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Falso
Las redes sociales son el vehículo más usado para promover mensajes que buscan infundir miedo a la inmunización contra el COVID-19 que hoy se adelanta en gran parte del mundo y que en Colombia ya sobrepasa las dos millones de dosis aplicadas, según el más reciente reporte del Ministerio de Salud, con corte al 30 de marzo de 2021.
En Colombiacheck le pusimos la lupa a esta pieza que ya se ha hecho viral en Facebook, Twitter y redes de mensajería instantánea como Telegram y WhatsApp, y en la que se mezclan los nombres de tres prominentes “figuras” del movimiento antivacunas con teorías conspirativas acerca de los efectos de éstas.
El título de la pieza viral es: “El 30 % de los vacunados morirán en pocos meses”. Y a continuación se despliega una teoría según la cual “las vacunas con ARNm serán utilizadas para la despoblación en los próximos 3 a 6 meses (julio de 2021)”.
La gráfica está acompañada de una fotografía de la médica osteópata estadounidense, Sheri Tennpeny, y la cita que titula la pieza habría sido dicha por la médica francesa Alexandra Henrion-Caude, y apoyada por los postulados de Dolores Cahill, bióloga y profesora del University College of Dublin, en Irlanda. Las tres son reconocidas por haber propagado desinformaciones acerca del COVID-19.
El texto, que contiene desinformaciones que ya hemos verificado en Colombiacheck, asegura también que “... a través de las vacunas ARN-m, existen muchos mecanismos por los cuales estas sustancias crearán caos entre las personas, pues nuestros anticuerpos destruirán nuestros pulmones y desactivarán los antimacrófagos inflamatorios y llevarán el virus al interior de la célula permitiéndole replicarse y causando la muerte de muchas personas al año de la vacuna...” (sic).
Y continúa señalando que “...no solo para el shock anafiláctico o las enfermedades cardiovasculares, sino también para las enfermedades autoinmunnes, ya que los anticuerpos de la proteína Spike comenzarán a atacar y a destruir los glóbulos rojos. Para la segunda dosis agravará la situación”, concluye.
En Colombiacheck ya hemos publicado varias notas en las que desmentimos desinformaciones relacionadas con las vacunas que usan la tecnología ARNm (1, 2, 3) y en este explicador titulado “Cuáles son y cómo funcionan los tipos de vacunas para el COVID-19” queda claro que “en general, el ARN es una molécula frágil que se destruye apenas cumple su función. El ARN mensajero, o ARNm, es el que se usa en este tipo de vacunas génicas, las células normalmente lo usan como ‘mensajero’ para llevar la receta traducida del ADN a los ribosomas que están en el citoplasma y así darles la instrucción de producir las proteínas que necesita para su funcionamiento diario, proteínas que necesitamos para pensar, caminar, movernos y vivir”.
“Entonces, estas vacunas funcionarían introduciendo en nuestras células ese fragmento de ARNm con información del SARS-CoV-2 que lleva las instrucciones de cómo producir la proteína S de la corona del virus. Al entrar en las células, el ARNm llega a los ribosomas y es leído para que la célula produzca las proteínas del virus sin necesidad de estar en contacto con él”.
Además, esta misma pieza que circula en redes ya fue verificada por nuestros colegas españoles de Maldita.es, quienes en su chequeo encontraron que “la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en su recomendación para autorizar la comercialización de vacuna de ARN de Moderna, también indica que el ARN mensajero de la vacuna no permanece en el cuerpo: Cuando una persona recibe la vacuna, algunas de sus células leerán las instrucciones del ARNm y producirán temporalmente la proteína de pico. El sistema inmunológico de la persona reconocerá esta proteína como extraña y producirá anticuerpos y activará las células T (glóbulos blancos) para atacarla”.
Y agrega: “Si, más adelante, la persona entra en contacto con el virus SARS-CoV-2, su sistema inmunológico lo reconocerá y estará listo para defender al cuerpo contra él. El ARNm de la vacuna no permanece en el cuerpo, se descompone poco después de la vacunación".
Así que no es cierto que estas vacunas produzcan caos en el cuerpo, pues el ARNm es de corta duración y se destruye una vez cumple su cometido en el cuerpo.
Otra de las falsas afirmaciones de la pieza viral, objeto de este chequeo, es la que dice que estas vacunas destruirán “nuestros pulmones desactivarán los antimacrófagos inflamatorios y llevarán el virus al interior de la célula permitiéndole replicarse”.
Sin embargo, nada de esto es cierto, pues como cita Maldita.es en su chequeo, “para afirmar esto, Tenpenny se basa en estudios sobre el desarrollo de vacunas para los virus responsables del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) que no están relacionados con la COVID-19”.
Y agrega: “A este respecto, según el virólogo Pepe Alcamí, en el caso del SARS se observó en modelos experimentales que algunas vacunas (que no eran de ARNm ni de adenovirus) provocaban pulmonías más graves cuando los animales eran posteriormente infectados. Esto se debía a que se produjo una respuesta celular de perfil Th2”.
Por lo tanto, concluyen nuestros colegas de Maldita, “la afirmación de Tenpenny carece de evidencias. Los estudios en los que se basa para hacer su afirmación no tienen relación con el virus de la COVID-19. Además, las vacunas de ARNm contra esta enfermedad han demostrado generar respuestas sanas, según señala Alcamí: Es decir, las vacunas generan anticuerpos neutralizantes y respuestas de tipo Th1".
Sobre la supuesta mortalidad que causarán las vacunas también ya hemos redundado en Colombiacheck, pues son varias las verificaciones al respecto (1, 2, 3) y en particular la claridad frente a la afirmación de que en unos meses el 30 % de los vacunados morirá, en este explicador queda desmentida.
Pues “las vacunas contra COVID-19 demostraron ser seguras. Esa es la primera pregunta, y la más importante, que también se hicieron los científicos al diseñarlas y probarlas, ya que la seguridad es la máxima prioridad en las vacunas, y eso no fue diferente para las del COVID-19. Antes de que cada una de las candidatas a vacuna fuera aprobada para su uso por el público en general, debió pasar por un proceso cuidadoso y riguroso de al menos tres fases, incluyendo el estudio en miles de voluntarios”.
Agrega dicho explicador: “Las vacunas contra COVID-19, como la de Pfizer/BioNTech, Moderna, Astrazeneca, Sputnik V, sólo recibieron la autorización para uso en la población general hasta que todos esos datos de seguridad, recopilados en las investigaciones, fueron revisados a fondo por ojos externos de las agencias reguladoras como la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) y la OMS”.
Así que reiteramos que no es cierto que haya tal programación en las vacunas contra el COVID-19 para provocar la muerte de millones de personas; las evidencias científicas disponibles demuestran lo contrario.
Con todas estas evidencias calificamos como falsa la pieza que se ha hecho viral y que lo que busca es confundir, dar información engañosa e infundir miedo.