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Chequeo Múltiple
El influenciador Celso Tete Crespo publicó el pasado 10 de julio, en su cuenta de Threads, un mensaje sobre algunos supuestos logros del presidente, Gustavo Petro, en materia de educación, medio ambiente y criminalidad, que dice:
“¿Ya les contaron que el gobierno @gustavopetrourrego ha entregado 600 colegios nuevos en los últimos 21 meses en Colombia? ¿Ya les contaron que el gobierno del cambio acaba de registrar la cifra de #Deforestación más baja de los últimos 23 años en Colombia? ¿Ya les contaron que salimos del penoso primer lugar en el índice global de criminalidad que nos dejó en uribismo y pasamos a ser 5tos?”.
A este comunicador ya lo hemos verificado varias veces por difundir desinformaciones en sus redes sociales, como en los chequeos:
En Colombiacheck verificamos las tres afirmaciones que hace el influenciador en la red de hilos de la compañía tecnológica Meta. Una es “verdadera pero” y las otras dos son cuestionables.
Celso Tete asegura en su publicación que el gobierno Petro ha entregado 600 colegios nuevos en los últimos 21 meses. El mismo presidente publicó, el pasado 26 de mayo, un video en su cuenta oficial de Instagram en el que destaca que en 21 meses de su gobierno han entregado 100 colegios nuevos o ampliados y mejoraron 500 sedes educativas para un total de 600 colegios.
Por su parte, el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE), encargado de la ejecución de estas obras, informó en un comunicado publicado tres días antes que la construcción del colegio nuevo número 100 es la Institución Educativa Fundación Pies Descalzos – Villas de Aranjuez, construido con el apoyo financiero del Ministerio de Educación Nacional, la Alcaldía de Cartagena, la Fundación Pies Descalzos y la Fundación Santo Domingo.
Igualmente, esta cuenta especial sin personería jurídica, adscrita al Ministerio de Educación, indicó que la obra de mejoramiento número 500 es la de la Institución Educativa Técnica Agropecuaria y Empresarial Monterrey, ubicada en el sur de Bolívar. “Con una inversión de 512 millones de pesos, 372 estudiantes disfrutan de un nuevo comedor y una cocina, en esta región campesina y minera, rica en cultivos y recursos naturales”, dice el comunicado.
En ese momento, nuestros colegas de La Silla Vacía hicieron un chequeo a la sacada de pecho del gobierno con los 600 colegios terminados y entregados bajo el mandato de Petro. Según el listado que les suministró la misma cartera estatal, revisado por el FFIE, la mayoría de estas obras fueron contratadas e iniciaron su construcción en gobiernos anteriores.
De los 100 colegios nuevos o ampliados, 76 fueron contratados durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022) y dos durante la administración de Juan Manuel Santos (2010-2018). En el actual solo se inició la construcción de 23 planteles.
La nota de La Silla Vacía menciona que el FFIE les explicó que un diagnóstico de los proyectos nuevos o ampliados realizado en 2018 arrojó que el 70% estaba en riesgo medio y alto de ejecución, lo cual llevó al fondo a terminar algunos contratos de forma anticipada, realizar nuevas contrataciones o reasignarlos. “Eso hizo que algunos de esos segundos contratos iniciaran en este gobierno”, señaló.
La organización no gubernamental Transparencia por Colombia explica que, en estos casos, la fecha del contrato depende de la participación del nuevo contratista. Si el contrato es nuevo, se tiene que cambiar la fecha de inicio; si es una cesión, se mantiene la misma, pero las responsabilidades las asume el nuevo contratista a partir de los criterios definidos allí. Cuando hay una terminación de forma anticipada, el contrato ya no se puede ceder, sin embargo, puede ocasionar pagos al contratista por los servicios prestados. En este caso habría dos fechas de inicio, la del contrato viejo y la del nuevo.
Por otra parte, los otros 500 colegios, no son nuevos. Se les hicieron obras de mejoramiento de aulas, comedores y residencias escolares.
De estos, 445 iniciaron y terminaron su intervención en el gobierno de Petro. Estos corresponden a la convocatoria Mejoramientos 2021, realizada durante el gobierno de Duque, que priorizó 1.864 sedes de colegios oficiales.
“Los mejoramientos entregados son la continuidad de políticas públicas que responden a diferentes convocatorias y procesos realizados por el Ministerio de Educación Nacional”, le respondió el FFIE a La Silla.
En Colombiacheck ya hemos verificado a Petro y a sus seguidores atribuyéndose la entrega de obras que se iniciaron en gobiernos anteriores, como lo contamos en los chequeos “Petro saca pecho con obras de la Universidad Nacional en la Paz, que en realidad son del gobierno Duque” y “Carretera que conecta Tolima y Caldas no es una obra del gobierno Petro ni se construyó en un año”.
Igualmente, el presidente también tiene antecedentes de inflar la cifra de colegios nuevos que entregó cuando fue alcalde de Bogotá como lo contamos en el chequeo sobre los logros por los que sacaban pecho los candidatos a la Presidencia de la República en la campaña de 2022. De hecho, también ha circulado un collage verdadero con sus trinos que dan cifras contradictorias al respecto.
En conclusión, calificamos la afirmación de Tete sobre la entrega de 600 colegios nuevos durante el gobierno de Petro como cuestionable. De las 100 instituciones educativas nuevas o ampliadas que se entregaron en la actual administración, 76 fueron contratadas e iniciaron obras en los gobiernos Duque y Santos. A los 500 restantes se les hizo mejoramiento, no son nuevos, aunque 445 sí se contrataron y terminaron en esta administración.
Tete también asegura que el “gobierno del cambio acaba de registrar la cifra de deforestación más baja de los últimos 23 años en Colombia”.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aseguró el pasado 8 de junio, a través de un comunicado, que la deforestación se redujo en un 36% en 2023, pasando de 123.517 hectáreas deforestadas en 2022 a 79.256 hectáreas. “Es la cifra más baja producida desde que tenemos serie histórica en el país desde el año 2000. Es, por primera vez, una cifra que se reduce sustancialmente y por debajo de las 100.000 hectáreas. Es un año realmente icónico en esta lucha contra la deforestación”, señaló la funcionaria.
Estos resultados en la reducción de la deforestación, según Muhammad, obedecen al Plan de Contención de la Deforestación que trazó el Ministerio de Ambiente y que contempla estrategias como el programa Conservar Paga, que triplicó los incentivos para las comunidades que se comprometen con la protección de los bosques; la agenda ambiental para la paz, el fortalecimiento institucional en los territorio, la investigación criminal y el despliegue de la Fuerza Pública con acciones contundentes.
El Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) es la fuente oficial que mide la deforestación en el país. Sin embargo, esto se realiza anualmente solo desde 2013. Antes de ese año, se había realizado de forma decenal (1990-2000), quinquenal (2000-2005 y 2005-2010) y bienal (2010-2012).
El coordinador del Sistema de Monitoreo, Edersson Cabrera, le explicó a Colombiacheck que, en el marco de los reportes que presenta Colombia a la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, específicamente el Nivel de Referencia de Emisiones Forestales, y como parte del proceso de mejora de los datos, desde el año 2019 se realizó la actualización para consolidar una serie de tiempo bienal para el periodo 2000 - 2012 y anual desde 2013 en adelante.
“En febrero de 2022 se recibió el concepto positivo del roster de expertos de la Convención indicando que la serie de tiempo de datos presentada por Colombia es precisa y transparente”, dijo Cabrera.
Así, la deforestación entre 2001 y 2002 fue de 135.119 hectáreas en promedio anual, entre 2003 y 2004 de 179.102 hectáreas, entre 2005 y 2006 de 138.574 hectáreas, entre 2007 y 2008 de 140.121 hectáreas, entre 2009 y 2010 de 120.517 hectáreas y entre 2011 y 2012 de 139.772 hectáreas.
Los años siguientes datos fueron anuales así:
120.934 hectáreas en 2013
140.356 hectáreas en 2014
124.035 hectáreas en 2015
178.597 hectáreas en 2016
219.973 hectáreas en 2017
197.159 hectáreas en 2018
158.894 hectáreas en 2019
171.685 hectáreas en 2020
174.103 hectáreas en 2021
123.517 hectáreas en 2022
79.256 hectáreas en 2023
También revisamos los datos sobre pérdida de bosque primario en Colombia entre 2002 y 2023 obtenidos por la plataforma de monitoreo satelital Global Forest Watch. Según estos datos, el año 2003 es el que tiene la cifra más baja de pérdida de bosque con 32.000 hectáreas y la más alta fue en 2018 con 177.000 hectáreas.
Aunque la metodología es diferente, esto da una idea de las variaciones del fenómeno en los años que, bajo las antiguas mediciones oficiales, quedaron agrupados en periodos bienales y de los que, por tanto, se sabe el promedio pero no la cifra específica de cada uno, incluso en varios años antes de 2016 hay cifras inferiores a las de 2023.
Durante un ‘en vivo’ realizado el 9 de julio por el Ministerio de Ambiente, Cabrera explicó que en los últimos 23 años se han tenido períodos de muy baja y también de muy alta deforestación.
De acuerdo con una gráfica que mostró, entre 2001 y 2023, el año con la cifra más baja de deforestación a nivel nacional fue 2013 con 116.128 hectáreas y el pico de deforestación fue en 2017 con 219.552 hectáreas.
“En los dos últimos años hemos experimentado un nuevo periodo de reducción importante de la deforestación. En 2022 reportó una cifra de deforestación de 123.517 hectáreas, pero en 2023 se registró una reducción del 36%, es decir, tan solo se deforestaron en Colombia 79.256 hectáreas”, expresó.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés) destacó que un factor clave en la reducción de la deforestación es el papel de las organizaciones comunitarias, que habitan el 57% de los bosques distribuidos en resguardos indígenas, territorios colectivos de comunidades negras y zonas de reserva campesina. “En 2023, se identificaron 533 actores comunitarios que participan activamente en procesos de conservación y monitoreo de bosques”, dice un comunicado.
Por su parte, un análisis publicado por la organización Insight Crime el pasado 12 de julio señaló que la reducción de la deforestación no solo tendría que ver con el efecto positivo del cambio de enfoque en la lucha contra los delitos ambientales, sino que también estaría relacionada con los grupos criminales.
Desde 2022, previo a la victoria de Petro en las elecciones presidenciales, el grupo disidente de las extintas FARC conocido como Estado Mayor Central (EMC), con presencia en la Amazonía, redujo la tala en sus áreas de control, lo que habría generado un efecto positivo en la deforestación. Esto se mantuvo durante 2023.
No obstante, Insight Crime también advierte que el surgimiento de divisiones al interior de esa organización armada, sumado a la retirada de varias facciones de las mesas de negociación con el gobierno, genera preocupaciones sobre su relación con el bosque.
“En este escenario, es posible que el enfoque comunitario que el gobierno ha priorizado con respecto a la lucha contra los delitos ambientales, sea insuficiente para detener la maquinaria de los grupos armados que ven en la deforestación una oportunidad de negocios”, dice el artículo.
En conclusión, calificamos la afirmación de Tete como “verdadera, pero” porque, si bien de 2001 a 2023 la cifra más baja de deforestación se registró el año pasado, según la medición oficial, esta se maneja con promedios de períodos bienales antes de 2013.
En su video, Celso Tete también aseguró que Colombia pasó del primero al quinto lugar en el Índice Global de Criminalidad Organizada. De nuevo, esto replica un pronunciamiento de Petro, quien hizo alusión a un dato similar en un trino del 8 de julio de 2024, en el que incluyó una publicación con el escalafón de mercados criminales en el índice y aprovechó, nuevamente, para criticar a la prensa por no hablar del supuesto logro.
“Esto no lo dirá la prensa tradicional. Pero en esta clasificación del índice global de criminalidad organizada, pasamos del primer lugar en el mundo al quinto. Este es el resultado de una política de paz”, escribió el mandatario (sic).
Esto no lo dirá la prensa tradicional. Pero en esta clasificación del índice global de criminalidad organizada, pasamos del primer lugar en el mundo al quinto.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 9, 2024
Este es el resultado de una política de paz https://t.co/0lJuXuLTaV
El influenciador hace referencia al Índice Global de Crimen Organizado publicado por la organización civil suiza Global Initiative. Este evalúa a los 193 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en términos del alcance y la escala de la criminalidad, por un lado, y su resiliencia, o capacidad para resistir y contrarrestar las actividades del crimen organizado, por el otro.
La medición ha tenido únicamente dos versiones: la primera, publicada en 2021 con información recolectada hasta diciembre de 2020, y la más reciente, en septiembre de 2023 con información hasta diciembre de 2022. Es decir que esta última solo abarca cinco meses del gobierno Petro, desde su posesión en agosto de 2022.
Cabe mencionar que Colombiacheck ya había verificado anteriormente una desinformación sobre el lugar que ocupa Colombia en este índice. Esto lo puede leer en el chequeo "Colombia ocupa segundo lugar en Índice Global de Crimen Organizado desde 2021, no solo en 2023".
Según la medición, la puntuación de criminalidad de un país se compone por dos indicadores base:
De acuerdo con la metodología del índice, el nivel de criminalidad de un país se mide en una escala del 1 al 10. Una puntuación de 1 significa el mejor escenario posible, que uno o varios tipos de mercados o de actores tienen un impacto inexistente o insignificante o que no se dispone de evidencia ni de información sobre su existencia. El 10 es el peor, en el que ningún aspecto de la sociedad queda al margen de la criminalidad.
De acuerdo con el informe de 2023, Colombia aparece en segundo lugar, con una puntuación de criminalidad de 7,75, solo superado por Myanmar, con una puntuación de 8,15.
Al revisar la versión de 2021, Colombia aparecía en el mismo lugar (no en el primero, como aseguró Tete). En esa ocasión, Colombia obtuvo una puntuación de 7,66, y en el primer lugar aparecía República Democrática del Congo, con una puntuación de 7,75.
De hecho, al revisar en la última versión la puntuación de criminalidad para Colombia, el país aumentó 0,09 puntos, con respecto a la primera.
Ahora bien, el único indicador que coincide con lo mencionado por el influenciador es el de mercados criminales, que también mencionó Petro en su trino de 8 de julio. En el escalafón de ese componente específico, Colombia aparece en el quinto lugar, con una puntuación promedio de 7,30, antecedida por Nigeria (7,37), Irán (7,37), Myanmar (7,77) y México (8,13), que ocupa el primer lugar.
Al revisar este mismo indicador en 2021, Colombia aparecía en el segundo puesto entre los países con la puntuación más alta en mercados criminales con 7,20 puntos. Sin embargo, la comparación permite ver que, para este mismo indicador, la calificación de Colombia aumentó 0,10 en la última versión.
En el otro componente de la criminalidad, conocido como actores criminales, Colombia ocupa el cuarto lugar en la última versión del 2023, con una puntuación de 8,20, misma posición que ocupaba en el 2021, donde obtuvo una puntuación de 8,13.
No obstante, como explicamos al inicio de esta verificación, tanto el indicador de mercados criminales, como el de actores criminales son la base de la medición de la criminalidad, por lo que debe verse como un todo, y no diferenciado por subcomponentes.
Así lo explicó a Colombiacheck, Felipe Botero Escobar, ‘head’ para la Región Andina de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC), la entidad que crea el índice:
“Para entender la criminalidad de Colombia, uno no debería referirse únicamente al indicador de mercados criminales, ni a los actores. El índice mide la criminalidad y nosotros la entendemos como una pirámide, donde por una parte en la base están los mercados criminales y en la altura están los actores criminales. Es la unión de ambos, porque hay actores criminales que explotan esos mercados criminales, y si no, no funcionaría”.
El experto también hace énfasis en que la medición de resiliencia para el país la última versión del índice bajó (0,21) comparada con 2021. Es decir que Colombia, a la vez que aumentó la puntuación de criminalidad, también disminuyó su capacidad para hacer frente a las amenazas del crimen organizado.
“Lo que sí podemos decir, basado en los datos, es que la criminalidad aumentó, muy poco, pero aumentó, mientras que la resiliencia disminuyó y el mensaje es problemático: en estos dos años (2021 y 2022), el país se volvió más criminal con menos capacidad de hacer frente a esa criminalidad”, advierte Botero.
Además, señala que en este tipo de indicadores, Colombia debería compararse únicamente con los resultados del mismo país en el pasado, pues la posición que podría ocupar Colombia en el escalafón no depende únicamente de sus resultados, sino también de la situación de los otros países, que al estar en una peor o mejor situación, pueden desplazar a Colombia, pero eso no significa que la situación de criminalidad en el país haya mejorado.
“Para la Iniciativa Global no es generar el índice para calificar a los gobiernos, sino al revés, brindarles herramientas cualitativas y de datos que permitan a los gobiernos identificar cuáles son esos puntos que deben fortalecer en su lucha contra el crimen organizado”, agregó el experto.
Finalmente, si la intención de Tete es correlacionar los resultados del último índice con el gobierno actual, habría que esperar una próxima versión que se espera sea publicada en 2025, con información hasta el 2024, la cual se encuentra en construcción.
En consecuencia, Colombiacheck califica como cuestionable la afirmación de Celso Tete sobre que Colombia pasó del primero al quinto lugar del Índice Global de Crimen Organizado.