Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple Chequeo Múltiple
Chequeo Múltiple
Una publicación que ha circulado en Facebook, compartida alrededor de 3.200 veces, con más de 800 comentarios y poco más de 1.200 reacciones, señala que el magnate Bill Gates estaría “presionando por 7.000 millones de inyecciones experimentales obligatorias de ARN que reprograman las células humanas para producir proteínas de pico del coronavirus”.
Además, la publicación afirma, entre otras cosas, que se trata de una vacuna transgeneracional y de edición de línea germinal, y que los medios han ayudado a ocultar resultados de la investigación realizada por la empresa Moderna.
Pero no es la primera vez que Bill Gates es señalado en teorías conspirativas alrededor de la pandemia por cuenta del COVID-19. En Colombiacheck hemos verificado previamente que el magnate no estaría haciendo control poblacional con una vacuna para prevenir el COVID-19, y que tampoco ha dicho que miles de personas morirán con la vacuna contra la misma enfermedad.
Además, según reportó el diario estadounidense The New York Times acerca de un estudio de Zignal Labs, una empresa de análisis de medios, sobre las teorías que relacionan falsamente a Bill Gates con el coronavirus, refiere que lo mencionaron 1,2 millones de veces en la televisión o las redes sociales entre febrero y abril de este año.
En Colombiacheck decidimos verificar las afirmaciones de esta nueva publicación de Facebook acerca de Bill Gates y las vacunas, y encontramos que se trata de una mezcla de ideas falsas y verdaderas, que terminan transmitiendo un mensaje distorsionado sobre las vacunas para prevenir el COVID-19; es decir, una más de las teorías conspirativas que distorsionan lo que el empresario ha dicho.
A continuación lo que encontramos al verificar las frases más relevantes de la publicación:
La publicación de Facebook inicia señalando: “Bill Gates está presionando por 7.000 millones de inyecciones experimentales obligatorias de ARN que reprograman las células humanas para producir proteínas pico de coronavirus”.
Al buscar si Bill Gates realmente ha dicho algo similar, efectivamente encontramos un video publicado por Gates Notes, en el que el magnate explica de forma didáctica por dos minutos datos sobre una vacuna para prevenir el COVID-19 y las candidatas en estudio.
Finalizando el vídeo Gates señala : “... nunca hemos creado una nueva vacuna en menos de 5 años, por lo tanto es urgente y requerirá una colaboración increíble, tendrá que llegar a 7.000 millones de personas. Entonces soy optimista de que uno de los esfuerzos nos dará una vacuna en los próximos 18 meses y nos aseguraremos de que se produzcan en volumen y que sea accesible para todos en el mundo. Así es como vamos a terminar esta pandemia”.
De esta forma comprobamos que Gates sí afirmó que la vacuna debe llegar a 7.000 millones de personas, número que corresponde al aproximado de la población total del planeta en este año que es de 7.700 millones, según las Naciones Unidas. Pero en ningún momento, habló de inyecciones obligatorias de ARN como lo distorsiona la publicación de Facebook.
Además, todas las vacunas en estudio para prevenir el COVID-19 son experimentales, como señala la viralizada publicación, pero deben cumplir un proceso de desarrollo y unas fases de estudio. Una vez finalizan los estudios clínicos se verifica que cumplan requisitos de eficacia y seguridad, para ser autorizadas por los entes reguladores internacionales y nacionales en cada país, con el fin de, posteriormente, ser distribuidas a la población general, como lo aclaramos en un explicador.
Por otro lado, la publicación de Facebook en otro aparte afirma una vez más sobre Gates: “¡¡¡ Bill Gates quiere que la tecnología sea obligatoria para la población mundial¡¡ Incluso dijo que cualquiera que rechace la inyección está haciendo que la ciencia sea menos efectiva, ¡ PONIENDO A TODOS EN RIESGO! …” (sic).
Estas afirmaciones corresponderían a otra distorsión de una entrevista que dio Bill Gates a BBC radio 4 de Londres, en la que señalaba su preocupación por las teorías conspirativas sobre las vacunas para prevenir el COVID-19 y el riesgo de que esa desinformación lleve a que muchos rechacen aplicarse la vacuna.
Gates dijo: "Si han escuchado que es una trama, o que las vacunas en general son malas, y nos encontramos con que la gente no quiere vacunarse, eso permitirá que la enfermedad continúe matando a mucha gente.”
Incluso al ser interrogado sobre la obligatoriedad de una vacuna para prevenir el COVID-19, Gates afirmó en una entrevista de la agencia Bloomberg: “hacer algo obligatorio a menudo puede ser contraproducente. Pero podrías decir que si vas a trabajar en un hogar de ancianos o vas a estar expuesto a personas mayores, sería necesaria”.
Concluimos entonces que es falso, lo que señala la publicación de facebook, ya que el magnate, a pesar de haberse referido a los 7000 millones de vacunas necesarias, no especificó éstas debían ser de ARN y tampoco de carácter obligatorio.
En la publicación que estamos verificando también señalan que “en los Estados Unidos, la Operación Warp Speed está en marcha mientras que el gobierno federal avanza con contratos con compañías farmacéuticas y biotecnológicas para entregar y producir hasta 300 millones de dosis de vacunas experimentales para el 2021”.
Esto es lo único cierto dentro de toda la publicación, ya que “Warp Speed Operation”, que traduce del inglés “Operación a la Velocidad de la Luz”, es el nombre que se le dio a la asociación público-privada iniciada por el gobierno de Estados Unidos y lanzada desde el mes de mayo, para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas, terapias y métodos diagnósticos para el COVID-19 en dicho país.
Entre los objetivos de la “Operación Warp Speed” sí está producir y administrar 300 millones de dosis de vacunas seguras y efectivas con las dosis iniciales disponibles para enero de 2021, como señala el Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de Estados Unidos.
Para ello, la Operación Warp Speed ha brindado su apoyo a las empresas con vacunas candidatas prometedoras y permite la ejecución rápida y paralela de los pasos necesarios para su aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
Warp Speed incluye la asociación del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés), incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA), así como el Departamento de Defensa (DoD), además de la colaboración con empresas privadas, lo que incluye múltiples farmacéuticas, y otras agencias federales.
Por lo tanto ésta sería una afirmación cierta dentro de la viralizada publicación.
Falso
“Mientras tanto, los gobiernos estatales y los departamentos de salud están coaccionando a las personas para: uso indefinido de máscara, seguimiento de contactos, restricciones a la libertad personal, cierres continuos y restricciones en ciertas actividades, hasta que se consuman en masa nuevas vacunas experimentales”, es otra de las ideas distorsionadas de la publicación que transmite un falso mensaje.
Evidentemente estamos ante una pandemia desatada por el nuevo coronavirus, la cual según el Centro de recursos sobre el coronavirus de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, a diciembre 9 de 2020, ha infectado a 68’692.977 personas y ha sido la causa de 1’565.101 de muertes a nivel mundial, por lo que las autoridades en salud desde el inicio han tomado medidas para mitigarla.
Se ha sugerido y regulado el uso de medidas de bioseguridad en muchos países, tales como el uso de mascarilla o tapabocas, lavado de manos, limitaciones en ciertas actividades que impliquen conglomerados y restricciones como toques de queda o cierres de establecimientos, con el fin de limitar el número de contagios y muertes por el COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, señala al respecto, explicando al público en general: “Si la COVID-19 se propaga en su comunidad, manténgase seguro mediante la adopción de algunas sencillas medidas de precaución, por ejemplo, mantener el distanciamiento físico, llevar mascarilla, ventilar bien las habitaciones, evitar las aglomeraciones, lavarse las manos y, al toser, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo”.
Asimismo, los Centros para prevención de las Enfermedades de Estados Unidos sugieren en su página oficial las mismas medidas para protegerse y proteger a los demás de una infección por el nuevo coronavirus.
Las entidades en salud, previamente citadas, coinciden en que se trata de medidas para proteger la salud individual y colectiva basadas en la evidencia científica, como también lo señalan las siguientes publicaciones científicas y guías sobre las medidas de bioseguridad durante la pandemia: 1, 2, y 3.
En Colombia, el Ministerio de Salud aclara en su página web sobre estas medidas: “Las medidas que se han adoptado hasta el momento se pueden clasificar en tres fuentes primordiales, a saber, medidas sanitarias y de emergencia sanitaria, medidas de emergencia social, económica y ecológica y medidas de orden público y otras de carácter ordinario.”
De igual forma, en el país se ha puesto en marcha un programa de salud pública que incluye el seguimiento de contactos de los pacientes infectados de COVID-19. El Programa de Pruebas, Rastreo y Aislamiento selectivo, se basa en gran parte, en el rastreo y aislamiento de los contactos de los casos probables o sospechosos de COVID–19, de una manera ágil y oportuna, con el objetivo de romper las cadenas de transmisión del virus.
La Mayo Clinic en Estados Unidos, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación en Minnesota, señala que el rastreo de contactos es una herramienta que puede ayudar a hacer más lenta la transmisión de las enfermedades infecciosas, como la enfermedad del coronavirus.
Ese rastreo de los contactos de una persona enferma, quienes quizás se hayan expuesto al virus, lo que permite es poder advertir a esos contactos cercanos, para reducir el riesgo de que el virus de la COVID-19 se siga transmitiendo.
Incluso el pasado 7 de diciembre, la Organización Mundial de la Salud en su rueda de prensa semanal, señaló que a pesar de lograr la vacunación para prevenir el COVID-19 aún habría que seguir las medidas de bioseguridad y de salud pública como esfuerzos conjuntos para mitigar la pandemia, lo cual contradice enfáticamente lo que la publicación de Facebook intenta señalar al referir que estas medidas se aplicarían hasta que se consuma en masa una vacuna.
De ninguna manera como señala la publicación de Facebook encontramos evidencia que justifique que se busca coaccionar a las personas a través de las medidas de bioseguridad y salud pública, pues estas realmente buscan un control de la diseminación del nuevo coronavirus.
Falso
El viralizado mensaje que circula en Facebook también incluye otras ideas distorsionadas sobre las vacunas para prevenir el COVID-19 al afirmar: “Gates y Fauci impulsan la controvertida vacuna transgeneracional de edición de la línea germinal para todos los seres humanos”.
Así continúa: “Esta tecnología, administrada mediante inyección, es un tipo de ingeniería genética llamada edición de línea germinal ...Bill Gates ha estado impulsando esta tecnología durante más de una década y tiene los recursos financieros para llevar a cabo estas alteraciones genéticas en poblaciones de todo el mundo. La tecnología inserta el código genético del coronavirus en cada persona, cambiando para siempre la genética y los procesos celulares en su cuerpo...” (sic).
Anthony Fauci es el director del Instituto Nacional de Salud de alergias y enfermedades de los Estados Unidos (NIH), quien en conjunto con la compañía Moderna, está trabajando sobre una vacuna de ARNm para prevenir el COVID-19 y ha recibido respaldo económico a través de Warp Speed, así como de otras coaliciones.
Por su parte, desde el mes de marzo, la Fundación Bill & Melinda Gates y otras entidades privadas, de carácter filantrópico, han aportado fondos para acelerar la respuesta a la epidemia de COVID-19 a través del Acelerador Terapéutico COVID-19 para la identificación, evaluación, desarrollo y ampliación de tratamientos. Los socios están comprometidos con el acceso equitativo, lo que incluye hacer que los productos estén disponibles y sean asequibles en entornos de bajos recursos. En la página web de su Fundación, los Gates reseñan los aportes que han hecho a lo largo de la pandemia en pro de la investigación en diferentes áreas, incluyendo las vacunas. Por lo que tanto Fauci como Gates sí se encuentran involucrados con el desarrollo de vacunas para prevenir el COVID-19.
En el mismo video que señalamos previamente Bill Gates da información básica sobre los diferentes tipos de vacunas para prevenir el COVID-19, incluyendo las de ARNm como la que desarrolla Moderna. Siendo esa tecnología, la de las vacunas génicas de ácidos nucleicos, una de las más recientes.
Al respecto aclara Gates: “ésta sería la primera vez que una vacuna de ese tipo se aprobaría para comercializarse”, lo que es cierto y ya ocurrió, el 2 de diciembre con una de las candidatas de ARNm, la de Pfizer/BioNTech en Reino Unido, siendo la primera vacuna de este tipo aprobada para uso de emergencia debido a la pandemia.
Pero consultamos con profesionales de la salud sobre este tipo de vacunas, para entender más el impacto de éstas y qué tan probable es que una persona sufra modificaciones genéticas o que afecte a varias generaciones.
La bacterióloga de la Universidad de Los Andes María Constanza Vega, coordinadora del Comité Covid en Casanare, señaló que para que una vacuna funcione debe tener varias fases del desarrollo que pueden durar años, y la utilización de vacunas que pudieran generar alteraciones, como las que señala el texto chequeado, dispararía las alertas de las comunidad científica.
Por otro lado, David Bautista, quien es químico y trabaja con biomedicinas, inmunoterapias y vacunas en la Universidad de Antioquia señaló sobre las vacunas de mRNA: “Esas sí que menos van a tener que ver con el genoma, porque serían de ARN mensajero. Y este mensajero se expresa de manera independiente. No tiene por qué estarse integrando al ADN.”
“Si se heredara o fuera permanente un daño, estas vacunas representarían un grave problema ético. Son más preocupantes otros aspectos de seguridad que eso de que nos va a modificar nuestro ADN", agrega Bautista.
Esta clase de vacunas de ARNm, como lo explican también los Centros para el control y prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), sí le dan a las células, a través del ARNm que se inocula, las instrucciones para que produzcan las proteínas S de la corona del nuevo coronavirus. Pero una vez la célula produce tales proteínas con esa información, el ARNm se destruye, por lo tanto la célula no queda reprogramada para seguir produciendo dichas proteínas como tergiversa la publicación de Facebook y mucho menos esa información se seguirá transmitiendo a otras generaciones, o de forma transgeneracional.
En el mismo sentido, Magdalena Montt Guevara, doctora en neurociencia y ciencias endocrinas-metabólicas en la Universidad de Pisa, Italia, explicó a AFP Factual sobre el tema: “Una vacuna de ARNm contiene el ARNm necesario para expresar proteínas y no podría entrar jamás al genoma ni modificar el ADN; no se inserta en el núcleo de la célula. Queda en el citoplasma”.
En nuestro explicador sobre los tipos de vacunas para prevenir el COVID19 puede encontrar infografías y mayores datos de este tipo de vacunas.
También en chequeos previos hemos aclarado sobre otras teorías conspirativas que han surgido acerca de estas vacunas, enfatizando que este tipo de vacunas no tienen ningún tipo de ARN digitalizable que se active, ni que una vacuna de ARN vaya a tener la capacidad de sobreescribir nuestro ADN y mucho menos que las vacunas de ARN vayan a producir esterilidad o exterminio masivo en la población.
Así concluimos que estas vacunas de ARNm a las que haría referencia la publicación de Facebook, no generarían daños transgeneracionales, ni de línea germinal que afecte múltiples generaciones.
Otras de las afirmaciones del texto tienen que ver con la empresa Moderna, que como señalamos previamente, en conjunto con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, trabaja en el desarrollo de una vacuna de ARNm llamada mRNA1273. Al respecto la publicación mezcla ideas verdaderas y falsas para una vez más distorsionar la realidad, por lo que calificamos como cuestionable esta parte de la publicación.
“Moderna incluso recibió $ 483 millones en fondos federales” (sic)., es una afirmación cierta dentro de la desinformación, pues en abril pasado “las acciones de Moderna sí subieron después de que la compañía de biotecnología anunciara que había recibido hasta 483 millones de dólares en fondos federales para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus”.
Pero el texto de la desinformación continúa señalando: “Aunque Moderna nunca ha lanzado un producto al mercado, su última tecnología controvertida ha sido impulsada irresponsablemente a través de ensayos clínicos, sin pasar por los estudios en animales que son de importancia crítica para comprender la toxicidad, la histopatología y los procesos de la enfermedad”, lo cual transmite un mensaje engañoso.
Moderna ciertamente es una empresa nueva de biotecnología, y hasta ahora no ha comercializado una vacuna de ARNm.
En su página web señalan: “Desde nuestra fundación en 2010, hemos trabajado para construir la plataforma de tecnología de ARNm líder en la industria. Nuestra cartera incluye candidatos de desarrollo para vacunas y terapias basadas en ARNm que abarcan varias áreas terapéuticas, y tenemos varios ensayos clínicos en curso con otros candidatos de desarrollo que avanzan hacia la clínica”.
Además, la empresa, sí ha llevado a cabo los ensayos clínicos pertinentes de cada fase para el desarrollo de su candidata a vacuna para prevenir el COVID-19, contrario a lo que señala la publicación viralizada de que se ha saltado los estudios en animales.
Los estudios de la fase preclínica que se deben desarrollar en animales, fueron realizados en ratones y en primates, sus resultados sí fueron publicados en la revista Nature en agosto y New England Journal of Medicine en octubre, respectivamente, reportando resultados favorables en ambos tipos de animales al aplicarles la candidata a vacuna para prevenir el COVID-19.
La publicación de Facebook continúa señalando: “En la primera ronda de ensayos en humanos apresurados aprobados por el Dr. Fauci, los resultados de Moderna fueron embellecidos por los medios controlados farmacéuticamente, a pesar de que la inyección causó complicaciones y hospitalizaciones en el 20 por ciento de los participantes en el grupo de dosis alta.También se ha demostrado que causa efectos secundarios en la mitad de los participantes del estudio y su eficacia disminuye en 2 a 3 meses” (sic).
Los resultados de los estudios iniciales en humanos de la vacuna de ARNm de Moderna, que corresponden a la fase 1, también fueron publicados en la revista New England Journal of Medicine, por lo que no están siendo ocultados ni embellecidos por los medios.
Respecto a los eventos adversos, en dicho estudio refieren que sí ocurrieron en más de la mitad de los participantes incluyendo fatiga, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares o dolor en el lugar de la inyección, pero se trataba de reacciones adversas leves y transitorias como suele ocurrir en este tipo de estudios. Los eventos adversos con síntomas generales fueron más comunes después de la segunda vacunación, particularmente con la dosis más alta, y tres participantes (21 por ciento) en el grupo de dosis de vacuna de 250 μg informaron uno o más eventos adversos graves pero ninguno significó una amenaza para la vida.
En un chequeo previo también verificamos información relacionada a estos resultados de los estudios de fase 1 de Moderna en humanos y las reacciones adversas que en ningún momento han sido de la mayor severidad.
Fernando Pulido, integrante de la Unidad de Infección de VIH del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, explicó previamente a nuestros colegas fact-checkers de Newtral en España: “Los efectos adversos del estudio de Moderna de la fase 1, no se consideran eventos adversos graves desde un punto de vista metodológico (no cumplen esos criterios)”.
Por otra parte, los resultados preliminares reportados por Moderna de sus estudios de fase 3 que se hicieron en el mes de diciembre a través de un anuncio en su página oficial, señalaban que la eficacia de su candidata a vacuna fue de 94,1 por ciento. Además, los anticuerpos producidos, podían durar hasta 90 días después de la segunda dosis, como lo señala una reciente publicación en New England Journal of Medicine y no han establecido que esta eficacia disminuya 2-3 meses después de la vacunación como erróneamente señala la publicación que estamos verificando.
Con todo lo anterior, finalmente podemos decir que las ideas de la publicación de Facebook transmiten en general un mensaje distorsionado sobre las vacunas para prevenir el COVID-19 y algunas afirmaciones de Bill Gates, pues si bien emplea como base algunos datos reales, estos son manipulados, para generar una más de las incontables teorías de conspiración que existen alrededor del COVID-19.