo tema, el orador en el video dice que “no se tiene que confinar a las personas sanas” y sustenta su afirmación en el Reglamento Sanitario Internacional, que habla sobre la potestad de la OMS para sugerir a los distintos estados someter a la población a cuarentena, a confinamiento y a tratamiento.
Hay que tener presente que la OMS nunca ha manifestado una posición clara a favor o en contra del confinamiento, pero sí acompaña en el proceso a los estados que decidan hacerlo. De todos modos, para el caso de la pandemia del COVID-19, Tedros Adhanom, su director, dijo el 22 de abril que “es incuestionable que las órdenes de confinamiento y otras medidas de distanciamiento físico han frenado con éxito la transmisión en muchos países”.
Incluso con todos estos datos a la mano, no hay un sustento sólido que pruebe que, efectivamente, el confinamiento es un obstáculo para adquirir inmunidad colectiva y que no debe ser obligatorio para personas sanas, como dicen en el video, por lo tanto concluimos que esa información es falsa.
Finalizamos este chequeo con la afirmación de los “Médicos por la verdad” de que sí existe un tratamiento contra el COVID-19, que consiste en el uso de hidroxicloroquina en pacientes con síntomas leves y de antiinflamatorios y anticoagulantes en los que se encuentran graves.
En este chequeo que replicamos el 28 de julio se desmiente la existencia de la cura contra el coronavirus y en este explicador mostramos que hasta ahora no hay evidencia de los beneficios del uso de hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19, tal como lo afirma también la OMS.
De hecho, el 4 de julio “aceptó la recomendación del Comité Directivo Internacional de Solidarity Trial de suspender los brazos de hidroxicloroquina y lopinavir/ritonavir del ensayo” porque produce “poca o ninguna reducción de la mortalidad de pacientes hospitalizados con COVID-19”. Incluso “el uso indebido de la hidroxicloroquina puede provocar graves efectos secundarios y problemas de salud e incluso causar la muerte”.
Y sobre el uso de antiinflamatorios y anticoagulantes, el cardiólogo Rodolfo Vegas Llamas ya nos había explicado en este chequeo que en Colombia a los pacientes sí se les están aplicando anticoagulantes, pero “se deben dar en un hospital para tener controles de coagulación y todas las regulaciones, no en la casa, ni manejo individualizado, debe ser manejado en un hospital”.
¿Y por qué? Porque, como le comentó Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, a Maldita Ciencia, el nuevo coronavirus puede provocar coagulación intravascular diseminada, que hace que se “ produzcan microtrombos en los tejidos” y que “se consuman todos los factores de coagulación y las plaquetas, lo cual favorece las hemorragias”.
Sin embargo, insistimos en que, según la OMS, “actualmente no existe ningún medicamento autorizado para tratar o prevenir el COVID-19”.
De esta forma resumimos, entonces, que el video de los “Médicos por la verdad” está lleno de desinformaciones que ya han sido verificadas y desmentidas en repetidas ocasiones por fact-checkers y que, en su mayoría, van en contra de los lineamientos que establece la OMS para lidiar con la pandemia del nuevo coronavirus y con los estragos que genera en la salud de las personas.